Thursday, September 30, 2010

Noticias inverosímiles

Cuando concluía unas Reflexiones sobre la destitución de la senadora colombiana Piedad Córdoba, comenzaron a llegar inverosímiles noticias de Ecuador. He pasado horas escuchándolas. A medida que los minutos pasan, la efervescencia crece.

A las 5:12 PM hora de Cuba, las condenas al Golpe se multiplican. Los líderes latinoamericanos con más prestigio, como Chávez y Evo, hacen oír sus enérgicas denuncias. La OEA reunida está sin alternativas. Los miembros se indignan y hasta la Chinchilla protesta; incluso, el nuevo Presidente de Colombia ha dicho que apoya a Correa.

El Presidente Rafael Correa se muestra firme e indoblegable. El pueblo está mucho más organizado. El Golpe a mi juicio está ya perdido.

Hasta Obama y la Clinton no tendrán más alternativa que condenarlo.

Fidel Castro

Septiembre 30 de 2010

5:38 pm

La masa crítica

(Continuación del discurso del Compañero Fidel el 28 de septiembre)

El acto ha durado 1:12, no hay mucho sol. ¡Ah!, si ustedes desean podemos hablar un rato (Exclamaciones de: “¡Sí!”) Los estoy viendo de los primeros (Se refiere a un grupo de cederistas que estuvieron en 1960. Le dicen que hay Fidel para rato). Bueno, eso no importa, están ustedes, es más importante (Aplausos).

En realidad hay muchas cosas, yo prometí que iba escribir en cuanto tuviera algún tiempo sobre el discurso de la ONU, fue a raíz de una situación que hoy es más grave que nunca, le decía a Rabilero. Cuando escuchábamos la bella canción interpretada por Haila le añadía al Coordinador Nacional: “Es peor ahora, el mundo está más amenazado.” Han transcurrido 50 años de lucha, hemos sido testigos de una larga evolución, y por eso hablaba de la importancia de reconstruir aquel discurso, aunque tenga que dividir el análisis en tres o cuatro partes. Tiene 128 páginas, y fue como el que pronuncié aquí el día que se fundó la organización de los CDR, no algo preconcebido, había pensado mucho, había observado los acontecimientos, nos hicieron horrores: nos sacaron del hotel cercano a la ONU, trataron de confiscar nuestro avión, inventaron planes de todo tipo; nadie más nos hospedaba, entonces me fui para Harlem, allí me recibieron con calor, conocí y conversé con Malcom X y otros líderes de la comunidad. Nos alojamos en el hotel “Theresa”, que era de madera.

Allí me fueron a visitar muchos de los líderes, allí fue Jruschov, fue Nasser, fueron los más prestigiosos del Campo Socialista y del Tercer Mundo, en muestra de solidaridad. Del “Theresa”, íbamos a la reunión de la ONU. Calculen las cosas que uno había acumulado.

Entonces el 26, que era mi turno, comencé a hablar tranquilamente y tranquilamente estuve más de seis horas (Risas y aplausos), es así. Pero toqué, fui tocando uno a uno los puntos (Aplausos), y si hoy pudiéramos hablar de un pensamiento, habría que ir a La Historia me Absolverá, cuando el Moncada, después a la reunión mencionada de la ONU, y finalmente, la que tuve aquí con el pueblo el día en que se fundaron los Comités de Defensa de la Revolución; calculen 50 años de lucha. No es que uno tuviera planes de crear una doctrina. Cómo podía uno imaginar las atrocidades que era capaz de cometer el imperio, y los planes de atentado que elaborarían, pero fueron tan autosuficientes y estúpidos que ni siquiera tuvieron éxito (Risas y aplausos).

Miren, resulta que una vez estábamos hablando desde esa tribuna (Señala el balcón del antiguo Palacio), creo que fue en una ocasión posterior; en uno de esos apartamentos situados a la derecha, miren qué distancia, menos de 100 metros, había un grupo de hombres con fusiles de mira telescópica, calibre 30.06, ametralladoras, bazucas, no se cuántas armas, estábamos en ese balcón y no se atrevieron a disparar, ¡vean!, es así; ya ellos venían preparando los planes desde antes de aquel acto (Aplausos).
Después, para qué hablar de tantos planes (Le dicen algo), pero el tiro les salió por la culata (Risas y aplausos). Ah, cada una de esas cosas se convierten en instrumento, en armas, en argumentos, y por eso es muy importante en la batalla de ideas, que el pensamiento continúe desarrollándose, es esencial.

Les decía, realmente, y en estos días escribí algo que nos puede ayudar a comprender la calaña del imperio, y fue con motivo de la visita de los japoneses, un conocido grupo de la paz, japonés, Peace Boat; así se llama, un grupo que hace mucho tiempo que viene visitando Cuba. La señora que habló en nombre de los sobrevivientes tenía sólo dos años cuando el ataque atómico a Hiroshima; hizo una exposición extraordinaria que conmovió, realmente, a todos. Yo me quedé pensando en aquello, porque cuando se publicó la transmisión del encuentro en el Palacio de Convenciones por televisión, no había traducción simultánea, es decir, cuando hay traducción simultánea, el trabajo se hace desde una cabina, pero allí estábamos en una mesa, y las voces de las intérpretes, que estaban muy próximas al micrófono, se sobreponían a mis palabras, las cuales no podían escucharse bien. Deseaba que se conociera bien el diálogo, qué hice: publiqué tres Reflexiones con el contenido del mismo, que no fueran muy largas. Me asombró lo que ellas contaron, no es lo mismo leerlo que escuchar a una persona haciendo la historia de lo sufrido por los sobrevivientes.

Leyendo un artículo sobre Truman, publicado en el Global Research, me quedé asombrado ¿qué hizo Truman? Fue el que sustituyó a Roosevelt. Roosevelt era un hombre de otra ética, aunque representaba un sistema económico capitalista, convertido ya en un imperio, que iba desarrollándose, no había llegado todavía a la plenitud, aunque marchaba hacia allá con gran ritmo. Roosevelt muere y queda el Vice al frente del país.

Muchas veces en Estados Unidos los candidatos a la presidencia seleccionan un Vice de otras ideas, en busca de cierta unidad: va uno, que si es de cierta tendencia llamada de izquierda, escoge un candidato más de la llamada corriente derechista, más aún en caso de guerra. Así fue como Truman asume la presidencia, y es el que ordena usar las dos armas nucleares cuando ésta virtualmente había finalizado. Los soviéticos ya habían concluido su batalla en Berlín, corazón del Tercer Reich, y mediante enormes esfuerzos enviaron sus tropas a Manchuria. Ya antes combatieron allí. Los japoneses habían invadido aquella región de China, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial. En ese territorio chocaron con las tropas soviéticas, bajo el mando, precisamente, de Zhukov, y sufrieron una derrota. Después de la invasión nazi a la URSS, cuando Japón entró en guerra con posterioridad al ataque a Pearl Harbor, ocuparon de nuevo el territorio de Manchuria y al final de la contienda, habían concentrado el grueso de sus fuerzas en esa región. Cuando las aguerridas tropas soviéticas lanzaron el ataque en incontenible ofensiva, el imperio japonés comenzó a desmoronarse por completo, solo y sin aliados no tenía la menor posibilidad de resistir. No había necesidad alguna de usar el arma atómica, era cuestión de días el fin de la guerra; pero el Gobierno de Estados Unidos quería usarlas, tenían sólo dos bombas en ese momento: una de uranio y otra de plutonio. Dos nada más, pero no las lanzaron sobre una instalación militar, sino sobre una ciudad civil indefensa. Mataron más de cien mil personas instantáneamente, y otras fueron gravemente afectadas. Durante 65 años han estado sufriendo y muriendo los que no murieron desde el primer instante.

¿Qué hace Truman? Él escribió un diario donde hacía constar su actividad diaria. Pronunció un discurso público, por radio, para informar el lanzamiento de la bomba, y afirma en el textualmente: “El mundo sabrá que la primera bomba atómica se dejó caer sobre una base militar de Hiroshima. Esto fue porque deseábamos en este primer ataque evitar, en la medida en que fuera posible, el asesinato de civiles…” Leyendo esos papeles, uno se queda frío cuando piensa que aquel hombre tuvo el descaro, la desvergüenza, el cinismo de publicar que habían utilizado aquella bomba contra una base militar en Hiroshima; pero eso no era todo, eso fue lo que dijo después que lanzó la bomba de uranio; tres días después lanzó la de plutonio sobre Nagasaki.

En cada uno de estos materiales -no aspiro a que se comprenda mucho más de inmediato-, se habla de la masa crítica. La masa crítica voy a definirla como la cantidad de material radiactivo que hay que acumular para que se produzca la explosión; una tiene tal cantidad, 52 kilogramos de uranio enriquecido. En la naturaleza nunca existen 50 kilogramos, es un material muy escaso y disperso en las minas. En las bombas se colocan dos cantidades de uranio enriquecido, separadas entre sí, que son unidas mediante mecanismos explosivos convencionales para crear la masa crítica requerida para una explosión atómica. Si en vez de uranio se utiliza plutonio, bastaría 10 kilogramos igualmente refinados para crear la masa crítica que produce la explosión. Eso es así, y expresa el increíble avance de la ciencia en los conocimientos de la naturaleza, del espacio, de la materia.

En lo que declaró, después que lanzó la bomba, pudiera todavía decirse: “Bueno, este bárbaro no sabía qué era esa arma”; pero él sabía mejor que nadie lo que era el arma, porque aparece en el diario que escribía el tipo lo que está en el periódico de hoy -hoy salió la tercera parte-, lo que él explica: “Se ha desarrollado el arma más terrible que jamás se concibió.” Habla de la era en que eso no era imaginable, en aquella época de los tiempos remotos cuando se hablaba de cosas horribles.
¿Alguno de ustedes tiene, por casualidad, un ejemplar del periódico Granma? Ya que estamos hablando del tema, se puede encontrar; yo tengo mis espejuelos, puedo leer todavía la letrica del periódico.

Ustedes verán lo qué escribió Truman sobre la bomba el 25 de julio, 12 días antes de lanzarla.

¿No aparece un periódico? ¿Pero tiene tan pocos lectores Granma?

(Le entregan el periódico). Me han traído uno viejo (Risas). (Le explican que hay uno de ayer y otro de hoy). Ah, era el de ayer. Yo era el que estaba equivocado (Risas).

Escuchen lo que dijo el señor Truman, que debe estar en algún lugar del infierno, me imagino (Risas).

“Hemos descubierto la bomba más terrible en la historia del mundo. Podría ser la destrucción de fuego predicha en la era del valle del Éufrates, después del Arca de Noé… Esta arma se va a usar contra Japón… [Nosotros] la usaremos con el propósito de que los objetivos militares y soldados y marineros sean la meta y no las mujeres y niños. Incluso si los japoneses son salvajes, despiadados y fanáticos, nosotros como líderes del mundo para la asistencia social común no podemos dejar caer esa terrible bomba sobre la vieja capital o la nueva… La meta será meramente militar… puede ser la cosa más terrible alguna vez descubierta, pero puede ser de hecho la más útil.”

Ahí ven el esqueleto del alma de un imperialista. El mundo tiene que saber eso, tiene que conocerlo; porque hoy -y por eso hablaba con Rabilero- si ustedes ven las teorías que tienen, los planes que tienen y las doctrinas militares que aplican, realmente se quedan fríos. Por eso es que yo, no es que exagere, no es que magnifique, es que la única posibilidad sería denunciar y denunciar. Únicamente si se logra que haya una opinión en el mundo suficientemente fuerte, se podía impedir realmente el fin de la especie; es algo matemáticamente exacto.

A mí me parece que sería bueno, tal vez, que se conocieran algunas de estas ideas sobre qué es el arma nuclear. Yo he visto algunas imágenes sobre lo que es la masa crítica, lo que significa su empleo como arma: bueno, tomar la energía que mueve al universo para la guerra. Uno habla de que a 100 grados hierve el agua, no se puede meter la mano; a 660 se funde el aluminio; a un poco más de 1 500, el hierro; y a 3 000, prácticamente todos los metales y materiales. ¿Qué será a los 10 000? ¿Qué será a los 100 000? ¿Qué será al 1 000 000 de grados? Pues bien, a través de la explosión atómica producto de la masa crítica, se puede alcanzar millones de grados de calor, -veo que algunos de ustedes usan espejuelos oscuros, creo que estos mismos que yo uso se pueden poner oscuros; con estos los veo, hasta puedo leer-, fue sin duda alguna el mayor y más cínico asesinato de la historia (Aplausos).

Me los quito (Se refiere a los espejuelos suyos). Esta es la primera vez que los uso. ¿Ustedes se los quitaron? Yo recordaba que, los mismos que realizaron los experimentos iniciales en territorio desértico de Estados Unidos, y a bastante distancia, usaban los espejuelos negros para evitar que el rayo de luz les dañara la vista, porque son fenómenos inimaginables para los conceptos que tenemos de lo que es el calor, de lo que es la luz. Entonces, yo creo que no le haría daño a nuestro país, al contrario, le daría cultura; le daría una cultura que no tienen, desgraciadamente, los pueblos. Debemos hacer que los pueblos conozcan, porque los motivaría a luchar, qué es la masa crítica, en qué consiste, cuánta energía es capaz de crear, qué hace el imperio con ella, cuál es su doctrina militar.

No quiero extenderme y abordar más temas, porque serían unos cuantos, a partir de las cosas que uno ve.
¿Qué dijo hace unos días el caballerito que está allí en la presidencia de Estados Unidos? De repente uno se asombra, porque puede pensar que va a haber un poquitico de decencia, pero usted descubre desgraciadamente que esa palabra no existe, casi asusta. Bueno, no queda más que la esperanza de que por lo menos sea inteligente.

Se supone que no quieran sacrificar al pueblo de Estados Unidos, porque los únicos que lo amenazan son ellos, los únicos que pueden desatar una guerra, y todo lo que hacen conduce a la guerra. No es Rusia, aunque se trate actualmente de un país capitalista, no es China, ambos han desarrollado esas armas como un instinto defensivo, pero no para conquistar otros países. Los yankis las desarrollan para mantener un dominio sobre el planeta. Es imposible que el sistema capitalista pueda perdurar, su etapa ya pasó, no es compatible, con la existencia de miles de millones de seres humanos, sus necesidades vitales, la contaminación del medio ambiente, el agotamiento de los recursos materiales, los avances de la ciencia por un lado y la productividad asombrosa del trabajo por otro, esta puede llegar a ser cien o doscientas veces mayor que hace 200 años.

Les puedo citar un ejemplo: cuando la compañera Haila cantaba, la estábamos escuchando todos. Si no existieran los altoparlantes, no podían oírla allá. Pero, bueno, antes de la radio, había que ir a un teatro para escuchar a una bella voz, y las expresiones de una persona que acompañara su canto, o el espectáculo extraordinario de un ballet como el nuestro, que pronto cumplirá un importante aniversario más (Aplausos). Cuando decenios atrás surgió la radio, cientos de miles de personas, incluso millones, podían escuchar una noticia cientos de miles de veces. En cierta ocasión, un programa de radio que transmitía la narración de un famoso escritor, estuvo a punto de producir una catástrofe entre personas que creyeron que lo narrado se estaba produciendo.

Ahora con la televisión, si ella canta, en una hora pueden verla y escucharla 3 millones de cubanos; o 100 millones pueden ver un partido de fútbol. De un partido de fútbol se enteraban unos pocos, a veces cuando llegaba un cable y salía un periódico y el periódico llegaba al lector si sabía leer. Si tiene hoy un televisor, usted se encuentra con que el esfuerzo de un artista está siendo disfrutado por millones de personas. No es igual en todas las actividades, pero la multiplicación de la productividad ocurre con muchas.

Antes un hombre con un burrito trasladaba 100 ó 150 kilogramos algunos kilómetros; ahora en un camión que lleva entre 20 y 50 toneladas, recorriendo a veces miles de kilómetros, o en un tren. Con la electrónica se han multiplicado igualmente las posibilidades.

La técnica desaloja al hombre del empleo, y el capitalismo no aporta enseñanza moral alguna, no contiene nada ético, todo es comercial. Así no se puede educar a un pueblo, muchas veces convierte en egoísta, ambicioso, hasta en bandido a las personas.

Hemos visto lo que acaba de ocurrir en Venezuela, es horrible. Ayer el presidente Chávez explicaba el mar de mentiras del aparato mediático, y las iba desenmascarando una a una. Pero allí en Venezuela, el imperio se empeña en crear un problema, donde la Revolución ha ido creando una conciencia, a partir -como pasó aquí- de las cosas que la Revolución hizo por el pueblo, aportando derechos que el pueblo nunca tuvo y, principalmente, educación.

Fíjense que la Revolución comenzó primero por la educación, y después continuó por la salud y así, es otro pueblo, es otro ser humano, es otra vida que vale la pena vivirse.

Cuántos millones de personas no hay que necesitan una silla de ruedas, o necesitan un equipito para oír, o una operación de la vista para no quedarse ciegos. Solo en Bolivia nuestros médicos han operado de catarata a más de medio millón de personas (Aplausos). O sea, las posibilidades de hacer bien son extraordinarias si se prepara al pueblo, esas son las ideas, es lo que defendemos. Pero hoy no hacemos nada con plantear ideas, defenderlas y luchar por ellas sin la existencia de la humanidad, en la cual cada ser humano nació, tuvo el privilegio de poder pensar, de tener inteligencia, de conocer la vida.
Ninguno de los otros seres vivientes conoce cosas como estas de las que estamos hablando. Y ya que el hombre tuvo ese privilegio, lo menos que debiera hacer es tratar de salvar la especie. ¿Por qué van a sacrificar a todos los niños y tiene que ocurrir lo que le ocurrió a la señora sobreviviente de Hiroshima cuando tenía dos años? Y no lo supo hasta que tuvo alrededor de 38, cuando le habló el padre, porque después eran discriminados, nadie sabía lo que era el efecto de las radiaciones, creían que se contagiaba con ella a otros.

Ahora imagínense, con la teoría que explicó aquí un científico de los más eminentes, sobre el invierno nuclear. Cien bombas de las 25 000 que hoy existen, mucho más potentes, crearían un invierno nuclear: la producción de alimentos desaparecería en cuestión de semanas, encima de lo golpeada que está por el deterioro del medio ambiente; en la pesca, la sobreexplotación brutal; las aguas, muy contaminadas, la industria ha lanzado sobre el mar y sobre los lagos enormes cantidades de mercurio y otros productos químicos. ¡Ah!, mientras eran pocos los habitantes del planeta, la naturaleza extensa le permitía ir resistiendo. El número de habitantes es ya más de 6 000 millones. Se calcula que en el 2050 serán 9 000 millones. Tienen que alimentarse, es su primera necesidad. ¿Se imaginan miles de millones de personas, aunque no los haya matado directamente una de las 100 bombas, que se queden absolutamente desprovistos de alimentos, y a temperaturas por debajo del punto de congelación? No funcionaría nada. Sería una agonía inconcebible.

Son cosas duras, pero hay que pensarlas, hay que decirlas; que no se pueda pensar que la humanidad fue hacia una hecatombe sin que nadie lo advirtiera. No se trata de méritos para nadie; nadie está luchando por una medalla o algo parecido, es la racionalidad elemental lo que obliga a que cada uno de nosotros tenga que pensar en eso y tenga que advertir. Es su deber hacer un esfuerzo, porque todos tienen padre, madre, hijos, todos tienen personas a las cuales aman. Pero, además, las personas más generosas aman al prójimo también, aman a los demás, aman a los vecinos, y se preocupan por ellos. El internacionalismo es luchar por aquellos que están sometidos al apartheid, a la esclavitud o al hambre.

Cualquiera de nosotros ha vivido las distintas etapas, desde que no sabía leer ni escribir hasta hoy, y sabe cómo la conciencia se puede ir desarrollando. Entonces, todos nosotros hemos adquirido un nivel determinado de conocimiento. Hay que luchar por eso, es lo que afirmo. ¡Hay que luchar sin buscar nada! Y me parece que, si a veces se esfuerza la gente por cosas intranscendentes, esto es algo por lo cual vale la pena esforzarse (Aplausos).

Perdónenme que les haya robado unos minutos más, pero me alegro mucho de haberles podido añadir estas cosas (Del público le dicen: “¡Usted es nuestro Premio Nobel de la Paz, porque lo lleva en el corazón y lo ha demostrado en estos cincuenta años!”)(Aplausos.)

¿A qué hora comenzamos nosotros? (Le dicen que a las 9:07; lleva 30 minutos.)

¿Sí? Pues, miren, no hemos cumplido ni las dos horas (Risas); pero me voy, porque empieza ya a hacer calor.
(Exclamaciones de: “¡Viva!” y “¡Fidel, Fidel, Fidel!”)

(Ovación).

Tuesday, September 28, 2010

¡Hemos cumplido y ustedes seguirán cumpliendo la promesa de aquella eterna noche!

Discurso del Comandante en Jefe Fidel Castro en el acto por el 50 aniversario de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), en el antiguo Palacio Presidencial, La Habana, Cuba, 28 de septiembre de 2010.

Queridos compatriotas:

Aquel 28 de septiembre de 1960 yo regresaba de la ciudad de New York, donde había participado durante 10 días, en la reunión más importante que se había convocado hasta entonces.

Allí tuve el honor de conocer a los más importantes líderes del campo socialista, entre ellos, el Primer Ministro de la URSS, Nikita Sergéyevich Jruschov, y a un grupo de los líderes más prestigiosos del Tercer Mundo.

A la República Popular China, no se le reconocía su derecho a representar a ese enorme y milenario país.

La Revolución Cubana, en nuestra pequeña e ignorada isla, estaba recién nacida, pero el hecho de venir al mundo, a sólo 90 millas del poderoso imperio, se convirtió en algo que ponía a prueba la soberbia de la superpotencia dominante en nuestro hemisferio y en gran parte del mundo.

Viví una singular experiencia en ese país que es sede de la Organización de las Naciones Unidas, lo cual determinó la decisión de hablarle a la Asamblea General con toda franqueza cuando me correspondió el turno, el 26 de septiembre. El discurso que les dirigí, fue para mí el complemento de las ideas que expresara en La Historia me Absolverá, después del juicio del Moncada. No se trataba de una acción premeditada, fue la respuesta de un revolucionario cubano al atroz vasallaje que se estaba evidenciando en el mundo.

Al cumplirse hace dos días el 50 aniversario, me habría gustado escribir sobre aquel episodio. No se comprenderían bien las ideas a las cuales dediqué mis modestos esfuerzos, a lo largo de tantos años, sin tomar en cuenta lo que ese día dije.

Lo menciono como antecedente del estado de ánimo con que participé en el acto que ustedes conmemoran hoy, y el privilegio que significa para mí, volver a reunirme con ustedes 50 años después.

La inmensa mayoría de los aquí reunidos no habían nacido todavía. Los demás, tenían entonces menos de 30 años, eran jóvenes, adolescentes o niños, y sólo muy pocos tenían mi edad actual

Recogí lo esencial, y utilizando frases y párrafos textuales, sinteticé las ideas más importantes del discurso que pronuncié aquella noche en que nació nuestra gloriosa organización. A ustedes les gustará más que yo reitere esas ideas a que yo hable de otra cosa.

Comencé aquella tarde quejándome de que me hicieran un recibimiento multitudinario en el aeropuerto; había además problemas aquí con los micrófonos. Nos faltaba experiencia en la organización de actos, y les conté en parte las impresiones que traía de New York, les dije: después de “haber vivido diez días en la entraña del monstruo imperialista, para saber que monopolio y publicidad es allí una sola cosa [...] los órganos de publicidad nos combaten, mas no nos combaten con razones, porque razones, de eso sí que carecen; nos combaten con mentiras [...] nos recuerdan [...] las historietas que nos hacían las agencias imperialistas de información, las revistas de los monopolios, [...] nos habían hecho creer que el atraco era bueno, que el robo era noble, que la explotación era justa y que la mentira era verdad…”

“Periódicos independientes, [...] periódico que diga la verdad se queda sin anuncios [...] Todo está movido por el afán de lucro, por el interés material, por el dinero, [...] qué distinto el resultado cuando el pueblo está bien orientado, cuando el pueblo conoce la verdad, cuando el pueblo lucha por algo y para algo, cuando la vida de los pueblos tiene un sentido, cuando un pueblo tiene un ideal, cuando un pueblo tiene algo por lo cual luchar! ¡Qué distinto el resultado!”

“Nosotros tenemos la más completa seguridad de que a pesar de todos los agravios que hemos sufrido, a pesar de todas las agresiones que ha soportado nuestro país, si aquí, por ejemplo, estuviera la sede de las Naciones Unidas, ningún ciudadano insultaría a un solo visitante, ningún acto de hostilidad se perpetraría contra ninguna delegación, porque en ese momento los cubanos sabríamos que había llegado la oportunidad de demostrar ¡que somos mil veces más decentes que los imperialistas!”

“Nosotros vimos vergüenza, nosotros vimos honor, nosotros vimos hospitalidad, nosotros vimos caballerosidad, nosotros vimos decencia en los negros humildes de Harlem. (Se oye entonces explotar un petardo.) ¿Una bomba? -Pregunto- (EXCLAMACIONES DE: ‘¡Paredón!, ¡Paredón! ¡Venceremos!, ¡Venceremos!’) (CANTAN EL HIMNO NACIONAL Y EXCLAMAN: ‘¡Viva Cuba!, ¡Viva la Revolución!’) -Continúo- Ese petardito ya todo el mundo sabe quién lo pagó…”

“… ¡qué ingenuos son! Si cuando tiraban bombas de 500 [...] y hasta de 1 000 libras que decían ‘Made in USA’ no pudieron hacer nada [...] a pesar de sus aviones, sus cañones y sus bombas, los casquitos se tuvieron que rendir [...] no pudieron tomar la Sierra Maestra, ni pudieron librarse de los cercos [...] Son los gajes de la impotencia y de la cobardía [...] si el pueblo está aquí en plan de resistir, no ya los petarditos [...] el pueblo está en plan de resistir lo que tiren o lo que caiga, aunque sean bombas atómicas…”

“¡…por cada petardito que pagan los imperialistas nosotros construimos quinientas casas! ¡Por cada petardito [...] nosotros hacemos tres veces más cooperativas! ¡Por cada petardito [...] nacionalizamos un central azucarero yanki! ¡Por cada petardito [...] nacionalizamos un banco yanki! ¡Por cada petardito [...] refinamos cientos de miles de barriles de petróleo! ¡Por cada petardito [...] construimos una fábrica…! ¡Por cada petardito [...] creamos cien escuelas en nuestros campos! ¡Por cada petardito [...] convertimos un cuartel en una escuela! ¡Por cada petardito [...] hacemos una ley revolucionaria! ¡Y por cada petardito [...] nosotros armamos, por lo menos, mil milicianos!”

(Recuerdo que cada párrafo, y a veces, cada frase, era apoyada por aplausos y exclamaciones entusiastas de las masas.)

“…parece -continué- que de verdad se han creído eso de que vienen los ‘marines’ [...] que ya está el café colado… Vamos a establecer un sistema de vigilancia colectiva, ¡vamos a establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva!” -repetí.

“…vamos a ver cómo se pueden mover aquí los lacayos del imperialismo, porque, en definitiva, nosotros vivimos en toda la ciudad, no hay un edificio de apartamentos de la ciudad, ni hay cuadra, ni hay manzana, ni hay barrio, que no esté ampliamente representado aquí. Vamos a implantar, frente a las campañas de agresiones del imperialismo, un sistema de vigilancia colectiva revolucionaria que todo el mundo sepa quién vive en la manzana, qué hace el que vive en la manzana y qué relaciones tuvo con la tiranía; y a qué se dedica; con quién se junta; en qué actividades anda. Porque si creen que van a poder enfrentarse con el pueblo, ¡tremendo chasco se van a llevar!, porque les implantamos un comité de vigilancia revolucionaria en cada manzana… para que el pueblo vigile, para que el pueblo observe, y para que vean que cuando la masa del pueblo se organiza, no hay imperialista, ni lacayo de los imperialistas, ni vendido a los imperialistas, ni instrumento de los imperialistas que pueda moverse.”

“Están jugando con el pueblo y no saben todavía quién es el pueblo; están jugando con el pueblo, y no saben todavía la tremenda fuerza revolucionaria que hay en el pueblo. [...] hay que dar nuevos pasos en la organización de las milicias; hay que ir a la formación, ya, de los batallones de milicias, zona por zona, en todas las regiones de Cuba, ir seleccionando cada hombre para cada arma, e ir dándole estructura a toda la gran masa de milicianos, para que lo antes posible estén perfectamente formadas y entrenadas nuestras unidades de combatientes.”

(Alguien propone una medida drástica)

Le respondo:

“No hay que apretar antes de que llegue la hora; no hay que apurarse por eso, ¡no hay que apurarse…! -reiteré- Déjenlos que se apuren ellos; nosotros: conservar nuestra serenidad y nuestro paso, que es un paso firme y seguro.”

“Una de nuestras impresiones en este viaje, [...] es la cantidad de odio que hacia nuestro pueblo revolucionario siente el imperialismo; el grado de histeria contra la Revolución Cubana a que ha llegado [...] el grado de desmoralización con respecto a la Revolución [...] ya ustedes lo vieron: frente a las acusaciones de Cuba, todavía lo están pensando para responder, porque en realidad no tienen nada con qué responder.”

“…que todos sepamos perfectamente bien que es una lucha larga, larga y dura [...] nuestra Revolución se ha enfrentado al imperio más poderoso del mundo [...] el imperialismo yanki es el más poderoso, en recursos económicos, en influencias diplomáticas y en recursos militares [...] no es como el inglés más maduro, más experimentado; es un imperialismo soberbio, enceguecido por su poder [...] Es un imperialismo bárbaro, y muchos de sus dirigentes son bárbaros [...] que no tienen que envidiarles absolutamente nada a aquellos trogloditas de los primeros tiempos de la humanidad. Muchos de sus líderes, muchos de sus jefes, son hombres de colmillo largo. Es [...] el imperialismo más agresivo, más guerrerista y más torpe.”

“…estamos aquí en esta primera línea: un país pequeño, de recursos económicos escasos, librando, de frente, esa lucha digna, decidida, firme y heroica por su liberación, por su soberanía, por su destino.”

“…nuestra patria se enfrenta al imperio más feroz de los tiempos contemporáneos, y [...] que [...] no descansará en sus esfuerzos por tratar de destruir la Revolución [...] crearnos obstáculos [...] por tratar de impedir el progreso y el desarrollo de nuestra patria [...] ese imperialismo nos odia con el odio de los amos contra los esclavos que se rebelan. [...] a ello se unen las circunstancias de que ven sus intereses en peligro; no los de aquí, sino los de todo el mundo.”

“…nuestro caso era el caso del resto de los países subdesarrollados, era el caso de toda la América Latina, era el caso de todos los países de África, era el caso de todos los países del Medio Oriente, era el caso de los países de Asia y Oceanía [...] El resto del mundo subdesarrollado está siendo también explotado por los monopolios, y nosotros hemos dicho en Naciones Unidas, a todos los pueblos subdesarrollados: ‘Hay que nacionalizar las inversiones de los monopolios, sin indemnización alguna’. Nosotros les hemos dicho a los demás pueblos subdesarrollados: ‘Hagan lo que hemos hecho nosotros, no continúen siendo victimas de la explotación, ¡hagan lo que hemos hecho nosotros!’ Y es lógico que el imperialismo quiera destruir nuestra Revolución, para poder decirles a los demás pueblos: ‘Si hacen lo que hicieron los cubanos, les hacemos como a los cubanos.’”

“…eso es preciso que lo sepamos; que sepamos bien lo que estamos haciendo, que sepamos bien los intereses que estamos afectando, y que esos intereses no se darán por vencidos fácilmente, esos intereses no levantarán bandera blanca fácilmente.”

“Esta es una lucha larga, larga como poderosos son los intereses que la Revolución ha afectado.”

“…la idea más clara que traemos es que debemos redoblar el esfuerzo…”

“…más que las palabras [...] valen los hechos [...] se admira a nuestro país, no por las palabras, sino por los hechos; no por lo que diga allí un cubano, sino por lo que hacen o puedan hacer todos los cubanos.”

“El mundo se está haciendo una idea de nosotros, una idea mejor de la que tuvo nunca si es que alguna vez el mundo tuvo una idea de que nosotros existíamos. Y lo que hay detrás de esa opinión es un pueblo; [...] son los hechos de ese pueblo [...] nosotros pertenecemos a un minuto grande de la historia de la humanidad [...] nosotros pertenecemos a una hora decisiva del género humano [...] somos algo más que nosotros mismos [...] ¡somos pueblo, somos nación!; somos una idea; somos una esperanza; somos un ejemplo. Y cuando el Primer Ministro del Gobierno Revolucionario compareció en la ONU, no compareció un hombre, ¡compareció un pueblo! Allí estaba cada uno de ustedes…”

“… ¡nosotros [...] tenemos una gran responsabilidad ante el pueblo!, ¡así tiene que sentirse cada uno de ustedes!, y llevar esa idea en la mente.”

“(SE ESCUCHA UNA SEGUNDA EXPLOSION. EXCLAMACIONES DE: ‘¡Paredón!, ¡Paredón! ¡Venceremos!, ¡Venceremos!’ LOS ASISTENTES CANTAN A CORO EL HIMNO DEL 26 DE JULIO Y POSTERIORMENTE EL HIMNO NACIONAL.)”

“¡…déjenlas que suenen, con eso están entrenando al pueblo en toda clase de ruidos!”

“¡Por lo que veo, esta noche le va a salir cara a su señoría!”

“…estos hechos vienen simplemente a confirmar lo que veníamos diciendo, de que la Revolución tiene delante una lucha larga y dura [...] nosotros insistíamos en que cada uno tomara muy en cuenta su papel y su responsabilidad.”

“Las cosas fáciles no son las que dan, a la larga, los mejores frutos; para la vida de los pueblos las cosas difíciles son las que vale la pena realizar.”

“…nadie piensa que los años venideros sean años de tranquilidad y de comodidad [...] eso es lo que nos libera de las tristezas y de las vergüenzas del pasado; lo que hace feliz a nuestro pueblo, es saber que el Primero de Enero no finalizaba la Revolución, sino que empezaba; [...] el futuro, la victoria de mañana, ¡será el fruto del esfuerzo de todo el pueblo! [...] en el futuro hay un puesto para cada uno de nosotros.”

“…no hemos hecho más que comenzar, [...] estamos en las primeras páginas del gran libro de la historia que el pueblo de Cuba está escribiendo.”

“…esa victoria la obtendremos con dos cosas: inteligencia y valor; con la cabeza y con el corazón. Nunca dejar ni que nos arrastre el valor por encima de la inteligencia, ni tampoco que la inteligencia vaya delante del valor. ¡Inteligencia y valor han de marchar juntos por el camino que conduce a la victoria!”

“No subestimar al enemigo imperialista [...] ¡El enemigo imperialista cometió el error de subestimarnos a nosotros!”

“…le pedimos al Presidente de la Asamblea (de la ONU) que tomara cuenta de nuestra preocupación por las campañas que estaban haciendo, preparando el campo, creando la histeria y propiciando condiciones públicas favorables para promover allí un pretexto, fabricar allí, a través de una autoagresión [...] debemos hacer lo que a nosotros nos convenga, no lo que a ellos les convenga.”

“…dejamos bien sentado que nosotros íbamos a reclamar nuestra soberanía sobre aquel pedazo de la base, por medio del derecho internacional, es decir, por vías legales y no por medio de las armas. Nuestras armas no las tenemos para hacer con ellas lo que el enemigo quiera, sino lo que el enemigo no quiera; nuestras armas siempre han de estar listas para defendernos, listas para resistir, listas para destruirlo cuando se lancen contra nosotros.”

“El enemigo imperialista es taimado, es bajo, es artero, es capaz de lo más inimaginable, acude a cualquier arma, desde el asesinato de dirigentes hasta invasiones militares, nosotros debemos ser no solo valientes, sino también inteligentes [...] al enemigo imperialista hay que desenmascararlo ante la opinión pública del mundo [...] ya nosotros hemos pasado del ABC en cuestiones revolucionarias y políticas, ya [...] hemos pasado el primer grado, el segundo grado, el tercer grado, estamos ya en el bachillerato sobre esos temas.”

“Cuba nunca opinaba, hacíamos lo que ellos ordenaban [...] ahora Cuba opina [...] estamos aprendiendo geografía política internacional.”

“…cada uno de ustedes tiene la obligación de saber y de instruirse [...] conocer los problemas políticos, sociales, económicos, de Cuba y de fuera de Cuba: porque si no nosotros no pasamos del bachillerato y tenemos ahora que llegar un día a ser doctores en revolución y en política.”

“¡Es muy hermoso ir allí y poder decirles a los demás pueblos que hemos creado diez mil nuevas aulas…! [...] Estamos creando tantas universidades, tantas ciudades escolares, están surgiendo tantos técnicos, [...] hemos elevado el per cápita de producción nacional, hemos elevado el número de nuestras fábricas, hemos elevado nuestra producción agrícola, hemos elevado el rendimiento en nuestro trabajo…”

“…los que vienen aquí y ven el esfuerzo que está haciendo nuestro pueblo en medio del hostigamiento del imperialismo, se admiran y se asombran de lo que un pueblo pequeño frente a tantos obstáculos es capaz de hacer.”

“Ese es el orgullo que sostiene a nuestros delegados en cualquier parte del mundo y esa es la idea fundamental que queríamos exponer aquí esta noche. ¡Y gracias por los petarditos, porque nos han valido de mucho con respecto a lo que estábamos explicando! ¡Y gracias porque ha servido para probar el temple que tiene nuestro pueblo, para probar el valor de nuestro pueblo; porque ni una mujer se ha movido de su puesto! ¡Ningún hombre se ha movido de su puesto, ni se moverá de su puesto ante ningún peligro, ante ningún ataque! ¡Cada uno de nosotros somos soldados de la patria, no nos pertenecemos a nosotros mismos, pertenecemos a la patria! ¡No importa que cualquiera de nosotros caiga, lo que importa es que esa bandera se mantenga en alto, que la idea siga adelante!, ¡que la patria viva!”

Hasta aquí, aquel discurso, expresadas las ideas esenciales con las propias palabras, como prometí.

Compatriotas:

Con el recuerdo de todos los caídos en defensa de nuestra Revolución y sus justas ideas, de la inolvidable imagen del pueblo heroico que hace 50 años fue capaz de abrazar el principio martiano de que “Patria es Humanidad”, no vacilo en proclamar que: ¡hemos cumplido y ustedes seguirán cumpliendo la promesa de aquella eterna noche!

Muchas gracias.


Fidel Castro Ruz
Septiembre 28 de 2010

Monday, September 27, 2010

Lo que quieren es el petróleo de Venezuela

Ayer dije lo que haría si yo fuera venezolano, expliqué que los pobres eran los que más sufrían con las catástrofes naturales y razoné por qué. Más adelante añadí: “…donde el imperialismo domina y la oligarquía oportunista recibe una parte jugosa de los bienes y servicios nacionales, las masas no tienen nada que ganar o perder y, al imperio, no le preocupa un bledo las elecciones” y que “En Estados Unidos, ni siquiera las elecciones presidenciales movilizan más del 50% de los que tienen derecho a votar.”

Hoy añadiría que, aún cuando en las mismas se elige la totalidad de la Cámara de Representantes, una parte del Senado y otros importantes cargos, no logran superar esa proporción.

Preguntaba por qué, en cambio, emplean sus enormes recursos mediáticos para tratar de hundir al Gobierno Revolucionario Bolivariano en un mar de mentiras y calumnias. Lo que los yankis quieren es el petróleo de Venezuela.

Todos hemos visto en estos días electorales a un grupo de bastardos personajes que, en compañía de mercenarios de la prensa local escrita, radial y televisiva, llegan a negar incluso la libertad de prensa en Venezuela.

El enemigo logró una parte de sus propósitos: impedir que el Gobierno Bolivariano contara con el apoyo de las dos terceras partes del Parlamento.

El imperio tal vez crea que obtuvo una gran victoria.

Pienso exactamente lo contrario: los resultados del 26 de septiembre constituyen una victoria de la Revolución Bolivariana y su líder Hugo Chávez Frías.

En estas elecciones parlamentarias la participación de los electores se elevó al record de 66,45 por ciento. El imperio con sus inmensos recursos no pudo impedir que el P.S.U.V., faltando 6 por adjudicar, obtuviera 95 de los 165 miembros del Parlamento. Lo más importante es el ingreso en esa institución de un elevado número de jóvenes, mujeres y otros militantes combativos y probados.

La Revolución Bolivariana tiene hoy el Poder Ejecutivo, amplia mayoría en el Parlamento y un partido capaz de movilizar a millones de luchadores por el socialismo.

Estados Unidos no cuenta en Venezuela más que con fragmentos de Partidos, hilvanados por el miedo a la Revolución, y groseras apetencias materiales.

No podrán acudir al golpe de Estado en Venezuela como hicieron con Allende en Chile y otros países de Nuestra América.

Las Fuerzas Armadas de ese hermano país, educadas en el espíritu y el ejemplo del Libertador, que en su seno incubó los jefes que iniciaron el proceso, son promotoras y parte de la Revolución.

Tal conjunto de fuerzas es invencible. No lo vería con tanta claridad sin la experiencia vivida durante más de medio siglo.



Fidel Castro Ruz

Septiembre 27 de 2010

3 y 24 a.m.

Sunday, September 26, 2010

Lo que jamás podrá olvidarse (Tercera parte)

Matsumi Matsumura.- Comandante, nosotros estuvimos con una brigada que estaba trabajando en Shihan y tuvimos oportunidad de conocer a los familiares de los Cinco Héroes y aprendimos mucho sobre el tema de los Cinco Héroes. También a bordo hemos venido aprendiendo sobre este tema.

Como usted acaba de referir, el día 12 de septiembre fue el doce aniversario de los Cinco Héroes, y nosotros, los miembros de Peace Boat, queremos también su liberación, cuanto antes mejor; por nuestra parte, desde lejos, desde Japón, prometemos apoyar esta campaña (Aplausos).

Comandante, entonces lo que estaba diciendo es que ya hemos ido aprendiendo.

Además, usted mencionó el tema del sistema de educación y también el sistema de salud en Cuba. Ahora nosotros estamos aquí, pero, como usted sabe, tenemos muchas organizaciones que nos esperan, y sería muy bueno que tengamos más tiempo para conocernos directamente el pueblo japonés y el pueblo cubano.¿Qué le parece?

Cmdte.- Este es un momento importante. En Naciones Unidas están discutiendo -yo sé que ustedes pertenecen a Naciones Unidas como miembros del Consejo Económico Social- las metas de las Naciones Unidas, tienen una conferencia allí, antes de comenzar el debate general. Bueno, Naciones Unidas es lo único que se supone que tenemos, porque en ocasiones parece que no existe, ya que se discuten los problemas del desarrollo, las metas de desarrollo, las metas en educación, las metas en salud, y cada vez se cumplen menos; por el contrario, cada vez que hay una crisis se produce un retroceso.

El poder adquisitivo de los propios norteamericanos ha disminuido su capacidad de compra un 43,6%. Ustedes se imaginan una economía en que, de repente, deja de comprarse mucho de lo que producen los servicios, la industria, etcétera, y el desempleo que origina.

Desgraciadamente uno ha tenido que recoger mucha información sobre Estados Unidos, y les puedo asegurar que es un desastre. Es una “gran democracia”, de tal modo que tienen 12 000 lobbistas en el Congreso de Estados Unidos trabajando para las transnacionales, que cuestan 3 500 millones de dólares al año. Son medidas de tiempos pretéritos que han degenerado increíblemente. Resultado: todas las grandes empresas controlan y manipulan el Congreso de Estados Unidos, que disfruta de la capacidad de ratificar los acuerdos o aprobar presupuestos y leyes. Si hay un acuerdo de desarme o un acuerdo de reducción de armas nucleares, independientemente de su magro alcance, tiene que ser aprobado por el Congreso.

Ya no se sabe cuál es el papel de un presidente en Estados Unidos, muchas veces no puede hacer nada, y es el hombre que tiene un maletín nuclear sin que nadie tampoco sepa para qué sirve ese maletín. No hay que olvidarse de que cuando lanzaron la bomba sobre Hiroshima y Nagasaki eran las dos únicas que existían, y un presidente mediocre e ignorante decidió lanzarlas. Tengo la seguridad de que Roosevelt no habría lanzado esas bombas, era otro tipo, capitalista por supuesto, jefe del Estado capitalista e imperialista más rico; pero un hombre con amplia educación, y determinada ética política, menos identificado personalmente con las grandes fortunas. El que vino después, ni a los aliados soviéticos les informó que tenían la bomba. Y lo más cruel, no era necesario usar esa bomba, está demostrado históricamente, el grueso de las fuerzas imperiales de Japón, concentradas en Manchuria, estaban totalmente derrotadas, el gobierno militarista japonés no podía ya sostenerse. Para alcanzar la victoria, ya en manos de los ejércitos aliados, no había que lanzar esas bombas, lo peor, no pueden alegar que trataban de ahorrar vidas; las fuerzas soviéticas avanzaban incontenibles en Manchuria, y el final de la guerra era sólo cuestión de días.

Si buscaban un pretexto militar, ¿por qué no lanzaron las dos bombas sobre instalaciones o bases militares? ¿Por qué las lanzaron sobre la población civil? ¿Por qué tomaron la decisión de matar a más de 100 000 personas y crear tanto sufrimiento? Ellos sí conocían lo que era esa bomba. Y por ahí fue mostrado hace breves días un filme donde aparece el avión que llevó la bomba, le pusieron el nombre de la madre del piloto. ¡Vean qué orgullo! ¡Qué honor! ¿Cómo se le puede asignar el nombre de una madre al avión que lanzó la bomba que mató más de 100 000 personas en cuestión de minutos?

Fue un acto cruel, un experimento incalificable a costa del sufrimiento de cientos de miles de personas indefensas que no tenían culpa alguna de la guerra.

Junko hablaba de que estuvieron en Viet Nam para ver el efecto del agente Naranja. ¿Cuántos niños, cuántos millones de vietnamitas murieron en esa guerra? Alrededor de 4 ó 5 millones. ¿Cuántos no quedaron inválidos con motivo de esos productos químicos que usaron? Las armas químicas las usaron en otra contienda, las entregaron a Iraq cuando la guerra contra Irán. El gobierno de Estados Unidos ha empleado también las armas bacteriológicas, las utilizaron contra Cuba; usan igualmente el fósforo vivo y las bombas de racimo, el napalm y otros medios similares a través de aliados.

Le queda al Presidente la facultad del arma nuclear o de iniciar una guerra. Después que se desate la guerra… Y eso tiene especial importancia, porque en este mismo momento hay una situación de peligro real de guerra y de guerra nuclear. Todos conocemos la situación que existe hoy en Irán. Todos conocemos que hay amenazas sobre Irán con motivo de la discordia sobre el procesamiento de uranio. No han podido probar que los iraníes estén haciendo un arma nuclear o que se propongan hacerla.Tienen centros de investigación, muchos países tienen centros de investigación, y prácticamente hoy hay alrededor de 40 naciones que podrían producir el arma nuclear, incluido el enriquecimiento del uranio.

Los iraníes tienen centros de investigación, poseen plantas eléctricas que funcionan con combustible nuclear. De una planta eléctrica en que utilicen esa energía, sale la materia prima para el plutonio, el arma nuclear usada en Nagasaki. Los rusos han suscrito acuerdos con Irán: entregan el uranio, los iraníes lo consumen en la producción eléctrica y ellos se llevan lo que quede después de producir la electricidad.

Yo les advierto que hay una situación de mucho peligro. Han llevado una escuadra norteamericano-israelita a las costas de Irán, están allí los barcos, han hecho adoptar acuerdos en el Consejo de Seguridad, partiendo de cálculos erróneos, piensan que van a doblegar la resistencia. Mi opinión es que no van a doblegar la resistencia iraní, que por la fuerza no van a lograr acuerdo alguno.

El Estado de Israel ha estado haciendo programas, se ha convertido, puede decirse, en la quinta potencia nuclear del mundo, y está decidido, ya lo hizo con Iraq, atacó el centro de investigación nuclear; lo hizo con Siria, atacó el centro de investigación, esto fue en el 2007; el de Iraq fue en la década del 80, y según artículos de periodistas bien informados y por declaraciones de sus líderes, se conoce que están decididos, si los norteamericanos no atacan a Irán, a llevar a cabo esas acciones por su cuenta, para destruir los centros de investigación, destruir las plantas que estén funcionando, o a punto de funcionar para producir electricidad.

Sobre eso yo escribí, sobre todo, sobre los peligros de guerra en esa zona. Tenía 26 Reflexiones con la última, en que hablé de los gitanos, otro de los grupos que fueron sometidos al exterminio en los campos de concentración nazi; las principales víctimas fueron hebreos, gitanos, y los rusos, en virtud de la cínica doctrina hitleriana del espacio vital.

Tengo mis posiciones con relación a todo eso, nunca he vacilado en condenar el holocausto, porque fue un acto cruel; pero esa es una posición y otra lo relacionado con el intervencionismo y los planes guerreristas de Israel.

Todos esos problemas están andando. Les recomiendo a ustedes que le presten atención a todo eso. Yo no sé qué material podemos enviarles, quizás las reflexiones que hemos publicado sobre el tema.

Bueno, ¿cuántos traductores de japonés tenemos?

Kenia Serrano.- En Cuba, pocos; pero ellos pueden ayudar a llevarlo al japonés.

Cmdte.- Vamos a enviarles también la conferencia de Robock y algún otro material.

De modo que lo que podemos hacer modestamente es cooperar con ustedes en todo lo que podamos. Seguramente que ustedes tienen la película Home, del cineasta francés Yann Arthus-Bertrand, sobre el medio ambiente. Es una de las mejores cosas que se han hecho.

Si atacan a Irán para destruir los reactores, la guerra se vuelve nuclear, sencillamente, porque los iraníes han desarrollado armas convencionales defensivas, han desarrollado los aviones sin pilotos, tienen cientos de lanzadores de misiles; no quedaría un barco de superficie intacto, porque este se puede defender de uno, de dos, pero no de numerosos proyectiles que se lancen simultáneamente, hasta donde he podido conocer. ¿Usted se imagina tal situación? Si subestiman a los iraníes y lanzan un ataque contra esos lugares, las pérdidas de los agresores van a ser muy altas. Los agresores saben que una interminable guerra se iniciaría, ¿quién controla semejante situación? Una orden de ataque es fácil emitirla, así se iniciaron todas las guerras, pero, a mi juicio, puede ser también la última, porque en ese caso, inevitablemente se volvería nuclear según mi criterio. Ojalá no ocurra, pero es uno de los peligros a corto plazo que considero inminente.

Nosotros, como les decía, estamos en disposición de colaborar modestamente y agradeceríamos todas las noticias que ustedes nos pudieran enviar, y si siguen viniendo y tenemos tiempo, digo tiempo si no nos interrumpen otras cosas, volveremos a reunirnos.Se lo prometo.

Gracias (Aplausos).

Nao Inoue.- Muchísimas gracias.

Nosotros aprovechamos y también aprendimos mucho.

Para conocer la realidad que está ocurriendo aquí en La Habana, de hecho los participantes del barco de la paz -bueno acabamos de llegar- solamente conocemos la terminal del crucero. Entonces después vamos a salir de aquí para conocer las actividades también, las labores que los cubanos están realizando y también para ver directamente las actividades y las políticas que ustedes construyeron.

De verdad, muchísimas gracias.

Cmdte.- No van directo a Nicaragua, ¿verdad?

Matsumi Matsumura.- Pasamos por Jamaica, después el canal de Panamá y después a Corinto, Nicaragua.

Aquí me gustaría presentar a un invitado muy importante que está aquí, el Ministro de Cultura de Nicaragua, Comandante. Señor Luis Mora, Ministro de Cultura (Aplausos).

Cmdte.- ¿Pero él vino con ustedes o los esperó aquí?

Luis Mora.- Estaba aquí en Cuba para abordar el barco.

Cmdte.- ¿Pero tú vas para Jamaica?

Luis Mora.- Para Nicaragua, para Corinto.

Cmdte.- ¿Y el otro cuál es?

Luis Mora.- Estamos aquí con mucho gusto de estar con usted.Saludos de Daniel y de Rosario, del pueblo de Nicaragua al pueblo hermano de Cuba, que tanto queremos y tanto nos ha ayudado.

Cmdte.- Muchas gracias.

Luis Mora.- Claro, claro.

Matsumi Matsumura.- Muchísimas gracias.

A su lado, y también asesor, de la parte caribeña, el señor John Hopkison.

Intérprete.- De la parte caribeña de Nicaragua.

John Hopkison.- Mucho gusto, de la costa caribe de Nicaragua, de Bluefields, donde estuvo usted, Comandante, caminando por las calles de Bluefields hace muchos años.

Cmdte.- Sí, sí, me alegro mucho (Aplausos).

Nao Inoue.- Eso es una campana y espero que en su habitación salga un viento pacífico y también suena muy pacífico (Le hace entrega de la campana).

También me gustaría darle como obsequio nuestro barco, el Peace Boat, que está ahora en el puerto de La Habana, el Oceanic.

Kenia Serrano.- El crucero en el que ellos andan se llama SOS Oceanic, tiene bandera panameña.

Cmdte.- Bueno, voy a guardarlo.

Nao Inoue.- De verdad, muchísimas gracias nuevamente por recibirnos a nosotros. Nos comprometimos a seguir adelantando nuestras actividades y, sobre todo, colaborando con el ICAP, que siempre nos está brindando apoyo para hacer programas aquí e intercambios, encabezado por Kenia y también la vicepresidenta Alicia Corredera, que siempre nos apoya.

Muchísimas gracias, Comandante (Aplausos).

(Le entregan obsequios.)

Cmdte.- Les robé creo que una hora adicional, pero espero que con los demás puedan cumplir. Por mi culpa ustedes van a salir una hora más tarde (Risas y aplausos).

En este punto concluyó el encuentro. La objetividad de lo que les expresé puede ser demostrada.

Ustedes pudieron observar que, cuando hablé de Franklin D. Roosevelt, dije que a mi juicio no habría lanzado aquellas bombas, era sinceramente antifascista y dentro del sistema económico y político del país, no redujo, sino elevó los impuestos a los millonarios, a tal extremo que la derecha lo odiaba; ésta era representada por Harry Truman en el seno del imperio.

El mundo debiera conocer, y meditar sobre el hecho de que Harry S. Truman, en un discurso por radio a la nación el 9 de agosto de 1945, afirmó textualmente:

“El mundo sabrá que la primera bomba atómica se dejó caer sobre una base militar de Hiroshima. Esto fue porque deseábamos en este primer ataque evitar, en la medida en que fuera posible, el asesinato de civiles…”

En Hiroshima no había ninguna base militar. El punto seleccionado fue un pequeño puente en medio de la ciudad.

Divulgar aquella mentira constituía un acto de repugnante cinismo. Truman estaba consciente y perfectamente informado del poder destructivo de aquella arma.

El pasado 6 de agosto, al cumplirse el 65 aniversario de aquel monstruoso crimen, el académico canadiense Michel Chossudovsky informó lo que el propio Harry S. Truman escribió en su diario 11 días antes del lanzamiento de la bomba:

“Hemos descubierto la bomba más terrible en la historia del mundo. Podría ser la destrucción de fuego predicha en la era del valle del Éufrates, después del Arca de Noé…. Esta arma se va a usar contra Japón… [Nosotros] la usaremos con el propósito de que los objetivos militares y soldados y marineros sean la meta y no las mujeres y niños. Incluso si los japoneses son salvajes, despiadados y fanáticos, nosotros como líderes del mundo para la asistencia social común no podemos dejar caer esa terrible bomba sobre la vieja capital o la nueva… La meta será meramente militar… puede ser la cosa más terrible alguna vez descubierta, pero puede ser de hecho la más útil.”

Fue sin duda alguna, el mayor y más cínico asesinato de la historia.



Fidel Castro Ruz

Septiembre 26 de 2010

11 y 45 a.m.

Saturday, September 25, 2010

Si yo fuera venezolano

Mañana es un día importante para Venezuela. Están anunciadas las elecciones para escoger a 165 miembros del Parlamento, y alrededor del importante evento se libra una histórica batalla.

Pero a la vez, las noticias sobre el estado del tiempo son desfavorables. Fuertes lluvias están azotando a la tierra que fue la cuna de El Libertador.

Las lluvias excesivas afectan a los pobres más que a nadie. Son los que tienen las viviendas más modestas, viven en los barrios más olvidados históricamente, con difícil acceso, calles malas y menos tránsito. Cuando las aguas invaden sus hogares, todo lo pierden. Ellos no disponen de las viviendas cómodas y seguras de los ricos, sus amplias avenidas y abundantes medios de transporte.

No se trata de una elección presidencial. En las exclusivamente parlamentarias, la población se moviliza poco y suele restarle importancia.

Por lo general, donde el imperialismo domina y la oligarquía oportunista recibe una parte jugosa de los bienes y servicios nacionales, las masas no tienen nada que ganar o perder y, al imperio, no le preocupa un bledo las elecciones. En los Estados Unidos, ni siquiera las elecciones presidenciales movilizan más del 50% de los que tienen derecho a votar.

¿Por qué en cambio, sus enormes recursos mediáticos se vuelcan esta vez contra Venezuela y la someten a un implacable bombardeo de mentiras y calumnias contra el Gobierno Revolucionario Bolivariano?

No intentaré amontonar argumentos para persuadir a un pueblo valiente y digno como el de Venezuela. He visto las movilizaciones populares y el fervor de millones de personas, especialmente de la gente más humilde y combativa, que ha tenido el privilegio de vivir una etapa nueva en la historia de su país, y ha devuelto al pueblo los fabulosos recursos de Venezuela. Ya su Patria no es una nación de analfabetos, donde millones de hombres, mujeres y niños sobrevivían en la extrema pobreza.

No les hablaré de una experiencia que Cuba vivió, de la cual hablan 50 años de resistencia heroica frente al bloqueo y los repugnantes crímenes del Gobierno de Estados Unidos.

Les digo simplemente lo que haría si fuera venezolano.

Me enfrentaría a las lluvias, y no permitiría que el imperio sacara de ellas provecho alguno; lucharía junto a vecinos y familiares para proteger a personas y bienes, pero no dejaría de ir a votar como un deber sagrado: a la hora que sea, antes de que llueva, cuando llueva, o después que llueva, mientras haya un colegio abierto.

Estas elecciones tienen una importancia enorme y el imperio lo sabe: quiere restarle fuerza a la Revolución, limitar su capacidad de lucha, privarla de las dos terceras partes de la Asamblea Nacional para facilitar sus planes contrarrevolucionarios, incrementar su vil campaña mediática y continuar rodeando a Venezuela de bases militares, cercándola cada vez más con las letales armas del narcotráfico internacional y la violencia.

Si existen errores, no renunciaría jamás a la oportunidad que la Revolución ofrece de rectificar y vencer obstáculos.

Si yo fuera venezolano, aún bajo rayos y centellas, lucharía hasta lo imposible para convertir el 26 de septiembre en una gran victoria.



Fidel Castro Ruz
Septiembre 25 de 2010
2 y 17 p.m.

Lo que jamás podrá olvidarse (Segunda parte)

Cmdte.- ¿Su padre a qué edad murió?

Junko Watanabe.- Tiene 98 años, está vivo.

Me gustaría prometerles a ustedes, con el motivo de trasmitirles el sentimiento de mi hermano, quien ya murió, y para trasmitirles el mensaje que tienen todos los sobrevivientes, y para que la nueva generación trasmita a la generación siguiente nuestro testimonio, yo voy a seguir dando testimonios. Muchísimas gracias (Aplausos).

Cmdte.- Yo le ruego que me excusen si le hago algunas preguntas, porque es que tenemos interés en que se conozca todo lo que ella está narrando; y, desde luego, si no tiene objeción, nosotros retransmitiremos este encuentro a través de la televisión nacional (Aplausos). Tenemos mucho interés en que nuestra opinión pública conozca todo esto, no solo trasmitirlo aquí, trasmitirlo en otros países, hacerles llegar noticias del encuentro. Es de suma importancia que se conozca todo lo que allí ocurrió, independientemente de lo que se haya publicado, filmado, y todas las cosas nuevas que van apareciendo.

Yo le explicaré luego por qué hago algunas preguntas aparte de esas.

Ella contaba que estaba en una casa próxima, que estaba en el patio con el hermano, cuando se produce la explosión y una nube de polvo. Ella conoce, por otros que estaban conscientes en ese momento, qué tiempo tardó en llegar ese polvo sobre las personas que estaban allí.

Junko Watanabe.- Cerca de 30 minutos, pero es que no llovió en todas partes, sino hacia donde el viento arrastró la lluvia.

Cmdte.- La lluvia. Pero hubo lluvia y hubo unas cenizas.

Junko Watanabe.- Realmente la lluvia de cenizas no existió, sino ese polvo ligado con la lluvia fue lo que llegó hasta donde estaban ellos; no fue separado, fue algo solo, único, ligado con toda la suciedad y con todas las cosas que arrastró con él.

Cmdte.- ¿Y no había techo donde ella estaba, estaba en un patio?

Junko Watanabe.- Nosotros estábamos a 18 kilómetros del lugar donde cayó la bomba.

Cmdte.- ¡Dieciocho kilómetros!

Intérprete.- Dieciocho kilómetros.

Cmdte.- Eso le iba a preguntar, porque hay un puente, creo, que señalan como el punto, el blanco donde se lanzó la bomba. ¿Fue a 18 kilómetros?

¿Tus padres estaban bajo techo?

Junko Watanabe.- Mi mamá estaba con mi hermano menor cargado en la parte de afuera de la casa, y mi papá estaba en Hiroshima, que había trabajado y de noche se dirigía hacia la casa; pero, bueno, él lo recibió estando dentro de un edificio. Incluso, él vio el avión que daba vueltas por encima de Hiroshima.

Cmdte.- Antes de disparar. Correcto.

¿Y la madre resultó también quemada?

Junko Watanabe.- No. Realmente, donde estábamos nosotros, a 18 kilómetros del lugar, lo que recibimos fue toda esta cantidad de papeles quemados, esa ola, ese viento que llegó hasta nosotros; pero quemarse como tal, eso no lo tuvimos.

Si hubiésemos estado un poquito más cerca, o sea, cerca del epicentro, no creo que estuviésemos hoy aquí haciendo el cuento.

Cmdte.- Correcto.

Yo quería contarles que recientemente tuvimos la visita de un investigador muy prestigioso, que es profesor emérito de la Universidad de Rutgers, New Jersey, y es el autor de la teoría del invierno nuclear. Esto, a nuestro juicio, es de suma importancia, porque se relaciona con los peligros actuales que está enfrentando la humanidad, y hay muchas cosas que se desconocen.

Este profesor visitó nuestro país y en una reunión de científicos hizo una exposición excelente de su teoría, una teoría con mucho prestigio; es a mi juicio irrebatible, y está relacionada con las consecuencias de una guerra nuclear. No se refiere, propiamente, a la destrucción que ocasiona -la cual sería enorme-, sino que analiza el peligro que significaría para la humanidad una guerra nuclear regional, ni siquiera una guerra global.

Parte del hecho actual, muy diferente del momento aquel en que se lanza la primera bomba nuclear. Toma en cuenta la situación, en este momento, en que existen 25 000 armas nucleares en el mundo. Imagino que muchos de ustedes conocen esos datos. El científico afirma que bastarían 100 explosiones nucleares y se produciría lo que él califica de invierno nuclear.

Fundamenta su teoría en una serie de investigaciones que han realizado científicos norteamericanos y científicos soviéticos antes de la desaparición de la URSS, sobre los efectos que produciría un número de armas nucleares que estallaran en una guerra. Ellos calcularon que unas 100 explosiones nucleares serían suficientes para liquidar la vida humana en el planeta, de modo que una guerra, por ejemplo, entre la India y Paquistán, con el número de armas que posee cada uno de ellos, sería suficiente para poner fin a nuestra especie.

A mí me parece que, aunque tal vez ustedes tengan suficientes noticias, nosotros podemos facilitarles una copia de la conferencia de Alan Robock -es el nombre del profesor que la impartió aquí hace muy poco, fue en este mismo mes-, que contiene datos de gran valor, los cuales les servirían a ustedes para la divulgación de las consecuencias, no solo por el daño que ocasionaría; por supuesto, las armas actuales son mucho más poderosas, mucho más precisas, mucho más rápidas. El poder de las armas existentes equivale a cuatrocientas cuarenta mil veces la potencia de cualquiera de las dos bombas que lanzaron en Japón sobre Hiroshima o Nagasaki; probaron las dos, una a partir del uranio y otra a partir del plutonio. Ya todas esas tecnologías se dominan y las armas se usan con precisión total.

Los acuerdos que se han tomado entre las grandes potencias prácticamente carecen de valor, porque no se traducen en una real reducción de las armas.

A mí se me ocurre que si la organización de ustedes hace contacto con él, que es un hombre muy generoso, él podría ofrecerles una conferencia sobre este problema.

Yo le preguntaba sobre la neblina, porque él explica y demuestra que, como consecuencia de las explosiones nucleares, todo arde, la madera; todo lo que procede del petróleo, y otras muchas cosas, como él explicaba, arden y, mezcladas con la tierra, producen grandes concentraciones de polvo. Lo tiene todo estudiado: qué ocurriría si fueran dos o si fueran 10, si fueran 100, y tiene un límite. Esa nube de polvo se extendería por todo el mundo en un período de tiempo, creo que no mayor de tres semanas, y la temperatura bajaría por debajo del punto de congelación. Bueno, implica, por ejemplo, una noche de meses, que no permite el cruce de la luz solar. Desaparece la producción de alimentos y las consecuencias son horribles; más de 6 000 millones de personas se quedarían sin alimentos, además del frío.

Yo le hice una pregunta cuando él terminó la exposición de una hora, con mapas, con gráficos; han estudiado todos los efectos de las erupciones de los volcanes; han estudiado cómo se extiende el polvo cada vez que ocurre una. Incluso, uno reciente en Islandia, en Europa, creó problemas muy serios. Han estudiado igualmente los grandes incendios que han ocurrido de manera natural, o como consecuencia de guerra o accidente. Yo le pregunto: “¿Cuántas personas en el mundo conocen esa información que usted está brindando?” Dice: “Casi nadie.” Le digo: “Y en su propio país, ¿cuántas personas lo conocen?” Me dijo: “Muy pocas.” Digo: “¿Y cómo puede explicarse ese fenómeno?” Le añadí, además: “A lo mejor hay que estudiarlo, buscar especialistas en psicología y en otras ramas para encontrarle una explicación a ese fenómeno”, y él me dijo entonces: “Tengo una respuesta: eso se llama estado de negación.” Él razonaba que cuando podían ocurrir cosas horribles, la gente rechazaba la idea de creerlas posibles.

A esa explicación que él da se le pudiera sumar otra, que está relacionada con los medios de información, el monopolio de los medios de información. Las cosas que suceden en el mundo, a pesar de los medios modernos que existen, radio, televisión, las filmaciones son manejadas de la forma que las noticias se suceden, pero no se explican, y realmente muchas de las más importantes que existen en el mundo no se conocen, o se dan noticias y no se analizan. Sobre eso hay libros muy importantes, sobre el monopolio de los medios de información; la verdad está secuestrada, no se conoce. Son dos fenómenos.

Yo le explicaba que nosotros no éramos pesimistas sobre la posibilidad de crear una conciencia. Yo les digo: se puede crear o no una conciencia. Desde luego, si las masas no saben leer y escribir no puede ni siquiera intentarse; si la sociedad tiene un nivel de conocimientos como lo tiene la sociedad japonesa, entonces con los propios medios de divulgación, no solo por escrito, sino con la palabra, con las imágenes, con la música, con otras muchas manifestaciones, se puede crear una conciencia hoy.

Les digo que ese era el caso de Cuba. Si la gente no sabía leer y escribir… ¿Qué puede hacer una persona que no sepa leer ni escribir? Si alcanzan o no un sexto grado, si se gradúan o no de bachiller, si cientos de miles realizan estudios universitarios, si tienen buenos profesores, se producen fenómenos diferentes. La Revolución no se ha defendido con la fuerza, se ha defendido con los conocimientos, con la conciencia. ¿Cómo podía un país pequeño, como Cuba, resistir 50 años de bloqueo y de hostigamiento? Creían que podían rendir el país, o que podían engañarlo, pero no pudieron. Era, a mi juicio, una demostración de que se puede formar una conciencia, porque si renunciamos a la idea de que la conciencia pueda crearse, entonces, ¿qué sería del trabajo de ustedes? Porque ustedes están recorriendo el mundo y explicando, llevando a las personas que conocieron de cerca eso, y contando hechos que son desgarradores, realmente. Y me explico todavía mejor lo que ustedes están realizando, porque lo están sintiendo, y están llevando personas que lo vivieron, y tienen las imágenes, tienen muchas cosas.

Yo estuve en Hiroshima. Visité el museo. Todo me lo explicaron allí: lo que resistió, lo que no resistió; y una de las imágenes tremendas de la tragedia humana era la estampa de los niños que no habían nacido todavía, madres gestantes a las que faltaba un mes, dos meses, tres meses, esas imágenes han quedado estampadas allí, y son de un gran impacto, y pienso que hay material para lograrlo. Yo diría que hoy hay mucha más conciencia; pero hace falta mucha más. Y el hecho real es que hoy toda la humanidad está amenazada de algo tan horrible como lo que ustedes han contado, e incluso más horrible todavía, porque lo hemos escuchado de las personas que estaban en el área de la primera bomba, el dolor por las personas que murieron, las personas que fueron quemadas, que fueron lesionadas o fueron irradiadas y han vivido más de 50 años. Hace en realidad 65 años de que se produjeron aquellas explosiones, y hoy miles de ellas más poderosas y precisas amenazan la humanidad.

El científico afirma la teoría de que, mientras más armas nucleares posea un país, menos posibilidades de paz y seguridad tendrá. Él es partidario de que se liquiden todas las armas nucleares. Yo voy un poco más lejos. Pienso que si se liquidan las amas nucleares y no se liquidan las armas convencionales, es casi igual.

El poder destructivo de tales armas convencionales es hoy enorme. Una bomba con fragmentos de tungsteno, portada en una pesada ojiva, sin uso de energía nuclear, adquiere velocidad en el espacio de 25 000 kilómetros por hora, más de 20 veces la velocidad del sonido; desciende luego a no menos de 20 000 kilómetros. Toda un área de lo que está debajo es absolutamente destruida. No queda puesto de mando, no queda gobierno, no queda nada del objetivo señalado. Eso se ha publicado, se ha explicado. La guerra mundial pasada costó 50 millones de vidas, víctimas de armas convencionales, sin incluir las víctimas y el daño humano de las dos bombas nucleares, que ocasionaron más de 150 mil muertes y un número superior de personas que sufrieron quemaduras, irradiación y otros muchos daños. La destrucción, el hambre, las enfermedades, afectaron a gran parte del mundo en aquella guerra. Si se produjera otra guerra mundial, sería la última, no puede haber otra.

El mismo Einstein lo dijo, que no sabría cómo sería otra guerra mundial en la era atómica; pero que la siguiente sería con arcos y flechas.

Yo había traído una carta que me envió Robock, el mencionado científico, en respuesta a una pregunta que le hice cuando él ya estaba en el aeropuerto de regreso a su país. En su conferencia había trasmitido unos datos sobre el planeta Marte; me comuniqué por teléfono y le pregunté dónde podía obtener más datos sobre ese planeta. Él me explicó que Marte tenía atmósfera, algo que dado su poco grosor yo ignoraba. Me prometió enviar información.

Dos o tres días más tarde la envió.

“Marte posee una atmósfera mucho menos espesa que la de la Tierra, con solo un 7% de aire… Equivale a la densidad del aire de la Tierra a 21 kilómetros de altura.”

“La atmósfera marciana -añade- está compuesta, casi en su totalidad, por dióxido de carbono.”

Lo informado se relaciona con lo que estamos hablando: los efectos de las explosiones nucleares. Las consecuencias sobre el clima. ¿Qué se ha dicho del medio ambiente? ¿Qué se ha dicho del cambio climático? ¿Es que no existe ese grave problema? ¿Es que no se ha investigado? ¿Es que no existe una prestigiosa película elaborada con la cooperación de los más eminentes científicos sobre el cambio climático, sus efectos en las lluvias, la economía y la vida de los seres humanos? Eso está estudiado como un segundo problema en el cambio climático. Es decir, no hay que esperar que haya una guerra nuclear para que la vida desaparezca en el planeta. Así como les estoy diciendo, para que la vida desaparezca en el planeta.

La economía y la vida de las naciones se basan hoy en el consumo de materias primas no renovables, entre otras, la más importante, el petróleo, una materia prima que se consume a ritmo de casi 100 millones de barriles diarios.

Tómese en cuenta que el petróleo tardó cientos de millones de años en formarse a partir de materia viva.

Alrededor de 400 millones de años fue lo que se requirió para que se formara el petróleo, el gas y el carbón. ¿En qué tiempo el hombre está gastando el petróleo que la naturaleza acumuló durante 400 millones de años? En apenas 130 años los seres humanos han gastado ya más de la mitad de ese combustible, cuyo consumo además tiene efectos tremendos en el medio ambiente. Dióxido de carbono, que tanto abunda en la atmósfera de Marte, es precisamente lo que produce el consumo de petróleo. Son factores que la humanidad debe conocer, enfrentar y resolver. Es el precio de su existencia.

La población humana no puede crecer ilimitadamente, ya que el planeta donde surgimos y vivimos tiene límites. Se calcula, si mal no recuerdo, que para el año 2050 la población alcanzará la cifra de más de 9 000 mil millones de habitantes. Hace sólo 200 años apenas alcanzaba los mil millones. Las consecuencias que eso tiene con relación al agua, a los alimentos, a la energía y a las materias primas son realmente extraordinarias.

Japón es país de bastante limitada superficie para su población, hoy se acerca ya a 130 millones de habitantes, tengo entendido; se afirma que es la nación de mayor promedio de vida y portadora de una elevada cultura, y que su población se estabilizará en algo más de 100 millones de personas. Luego es posible alcanzar la estabilidad de la población.

Un país vecino de ustedes, China, aplica una rigurosa política de población; si no hubiese adoptado esa política, hoy en China habría alrededor de 3 000 millones de habitantes. Entre China y la India poseen casi la mitad de los habitantes del planeta.

Son realidades. Las personas deben tener el valor de enfrentar las realidades, de conocerlas, como están haciendo ustedes con relación a las terribles consecuencias de las explosiones nucleares. Los que nazcan deben tener condiciones indispensables, disfrutar de una vida natural y tan plena como sea posible. No es lo que está ocurriendo. Mueren cada año alrededor de 8 o 10 millones a consecuencia del hambre y de la falta de atención médica. ¿Quiénes hablan de eso? Algunos científicos y algunos políticos. De tales noticias apenas se habla; a las grandes transnacionales no les interesa el tema.

Yo sé que ustedes, en este propio viaje, nos solicitaron que enviáramos un médico con experiencia internacionalista, no alguien que estuviera pensando serlo. De esos mismos médicos cubanos, hay miles de ellos en numerosos países. Ustedes se asombrarían seguramente si conocieran lo que, por ejemplo, nuestro pequeño país puede hacer por otros pueblos. No se trata de tareas irrealizables lo que sostengo.

Matsumi Matsumura.- Comandante, mire, lo que le quería comentar por nuestra parte, que usted mencionó al internacionalista…

Cmdte.- ¿Y está aquí?

Matsumi Matsumura.- Sí.

Cmdte.- ¿Dónde está? Puede levantar la mano.

Deja ver si te veo mejor.

Me dijeron que estuviste en Haití, ¿no?

Matsumi Matsumura.- El señor Dr. Liván Torero, que él trabajó mucho para la gente de Haití después del terremoto y lo hemos invitado al barco de la paz para que nos dé su experiencia allá en Haití. Y también a su lado tenemos a José Ramón, el bailarín de salsa, que para nosotros es muy importante conocer su cultura; creo que es un baile tradicional y nosotros hemos aprendido mucho sobre la salsa.

De verdad, muchísimas gracias por ofrecernos esta invitación. Muchísimas gracias, Comandante (Aplausos).

Cmdte.- Lo felicito, y muchas gracias. Lo mencioné porque sé la tarea que están haciendo e iba a citar el caso de Haití como una prueba de lo que puede la conciencia.

En la propia Bolivia hay casi 2 000 médicos, están en muchos lugares. En Ecuador, que tiene 15 millones de habitantes, están ayudando a indagar y prestar atención a todos aquellos que por problemas genéticos o de otra índole son inválidos, nacieron ciegos o nacieron sin poder oír. Al no poder oír un niño, se vuelve mudo; si no conoce los sonidos no puede emitirlos. Muchos problemas tienen solución con un equipito, con ponerles un audífono podrían hablar y comunicarse.

Si nacen ciegos y sordos es una situación más complicada. ¿Cómo será la vida de una persona ciega y sordomuda, que nunca ha oído y nunca vio?

Conozco los resultados del implante coclear y cómo aprenden a oír, hablar, escuchar la música y conocer el mundo; sus vidas cambian.

Creo que la sociedad debe hacer conocer a los padres, tratar de advertir los riesgos; que en determinados casos, no debieran tener descendientes. Considero que cada ser humano que nazca debe venir al mundo con toda su potencialidad. Si por alguna razón nacen con deficiencias vitales no hereditarias, hay que hacer todo lo posible para enriquecer la vida de esas personas. Los que no puedan ser alimentados realmente, los que no puedan ser educados, los que no puedan tener una vida normal, una vida que valga la pena vivir, no deben ser concebidos, sencillamente.

Comprendo que no todos pueden pensar exactamente igual, hay influencias religiosas, yo respeto todo eso; pero estoy expresando con franqueza mi opinión y por qué. Para el género humano, en la actualidad, se trata, realmente, del famoso problema ser o no ser, si va a sobrevivir o no esta especie, que realmente bastante daño ha ocasionado a los demás seres vivos. Desde que surgió la especie humana lo trastornó todo, la inteligencia hasta ahora ha constituido una tragedia para la naturaleza, y con las armas nucleares pudiera llegar a crearse un problema tan grave como el de aquel famoso asteroide que cayó -dicen- en el istmo de Tehuantepec, en México, hace decenas de millones de años, y produjo un prolongado invierno.

Ninguna otra especie hizo eso, mantuvo el equilibrio con la naturaleza a lo largo de miles de millones de años, alrededor de 4 mil. El hombre es nuevo. Surgió hace menos de 200 000 años esta especie pensante -lo de pensante yo diría que está por demostrar, si no demostrara que es capaz de sobrevivir. Excúsenme de que sea un poco duro con nuestras insensateces. Lo único demostrado hasta hoy, es que no existe la menor prueba de que haya sido precedida por otra.

En fin, todos estos problemas están combinados, y a mí me parece que deben asociarse para ganar la batalla que debe ser el objetivo de los seres humanos. Entonces tal vez muchas cosas maravillosas podrían crearse.

¿Cuánta gente bien preparada científicamente, cuántas eminencias tiene el mundo? El 80% de los ingenieros de Estados Unidos están dedicados a la esfera militar, a crear los medios y la ciencia para destruir y matar, en virtud de un sistema pérfido que los condujo a ese destino.

Nuestra aspiración es que las personas alcancen niveles intelectuales altos. Casualmente, cuando venía hacia acá, tomé un boletín de noticias y me encuentro con una de ellas, la cual señalaba que Cuba ocupaba el primer lugar del mundo en el porcentaje de estudiantes matriculados en los centros superiores de estudio. Venezuela ocupaba el quinto lugar; segundo, tercero y cuarto lo ocupaban la República de Corea, Finlandia, y Grecia; Estados Unidos estaba por detrás de nosotros en el sexto lugar.

Yo cité al médico, porque esos hombres y mujeres -la mayoría son mujeres- están trabajando en Bolivia, en Nicaragua, en Venezuela, en muchos países del Tercer Mundo. Pero, ¿por qué? Me asombro: vienen, por ejemplo, de vacaciones 15 días y se desesperan por regresar a sus puestos de trabajo, les echan de menos a los pacientes; hay que oír a los pacientes cómo se expresan. Es un producto de la conciencia, eso no se compró en ningún lugar, no se hace por dinero.

La tarea que realizan los compañeros en Haití es un producto de la conciencia. Por eso me atrevo a hablar de la conciencia, porque he visto que la conciencia hizo posible la Revolución, hizo posible la resistencia, independientemente de las críticas que nos hagan o de los errores que podamos cometer, porque ninguna obra humana es perfecta. No tememos lo más mínimo a hablar de errores, porque lo que no tiene perdón es lo que se hace conscientemente en perjuicio de los demás.

No hay obra humana perfecta, pero creemos en ella, y si no creyéramos en ella, no estaríamos haciendo lo que estamos haciendo, y tampoco lo que ustedes tan noblemente están haciendo.

Lamento que les he tomado demasiado tiempo.

Prosigue mañana.




Fidel Castro Ruz

Septiembre 25 de 2010

12 y 14 p.m.

Lo que jamás podrá olvidarse

El pasado martes, 21 de septiembre, me reuní a las 9 a.m. con más de 600 pasajeros del Crucero por la Paz (Peace Boat), casi todos de nacionalidad japonesa, entre ellos una sobreviviente del asesinato masivo en la ciudad de Hiroshima, que tenía dos años cuando ocurrió el hecho.

La televisión nacional de Cuba transmitió el encuentro, pero la traducción en la sala del Palacio de las Convenciones no era simultánea y las voces de las compañeras que realizaron esa difícil tarea se superponían a mis palabras. Decidí, por ello, escribir una Reflexión sobre el tema.

Aproveché la oportunidad para reducir la extensión de lo que expresé, y ordenar mejor las ideas trasmitidas con absoluta fidelidad al contenido de las mismas.

Las palabras de las demás personas que participaron, las trasladé íntegramente.

A pesar de mis esfuerzos, la Reflexión resultó extensa, ya que el encuentro duró dos horas y media, por lo que decidí dividirla en tres partes, que serán publicadas en días sucesivos.

El encuentro comenzó con las palabras de Kenia Serrano, Presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos:

Buenos días.

El pasado 3 de septiembre el señor director de la Organización no Gubernamental Cruceros por la Paz, el señor Yoshioka Tatsuya, envió a nuestro Comandante en Jefe una carta solicitándole que recibiese a los directivos del crucero y a la sobreviviente de Hiroshima y Nagasaki que viene en él; el Comandante aceptó, y también, con placer, invitó a otra amplia representación de los pasajeros a este encuentro.

Estamos asistiendo a ese encuentro hoy, 21 de septiembre, declarado por las Naciones Unidas Día Mundial de la Paz, por supuesto que con la presencia, para nosotros memorable, de nuestro querido Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz (Aplausos).

Se encuentran en la presidencia de nuestro encuentro el señor Nao Inoue, director de esta travesía del Crucero por la Paz (Aplausos); la señora Matsumi Matsumura, también del staff de Cruceros por la Paz, quien nos ayudará a traducir al español este encuentro (Aplausos); la señora Junko Watanabe, miembro del Movimiento Hibakusha, sobreviviente de Hiroshima y Nagasaki, y la profesora Susana García, de la Universidad de La Habana, quien también facilita este diálogo al japonés, como ustedes pueden ver (Aplausos).

Comandante…

Cmdte.- ¿Qué me toca a mí, un discurso?

Kenia Serrano.- Saludar, porque todos estamos deseando eso.

Cmdte.- No, yo vine a responder, es la verdad. Le pregunté qué me correspondía hacer y no me dijeron nada.

Realmente quiero, en primer lugar, darles las gracias por el honor que significa este encuentro.

Yo estaba un poco ausente, como ustedes conocen, leía periódicos; pero me he perdido de muchos de los encuentros de ustedes, por que después supe toda la historia en detalle. Ya he aprendido bastante de ustedes: las veces que estuvieron en Cuba, comenzaron en 1990, volvieron en 1995, 1997 y 1998; en 2000, 2001 y 2002, dos veces; después 2005, 2007 y 2009, y hoy, que tengo entendido suman 14 viajes.

Bueno, la historia es que cuando recibo la invitación, me alegró poder intercambiar con ustedes por la importancia del momento en que estamos viviendo, que no es un momento cualquiera; además, por un sentimiento de gratitud, ya que conozco la solidaridad de ustedes a lo largo de todos estos años, las dificultades, las luchas contra los bloqueos, la identidad y nacionalidad del mismo barco, los puertos donde podían ir o no podían ir, si les suministraban o no combustible y otras idioteces parecidas de nuestro principal adversario con cuyos métodos no se podrá lograr jamás un mundo de entendimiento y de paz en nuestro planeta.

Recordando la consigna de ustedes, que tiene, a mi juicio, un especialísimo valor: “Aprende de las guerras pasadas para construir un futuro de paz”, sin duda que esta es una frase que tendría significado siempre, pero en este momento lo tiene más que nunca; me atrevería a decir, sin temor a equivocarme, que nunca en la historia de la humanidad hubo un momento tan peligroso como este. Así que no se trata de un sencillo viaje, se trata de una lucha real, seria, y esto que digo se puede demostrar, espero que en los intercambios nos ilustremos acerca de lo que se piensa o qué fórmulas podían ser posibles; soluciones realistas y no simple expresión de nobles deseos.

El encuentro para mí tiene una importancia muy grande, precisamente, por la experiencia que ustedes han acumulado sobre el tema.

En estos días se cumplió un aniversario más de aquel brutal e insólito hecho en que por primera vez se emplearon las armas nucleares sobre ciudades pacíficas.

Realmente se ha recordado mucho en todo el mundo lo que ocurrió en Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Yo había finalizado el bachillerato, lo recuerdo, era el verano, estaba de visita en Santiago de Cuba cuando llegó la noticia, y nadie tenía ni la menor idea de la existencia de un arma de esa naturaleza, creo que tres días después, lanzaron la segunda bomba atómica.

Sobre eso puedo hablar más después, qué sentimiento experimenté y qué concepto tuve toda mi vida de aquel hecho; pero es un ejemplo de las cosas que ayudan a ganar conciencia, porque la exhibición de todo lo que ocurrió allí y el daño humano que ocasionó, a pesar del tiempo transcurrido, volvía a conmover a la opinión pública internacional. No creo que haya ocurrido algo más expresivo de lo que es la guerra.

Bien, creo que les he robado bastante tiempo para estas primeras palabras, quisiéramos escucharlos a ustedes. Yo estoy en disposición de responder cualquier pregunta que deseen hacerme, en cualquier sentido. No tengo secretos de ninguna clase, cualquier tema puede ser abordado.

Me gustaría preguntarle a nuestra traductora cómo le ha ido. A ti, a ti (Risas y aplausos).

Intérprete.- Bien, parece que bien, Comandante.

Cmdte.- Muy bien.

Kenia Serrano.- Gracias, Comandante.

El señor Nao Inoue, por favor.

Nao Inoue.- ¡Buenos días! (exclamaciones de: “¡Buenos días!”)

Ante todo, me gustaría mostrar nuestro profundo agradecimiento por el hecho de que usted nos recibiera en esta ocasión.

Mi nombre es Nao Inoue, director del crucero Edición 70. Yo quiero decirles unas palabras en nombre de todos los miembros de Peace Boat.

Parece que ya aprendimos que usted ha aprendido mucho sobre nuestra organización. Fundamos esta organización en 1983, llevamos más de 27 años. Hasta ahora hemos realizado 70 cruceros mundiales llevando más de 40 000 japoneses.

Como usted sabe, ya hemos cumplido 14 viajes hacia Cuba y también este año es muy importante para nosotros, porque es el 20 aniversario, por eso tiene mucha importancia conocerlo a usted directamente, Comandante.

Durante estos 20 años, nosotros hemos puesto todo nuestro esfuerzo en ser puente entre el pueblo cubano y el pueblo japonés, y también hemos estado siempre en contra del injusto bloqueo, pero de verdad injusto.

Nosotros consideramos que es muy relevante seguir haciendo el puente, no solamente entre el pueblo cubano y el japonés, los dos, sino incluyendo también los países latinoamericanos y los países asiáticos. La razón por la que queremos trabajar en esto fuerte es promover un mundo de paz, sostenible, encabezado por Cuba, y estamos empezando a profundizar los lazos de amistad y fraternidad con Venezuela, Ecuador y Nicaragua. De esos países, el país que nosotros hemos visitado en más ocasiones es Cuba. También vamos a tener la oportunidad de conocer al presidente de Nicaragua, el señor Daniel Ortega.

Con motivo de profundizar los lazos de amistad y fraternidad entre los países del ALBA y Japón, estamos empezando el proyecto que se llama Crucero Juvenil de ALBA, en el que invitamos a los jóvenes de los países ALBA a bordo, realizamos intercambios, foros y conferencias de estudio, y también nos gustaría pedirle a usted, Comandante, que nos apoye en este proyecto.

Y como usted mencionó que nosotros somos el único país que recibimos la bomba atómica, entonces pensamos que tenemos la obligación y también la misión de trasmitir mensajes para un mundo libre de armas nucleares. Para erradicar las armas nucleares también nos gustaría colaborar con ustedes.

También queríamos aquí mencionar que el Japón, el país que tenemos Constitución pacifista, que renuncia a ninguna guerra y también armas nucleares de destrucción masiva (SIC).

También nosotros aprendemos en los países latinoamericanos que ustedes tienen Constitución pacifista también y también prohíben la existencia de bases militares extranjeras. Y pensamos proponer ante la ONU, en la instrucción de la ONU, que promueva que todos los países del mundo vayan a tener esta hermosa Constitución pacifista.

No queremos la guerra jamás, no podemos permitir el uso del arma nuclear jamás. Como siempre dicen los sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki: “No queremos repetir este tipo de tragedia brutal.” Queremos establecer un mundo y la sociedad en que la gente quiere vivir también, no quiere vivir con la pobreza y estas cosas. Por eso nosotros consideramos que es muy necesario que todos los países tengan este tipo de Constitución. Nosotros nos prometimos que vamos a crear el mundo sin pobreza, sin hambre, con mucha felicidad y sostenible.

Por último, Comandante, soy gran fan de usted (Risas y aplausos). Parece que todos somos fan de usted.

Nosotros sabemos que usted está muy ocupado, pero queremos invitarlo a usted a bordo para navegar hasta Nicaragua. ¿Qué le parece? (Aplausos.) ¿Qué piensa? (Aplausos.)

Cmdte.- ¡Maravilloso! (Aplausos.)

Nao Inoue.- Voy a concluir mis palabras con la invitación. Muchísimas gracias (Aplausos).

Cmdte.- No será en época de ciclones, ¿verdad? (Risas.)

Me contaron que ustedes llegaban ayer, pero había unos ciclones por el Atlántico. Por fin, ¿a qué hora llegaron?

Nao Inoue.- Llegamos a las 5:00 de la mañana.

Cmdte.- ¿Y se puede saber la velocidad de Peace Boat? (Risas.)

Nao Inoue.- Más o menos como una bicicleta rápida (Risas).

Cmdte.- Bueno, depende, la campeona creo que alcanza más de 60 kilómetros por hora (Risas).

Pienso que en estos tiempos el Peace Boat debe marchar más rápido, es más urgente recorrer el mundo (Aplausos).

Yo debía pedirles, además, una excusa. Tuve noticias ayer mismo, por la mañana, y entonces me quedé pensando cómo podía reunirme, pues me contaron que habían solicitado hacerlo con algunos, y dije: “Bueno, si es posible trataré de saludarlos a todos”, no sabía, sin embargo, a qué hora llegarían; tenían, además, un programa organizado para todo el día. Bueno, ¿qué hacer para no entorpecer a los demás ni a otro programa? Y por eso inventamos esta reunión tan temprano. Todos hemos tenido que levantarnos temprano. Me imagino que ustedes estarían…, no sé dónde estarían, si estarían en la borda del barco viendo la entrada de La Habana o estarían durmiendo. Les ruego me excusen, porque soy el culpable de que ustedes hayan tenido que incrementar el programa (Aplausos). Entonces organizamos, o más bien improvisamos, la reunión para esta hora, a fin de que ustedes pudieran cumplir con las demás actividades y no echar a perder mis relaciones con las demás instituciones que los van a atender.

Creo que nos dieron hora y media. Yo respondí: al fin y al cabo ellos iban a venir hoy y van a llegar mañana, luego, hay flexibilidad. Creo que a las 5:00 de la tarde de hoy iba a salir el barco.

Kenia Serrano.- Empezar a abordar a las 5:00 y salir a las 7:00.

Cmdte.- ¿Iba a salir a las 7:00?

Kenia Serrano.- Ajá.

Cmdte.- Sí, terminaban las actividades a las 5:00.

Bueno, si un ciclón obligó a retrasar el barco, si salen a las 9:00, o si salen a las 10:00, pues están un rato más en La Habana, no es una tragedia. Afortunadamente, la visita ha sido sin guerra. Fue durante la paz.

Yo les pedí excusas por eso.

¿Tú tienes idea de cómo se va a desenvolver?

Kenia Serrano.- Comandante, ha sido emocionante, siempre que el crucero viene -el año pasado y ahora- ha traído sobrevivientes de Hiroshima, y tenemos a la señora Junko Watanabe. Propongo escuchar su testimonio.

Junko Watanabe.- Ante todo, Comandante Fidel Castro, es un gran honor y también placer conocerlo, y me gustaría mostrarle mi profundo agradecimiento por recibirnos con tanto cariño.

También me gustaría mostrar mi agradecimiento por el gran interés y conocimiento que el pueblo cubano tiene sobre Hiroshima y Nagasaki. Además, ayer el Movimiento por la paz en Cuba realizó un encuentro de testimonio para mí, y también un acto por el Día internacional por la paz, y realizamos un encuentro muy bonito en la Casa de la Amistad.

Yo nací en Hiroshima y después me casé con un japonés y me mudé a Brasil para vivir. Fui a Brasil a la edad de 25 y después volví a Japón a la edad de 38, pero en aquel momento, por primera vez, yo reconocí que fui sobreviviente de Hiroshima y Nagasaki.

Yo nací en el centro de Hiroshima, pero cuando estábamos en la Segunda Guerra Mundial nuestra familia nos habíamos evacuado fuera de Hiroshima, y como yo solamente tenía dos añitos, entonces no tengo memoria; pero cuando recibí la noticia de que yo era sobreviviente, por parte de mis padres, sufrí un impacto muy fuerte.

El día 6 de agosto de 1945, a las 8:15 mi mamá estaba en casa con mi hermano menor. Mi hermano mayor y yo estábamos jugando en un patio de un templo que estaba cerca de mi casa. Entonces mi mamá sintió el viento fuerte, espantoso, y también vio los papeles quemados que estaban cayendo en el frente de su casa. Mi mamá se sorprendió y luego vino a buscarnos al templo, fue en aquel momento que recibimos la lluvia negra. La lluvia estaba negra y pegajosa.

Antes de la bomba, ese día 6 de agosto, hacía buen tiempo por la mañana y dicen que esa bomba atómica explotó 580 metros encima de la tierra.

Cmdte.- ¿Cuántos metros?

Junko Watanabe.- Quinientos ochenta metros encima de la tierra.

Cmdte.- Fue nuclear.

Junko Watanabe.- Bomba nuclear.

Cmdte.- Esa energía es de uranio, no fue plutonio. La de plutonio fue en la otra ciudad.

Junko Watanabe.- Sí, en Nagasaki.

Entonces, como explota más arriba, afecta mucho con los rayos calientes y con el viento caliente hasta que la gente se quema. Y después de la bomba subió todos los polvos y papeles para arriba, y luego cayó la lluvia negra con la radiación.

Después de recibir la lluvia negra la condición de mi cuerpo estaba de la forma siguiente.

Cmdte.- ¿Cómo es, repite?

Junko Watanabe.- Mi cuerpo fue dañado, yo le voy a explicar ahora cómo estaba.

Todos los días sufría por las diarreas. Podía comer, pero después ningún nutriente quedaba en mi cuerpo, salía todo lo que comía. Mis padres pensaban que su hija iba a morir.

En verdad yo tenía dos añitos y no tengo ninguna memoria de escenas desastrosas.

Cuando yo cumplí 60 años empecé a participar en una asociación en Brasil. Ahora viven en Brasil 132 sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki.

Cmdte.- ¿En dónde, en Brasil?

Junko Watanabe.- En Brasil.

Cmdte.- ¿Eran niños cuando fueron?

Junko Watanabe.- De diferentes edades.

Cmdte.- ¿Los padres fueron con ellos, o no?

Junko Watanabe.- La mayoría se casaron y fueron sin sus padres ya adultos.

Ahora el promedio de edad de los sobrevivientes es de 75 años, ya están envejeciendo. Por eso el Presidente de la Asociación en Brasil le pidió a ella que ayude a la asociación, porque ella es una sobreviviente joven.

Aunque soy sobreviviente, como no tenía mucha memoria, antes de participar en esta asociación no conocía nada de la bomba atómica.

Luego tuve la oportunidad de leer todos los documentos que hicieron 200 sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki que vivían en Brasil y en los que estaba escrita la realidad de lo que ocurrió en Hiroshima y Nagasaki. Ese fue el primer momento en que yo conocí sobre la realidad de la bomba atómica en Hiroshima. Ellos describieron la escena muy brutal.

Por la tristeza y el rencor me sentí muy triste, y sentía que estaba temblando.

También encontré un documental de imágenes, filmado por un periodista japonés. Sin embargo, después de la bomba atómica los académicos estadounidenses se robaron esta información y lo llevaron a su país y nunca nos iban a mostrar este video que encontré en la oficina.

Ha sido un poco difícil verlo porque es una cinta muy antigua. Entonces pedí a un amigo que lo convierta a DVD.

Nosotros vimos con 10 amigos sobrevivientes el filme.

Las escenas que salieron en este documental fueron demasiado brutales y yo lo vi con mucha tristeza, y la ciudad de Hiroshima estaba desapareciendo.

Yo lo vi en el documental, nosotros lo vimos, y los edificios quemados totalmente, la ciudad estaba totalmente negra. También aparecía la gente que andaba, pero sin conciencia, desde sus brazos les colgaba la piel, porque estaba deteriorada, los ojos se les salían de su lugar. La gente estaba andando, pero sin conciencia.

Cuando lo vi en el documental, aunque no recordaba esta escena, reconocí que yo estaba allá en ese momento y también reconocí que eso lo hicieron los humanos, entonces sentí un fuerte rencor y tristeza.

Así yo empecé a pensar: Tenemos que trasmitir esos testimonios para las otras generaciones, y hace dos años, en el 2008, participé en el Proyecto de Hibakusha que realizó la Organización Peace Boat, al que invitaron a 100 sobrevivientes a bordo, y viajamos dando testimonio en cada puerto, y también conocí a otros Hibakusha en el mundo.

En Viet Nam nosotros conocimos a las víctimas del agente Naranja, generadas en la guerra de Viet Nam, y lo que ellos y sus padres sufrieron. El efecto que ellos tuvieron se trasmite por las generaciones.

Mi hermano mayor con quien jugaba en el templo murió hace dos años a la edad de 67 años.

Después de recibir la lluvia negra, como yo la recibí también, él siempre tenía deficiencia en sus huesos y vivía muy débilmente. Él murió a la edad de 67 por el cáncer de hígado.

Viendo que los sobrevivientes están muriendo, estoy viviendo con mucha preocupación por mi salud.

También me gustaría presentar una historia de origami, que son grullas que se hacen de papel y es un símbolo de paz para nosotros, también ahora mundialmente, y siempre acompaña la historia de una niña que se llama Sadako Sasaki que murió por la leucemia a la edad de 12 años.

Este año, cuando participé en la Conferencia de no proliferación de armas nucleares, en Nueva York, en mayo, tuve oportunidad de conocer al hermano de Sadako Sasaki.

Déjenme explicar un poquito la historia de Sadako Sasaki. Ella recibió la lluvia negra, igual que yo, y creció sanamente hasta la edad de 10 años, después, como se encontraba mal, se hospitalizó y se quedó en el hospital.

Ella tenía la creencia de que si hacía 1 000 grullas de papel iba a mejorar, y, según el cuento de su hermano, ella seguía doblando grullas hasta que… Bueno, en esa época no teníamos ningún papel, entonces usó papeles con los que se empacaban medicinas y también doblaba las grullas con agujas. Ella siempre decía, hasta que iba a morir: “Quiero vivir más, quiero vivir más.”

Estamos en la misma situación que Sadako Sasaki, que recibimos la lluvia negra a la edad de dos añitos, y ella murió y yo estoy sobreviviendo. Por eso siento gran responsabilidad de trasmitir qué es la bomba atómica, qué son los sobrevivientes. Los sobrevivientes tienen que vivir con muchos problemas físicos y también mentalmente con muchas preocupaciones hasta que mueran, y eso tenemos que trasmitirlo a las otras generaciones.

Ahora, nosotros mundialmente aprendimos que en el mundo hay varios tipos de Hibakusha, en varios lugares, por ejemplo, la gente indígena cuando saca uranio en las minas se afecta mucho por la radiación, también la gente que vive cerca de las plantas nucleares, y esas cosas tenemos que aprenderlas, también educar a la gente.

Cuando participé en el Proyecto Hibakusha, hace dos años, había un chico japonés, el director de la película documental, quien cubrió mi estadía a bordo, también después entrevistó a mi padre, que tiene 98 años. Lo que habló mi padre fue lo que yo no sabía hasta entonces. Mi papá decía así. El director le preguntó a mi papá: “¿Por qué tú no le dijiste la realidad a Junko?”

Desde la bomba hasta ahora, las chicas que recibieron la influencia de la bomba atómica, aunque son sobrevivientes, han sido discriminadas y tuvieron mucha dificultad para casarse. Entonces, reconocimos que yo, sobreviviente, afortunadamente no he tenido ningún problema físico, pero hay muchos médicos que dicen que la influencia de la radiación también aparece en otra generación.

Prosigue mañana.

Fidel Castro Ruz

Septiembre 24 de 2010

3 y 38 p.m.