Saturday, October 31, 2009

Noticias relevantes

En días recientes ocurrieron en nuestro país importantes acontecimientos.

El 28 de octubre, a las 7 y 30 de la mañana, se conmemoró el 50 Aniversario de la desaparición física de Camilo Cienfuegos. El triste suceso ocurrió un atardecer tempestuoso cuando viajaba en avioneta de Camagüey a la capital, por el norte de Cuba.

En Yaguajay había librado su último combate victorioso contra la tiranía a fines de diciembre de 1958. Allí se inauguró un mausoleo, donde yacen los restos de los caídos durante la guerra en el Frente Norte de Las Villas o después del 1º de Enero de 1959 y yacerán los de aquellos de su Columna Invasora o los que se unieron a ella en el centro del país y que aún viven. Alguien lo llamó el Héroe de Yaguajay y perduró ese título. Era todavía más: el Héroe de la Columna Invasora Antonio Maceo. El audaz comandante, en el avance de su columna ligera, iba destinado a Pinar del Río, y hasta sus montañas habría llegado si no se le indicara desde la Sierra Maestra detenerse, y luchar junto al Che y bajo sus órdenes, en el centro del país. No era necesario arriesgarlo en esa misión, que constituía una interpretación incorrecta de las circunstancias históricas. El 2 de enero inició con el Che la marcha histórica hacia la capital. ¡Cuánto se podría investigar y reflexionar sobre eso!

Por decisión del Partido y el Gobierno, desde este 50 Aniversario, su silueta de acero ilumina, junto a la del Guerrillero Heroico, el fondo de la Plaza de la Revolución, montando guardia ante la estatua de Nuestro Héroe Nacional José Martí.

También el 28 de octubre, a las 9 de la mañana, quiso el azar que se iniciara el debate sobre la resolución presentada por Cuba contra el bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos a nuestra Patria. Se escucharon palabras emotivas de los representantes de numerosos países del Tercer Mundo, que dejaron constancia de su aprecio por el país indoblegable y solidario que durante medio siglo se ha enfrentado al imperio despiadado y genocida que se erigió en la vecindad de nuestra isla. Gran número de países vieron en la resistencia de Cuba una lucha por su propio derecho a la soberanía.

La obra discreta y solidaria de nuestro pueblo desde los primeros años de la Revolución, y su heroica resistencia frente al cruel bloqueo de Estados Unidos, no era olvidada por la abrumadora mayoría de los 192 Estados soberanos del mundo.

Los argumentos irrebatibles de nuestro canciller, Bruno Rodríguez, resonaban como martillazos en aquella sala ubicada en el corazón de Nueva York y muy próxima a Wall Street.

Por primera vez, en muchos años de debates, todos los Estados que integran las Naciones Unidas participaron en la discusión del espinoso y comprometedor tema.

Hasta los aliados europeos de la OTAN y los miembros de la comunidad europea, desarrollados, consumistas y ricos, se sintieron en la necesidad de expresar su inconformidad con el bloqueo económico a Cuba. La réplica de nuestro Canciller al discurso justificativo y plañidero de la representación de Estados Unidos fue contundente.

Cuando el Presidente de la Asamblea procedió a la votación, de los 192 Estados, solo tres delegaciones votaron contra el proyecto de Cuba: Estados Unidos; su aliada en el holocausto palestino, Israel, y la isla de Palau. Un abogado norteamericano con ciudadanía israelí que representa a Palau, un territorio en el Océano Pacífico de 450 kilómetros cuadrados que estuvo bajo la administración yanki por casi 50 años, votó por Estados Unidos en la ONU. Dos Estados se abstuvieron y 187 condenaron el bloqueo.

Estos hechos, sin embargo, por puro azar, no fueron los dos únicos importantes para los cubanos ese día. En horas de la tarde finalizaba la visita a nuestra Patria de la doctora Margaret Chan, Directora General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), acompañada de Mirta Roses, Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Ambas representan los dos más importantes organismos internacionales que asumen la responsabilidad por esa vital tarea. El pasado martes 27 tuve el honor de compartir con ellas.

Dado el hecho de que el tema de la epidemia de gripe A H1N1 es de gran interés para todos los pueblos, especialmente los del Tercer Mundo –que son los que más han sufrido las consecuencias de la explotación y el saqueo–, les solicité un encuentro dentro de su apretado programa.

A pesar de la preocupación y los esfuerzos de nuestro Ministerio de Salud Pública, y sus programas de información a nuestros ciudadanos, pensé en la conveniencia de profundizar en el tema de la epidemia.

La salud pública fue una de las causas que hicieron necesaria una revolución en Cuba. No pretendo exponer los avances obtenidos, que nos ubican como el país con más médicos per cápita en el mundo –un ejemplo de lo que puede hacerse por otros pueblos–, a pesar de ser una nación bloqueada y agredida por el poderoso imperio durante medio siglo. Nuestra Patria no solo fue víctima del robo despiadado de cerebros, sino también objetivo de las agresiones biológicas del gobierno de Estados Unidos, que no se limitó al empleó de virus y bacterias contra plantas y animales, sino que los utilizó contra la propia población. El dengue afectó a más de 300 mil personas, y el serotipo número 2 lo introdujeron en Cuba y el hemisferio cuando aún no estaba presente como epidemia en ningún otro país.

Omitiendo otros muchos datos, en aras de la brevedad, baste recordar a los efectos de esta reflexión que el dengue se transmite a través del mosquito, pero la gripe A H1N1 se expande mucho más fácil y directamente a través de las vías respiratorias.

Nuestra población debe conocer que, al finalizar la Primera Guerra Mundial, una epidemia de gripe mató a decenas de millones de personas en una etapa en que la población del planeta apenas rebasaba los 1 500 millones de habitantes. Los recursos científicos y técnicos de la humanidad eran mucho menores que los de hoy.

Esta realidad no nos debe inducir a un exceso de confianza. Cuando surgen epidemias de esa índole se requiere de recursos que las prevén o combaten, como ocurrió con la fiebre amarilla, la poliomielitis, el tétanos y otras, como las vacunas que desde hace años protegen a los niños y a la población en general de numerosas enfermedades sumamente dañinas.

Hoy existen además otros tipos de vacunas, en especial las que protegen a la población contra los virus gripales y se aplican a los casos de mayor riesgo por causas pasajeras o permanentes.

Nuestros ciudadanos deben tener presente que las vacunas contra determinados virus son más difíciles debido a las mutaciones genéticas de los mismos, como los asociados a la gripe A H1N1 y otros.

Los países más desarrollados y ricos cuentan con laboratorios bastante sofisticados y costosos. La propia Cuba, a pesar del subdesarrollo y el bloqueo yanki, fue capaz de crear algunos laboratorios para la producción de vacunas y medicamentos.

En la esfera internacional se ha producido un temor lógico con la mencionada gripe, por su capacidad de diseminación y sus efectos en determinadas personas más vulnerables. Aparte de los aspectos relacionados con la cooperación internacional de nuestros médicos –que le han aportado a Cuba gran autoridad moral y prestigio–, deseaba analizar con la Directora General de la OMS el tema de la epidemia A H1N1. Ella me reiteró que la dificultad con las vacunas se debe a que los laboratorios capaces de producirlas en Europa, Estados Unidos y Canadá están obteniendo mucho menos volumen de vacunas que las necesarias; la demanda en los países desarrollados era grande y las primeras vacunas disponibles para los demás países no estarían listas hasta fines de año, y sus precios tienden a crecer considerablemente. Entre los países a priorizar ella ha incluido a Cuba por su cooperación internacional y su capacidad de aplicar inmediatamente las vacunas a personas priorizadas a través de su red hospitalaria.

La doctora Chan conoce que, dondequiera que se encuentren, los médicos cubanos cooperarán en la rápida aplicación de las vacunas.

Son noticias obviamente positivas para nuestro pueblo. Sin embargo, debemos tener presente determinadas circunstancias.

Las primeras vacunas tardarán en llegar varias semanas o tal vez dos o tres meses.

Para la OMS su inquietud mayor es que la capacidad mutante del virus de la epidemia sobrepase rápidamente el efecto de las vacunas y sea necesario iniciar de nuevo la búsqueda de otra vacuna eficaz. Ello, a mi juicio, determina la importancia de una red adecuada de servicios médicos como la que existe en nuestro país, y la orientación sistemática de una población que cuenta con altos niveles de educación para que coopere con las medidas pertinentes.

La falta de servicios médicos adecuados en muchos países, incluido Estados Unidos, donde casi 50 millones de personas no reciben atención médica, eleva considerablemente el número de posibles víctimas. En ese país se ha declarado la Emergencia Sanitaria. Hace dos días escuchaba la noticia de que la Gripe A H1N1 entre noviembre y marzo podría ocasionar 90 mil muertes en Estados Unidos, ya que los meses de frío favorecen el desarrollo de la epidemia. Ojalá tales cálculos resulten equivocados y el daño sea menor. Con una población que supera por lo menos 27 veces la población de Cuba, sería equivalente a más de 3 mil fallecidos en nuestro país, y a muchos millones de personas en el mundo, a pesar de los avances de la ciencia.

Los síntomas iniciales del A H1N1 surgieron en México desde el primer trimestre del presente año y casi, simultáneamente, en Estados Unidos y Canadá. De éstos se trasladó a España, uno de los primeros países de Europa adonde se extendió la epidemia.

Cuando el Presidente actual de Estados Unidos levantó las restricciones a los cubanoamericanos para los viajes a Cuba, en gran número de Estados de esa nación ya se había extendido la epidemia. De esta forma resultó que los cuatro países que más generan turismo o viajes a nuestro país por otras causas, eran aquellos en los que, en mayor grado, se había extendido la epidemia en el mundo.

Los primeros casos portadores del virus fueron viajeros procedentes del exterior. Las personas contagiadas en nuestro país eran relativamente pocas, durante meses no se produjo un solo fallecimiento. Pero a medida que el virus se extendió a todas las provincias, principalmente aquellas con un mayor número de familiares residentes en Estados Unidos, se hizo necesario adquirir nuevos equipos de análisis para el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”, y multiplicar el esfuerzo a la vez que se luchaba contra el dengue.

Se produjo así el extraño caso de que Estados Unidos, por un lado, autorizó los viajes del mayor número de personas portadores del virus y, por otro, prohíbe la adquisición de equipos y medicamentos para combatir la epidemia. No pienso, desde luego, que esa haya sido la intención del gobierno de Estados Unidos, pero es la realidad que resulta del absurdo y vergonzoso bloqueo impuesto a nuestro pueblo.

Con los equipos de otras procedencias estamos en condiciones de conocer, con absoluta precisión, el total de afectados por la epidemia y el número de personas cuyo fallecimiento se relacione con la presencia del virus que la origina.

Afortunadamente, además de los servicios y el personal médico bien capacitado de nuestro país, en el mercado internacional existe un medicamento antiviral eficaz, especialmente si se aplica a las personas con inconfundibles síntomas de posibles portadores del virus y a quienes directamente los atienden.

Disponemos de ese antiviral y, adicionalmente, de la materia prima necesaria para continuar produciendo una cifra similar a la disponible, y se realizará cuanto esfuerzo sea necesario para contar con las dosis indispensables.

Aunque en muchos países, por falta de redes de servicios y personal médico, se deje de ofrecer a los organismos internacionales la información pertinente sobre la epidemia, conocemos el firme propósito de nuestro gobierno de comunicar con toda precisión, a esos organismos, el número de casos y los fallecimientos asociados a la epidemia, como hemos hecho siempre con los datos de la salud pública de Cuba.

Nuestro país, por su parte, cuenta afortunadamente con una amplia red de servicios de salud; la posibilidad de atención inmediata de las personas afectadas es real, y dispone del número suficiente y la calidad de sus médicos, muchos de los cuales han cumplido honrosas e inolvidables misiones internacionalistas.

Fidel Castro Ruz

Octubre 30 de 2009

2 y 52 p.m.

Tuesday, October 27, 2009

Carta de Fidel a Evo: “Me complace felicitarte especialmente en este 50 aniversario de tu vida”

Querido Evo:

La Revolución Cubana triunfó el 1 de Enero de 1959. El 26 de octubre de ese mismo año naciste tú.

Desde entonces hemos resistido a lo largo de medio siglo las agresiones de la más poderosa potencia imperialista de la historia.

Durante ese mismo tiempo viniste al mundo en cuna muy pobre, estudiaste en humildes escuelas, cultivaste tu preclara inteligencia, luchaste sin cesar y hoy diriges un país que fue parte de la admirable cultura aymara-quechua de tus antepasados.

Me complace felicitarte especialmente en este 50 aniversario de tu vida. Hoy es una fecha alentadora para todos los pueblos de Nuestra América.

Fidel Castro Ruz
Octubre 26 de 2009

Tuesday, October 20, 2009

El ALBA y Copenhague

En los actos festivos de la Séptima Reunión Cumbre del ALBA, que tuvo lugar en la histórica región boliviana de Cochabamba, se pudo observar cuán rica es la cultura de los pueblos latinoamericanos y cuántas simpatías despiertan en los niños, jóvenes y adultos de todas las edades los cantos, bailes, trajes y rostros expresivos de los seres humanos de todas las etnias, colores y matices: indígenas, negros, blancos y mestizos. Allí se expresaban milenios de historia humana y la rica cultura, que explican la decisión con que los líderes de varios pueblos del Caribe, Centro y Suramérica convocaron esa Cumbre.

La reunión constituyó un gran éxito. Su sede fue Bolivia. En días recientes escribí sobre las excelentes perspectivas de ese país, heredero de la cultura aymara-quechua. Un pequeño grupo de pueblos del área están empeñados en demostrar que un mundo mejor es posible. El ALBA -creado por la República Bolivariana de Venezuela y Cuba, inspiradas en las ideas de Bolívar y Martí, como un ejemplo sin precedentes de solidaridad revolucionaria- ha demostrado cuánto puede hacerse en apenas cinco años de cooperación pacífica. Esta comenzó poco después del triunfo político y democrático de Hugo Chávez. El imperialismo lo subestimó; de forma burda intentó derrocarlo y eliminarlo. Por haber sido Venezuela el mayor productor petrolero del mundo durante largo trecho en el siglo XX y una propiedad virtual de las multinacionales yankis, el camino emprendido era particularmente difícil.

El poderoso adversario contaba con el neoliberalismo y el ALCA, dos instrumentos de dominación con los cuales aplastó siempre toda resistencia en el hemisferio después de la Revolución en Cuba.

Indigna pensar la forma burda y despectiva con que el gobierno de Estados Unidos impuso el gobierno del millonario Pedro Carmona e intentó eliminar al presidente electo Hugo Chávez cuando la URSS había desaparecido y la República Popular China estaba a pocos años de constituir la potencia económica y comercial que es hoy, gracias al crecimiento de más del 10% durante dos décadas. El pueblo de Venezuela, como el de Cuba, resistió la brutal embestida. Los sandinistas se recuperaron, y la lucha por la soberanía, la independencia y el socialismo cobró fuerzas en Bolivia y Ecuador. Honduras, que se había incorporado al ALBA, fue víctima de un brutal golpe de Estado, inspirado por el embajador yanki e impulsado desde la base militar de Estados Unidos en Palmerola.

Hoy somos cuatro los países latinoamericanos que hemos eliminado radicalmente el analfabetismo: Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua; el quinto, Ecuador, avanza aceleradamente hacia ese objetivo. Los planes de salud integral marchan en los cinco países a un ritmo como nunca tuvo lugar en pueblos del Tercer Mundo. Los programas de desarrollo económico con justicia social se han convertido en proyectos de los cinco Estados, que cuentan ya con reconocido prestigio en el mundo por su valiente posición frente al poder económico, militar y mediático del imperio. Al ALBA se suman tres países caribeños de origen negro y habla inglesa, que luchan decididamente por su desarrollo.

De por sí, esto constituye un gran mérito político, si en el mundo de hoy tal hecho fuese el único gran problema de la historia del hombre.

El sistema económico y político que en una breve etapa histórica ha conducido a la existencia de más de mil millones de hambrientos, y de otros muchos cientos de millones cuyas vidas apenas rebasan la mitad del promedio del que disfrutan los de los países privilegiados y ricos, era hasta este momento el principal problema de la humanidad.

En la Cumbre del ALBA se planteó con gran fuerza un nuevo problema de extrema gravedad: el cambio climático. En ningún otro momento de la historia humana se presentó un peligro de tal magnitud.

Mientras Hugo Chávez, Evo Morales y Daniel Ortega se despedían de la población en las calles de Cochabamba ayer domingo, ese día, de acuerdo con informaciones divulgadas por BBC Mundo, Gordon Brown presidía en Londres una reunión del Foro de las Grandes Economías del mundo, integrado en su mayoría por los países capitalistas de mayor desarrollo, máximos responsables de las emisiones de dióxido de carbono, gas que origina el efecto invernadero.

La importancia de las palabras de Brown es que no las pronuncia un representante del ALBA o uno de los 150 países emergentes o subdesarrollados del planeta, sino de Gran Bretaña, donde se inició el desarrollo industrial y uno de los que más dióxido de carbono ha inyectado a la atmósfera. El Primer Ministro británico advirtió que si no se alcanza en la Cumbre de Naciones Unidas en Copenhague un acuerdo, las consecuencias serán “desastrosas”.

Inundaciones, sequías y olas de calor letales son algunas de las consecuencias “catastróficas”, afirmó por su parte el grupo ecológico Fondo Mundial para la Naturaleza, refiriéndose a lo señalado por Brown. “El cambio climático quedará fuera de control en los próximos 5 a 10 años si no se recortan drásticamente las emisiones de CO2. No habrá un plan B si fracasa Copenhague.”

La misma fuente noticiosa afirma que: “El especialista de la BBC, James Landale, explicó que no todo está saliendo como se esperaba.”

Newsweek publicó que: “Parece cada día más improbable que los Estados se comprometan a algo en Copenhague.”

El Presidente de la reunión, Gordon Brown, declaró -según informó el importante órgano norteamericano de prensa- que “si no se alcanza un acuerdo, sin dudas el daño de las emisiones descontroladas no podrá ser reparado con un acuerdo futuro”. A continuación enumeró conflictos como “emigración descontrolada y 1 800 millones de personas con escasez de agua”.

En realidad, como informó la delegación cubana en Bangkok, Estados Unidos estaba al frente de los países industrializados que más se opusieron a la reducción necesaria de las emisiones.

Una nueva Cumbre del ALBA ha sido convocada en la reunión de Cochabamba. De ese modo, el cronograma será: 6 de diciembre, elecciones en Bolivia; 13 de diciembre, reunión del ALBA en La Habana; 16 de diciembre, participación en la Cumbre de Naciones Unidas en Copenhague. Allí estará el pequeño grupo de países del ALBA. Ya no es cuestión de “Patria o Muerte”; realmente y sin exageración, es una cuestión de “Vida o Muerte” para la especie humana.

El sistema capitalista no solo nos oprime y saquea. Los países industrializados más ricos desean imponer al resto del mundo el peso principal de la lucha contra el cambio climático. ¿A quién van a engañar con eso? En Copenhague, el ALBA y los países del Tercer Mundo estarán luchando por la supervivencia de la especie.



Fidel Castro Ruz

Octubre 19 de 2009

6 y 05 p.m.

Thursday, October 15, 2009

Un Premio Nobel para Evo

Si a Obama se le otorgó el Premio por ganar las elecciones en una sociedad racista, a pesar de ser afroamericano, Evo lo merece por ganarlas en su país, a pesar de ser indígena, y cumplir además lo prometido.

Por primera vez en ambos países uno u otro de su etnia alcanza la Presidencia.

En más de una ocasión advertí que Obama era un hombre inteligente, educado en un sistema social y político en el cual cree. Aspira a extender los servicios de salud a casi 50 millones de norteamericanos, a sacar la economía de la profunda crisis que padece y a mejorar la imagen de Estados Unidos, deteriorada por las guerras genocidas y las torturas. No concibe, ni desea ni puede cambiar el sistema político y económico de su país.

El Premio Nobel de la Paz ha sido concedido a tres Presidentes de Estados Unidos, a un ex presidente y a un candidato a Presidente.

El primero fue Theodore Roosevelt, electo en 1901, el de los Rough Riders (jinetes duros), que desembarcó en Cuba sus jinetes, pero sin caballos, a raíz de la intervención de Estados Unidos en 1898 para impedir la independencia de nuestra patria.

El segundo fue Thomas Woodrow Wilson, que introdujo a Estados Unidos en la primera guerra por el reparto del mundo. En el Tratado de Versalles impuso tan severas condiciones a la vencida Alemania, que sentó las bases para el nacimiento del fascismo y el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

El tercero ha sido Barack Obama.

Carter fue el ex presidente a quien varios años después de cumplir su mandato le asignaron el Premio Nobel. Sin dudas, uno de los pocos Presidentes de ese país incapaz de ordenar el asesinato de un adversario, como hicieron otros; devolvió el Canal a Panamá, creó la Oficina de Intereses en La Habana, evitó caer en grandes déficit presupuestarios y despilfarrar el dinero en beneficio del complejo militar industrial, como hizo Reagan.

El candidato fue Al Gore cuando era ya vicepresidente, el político norteamericano que más conocía sobre las terribles consecuencias del cambio climático. Fue víctima del fraude electoral cuando era candidato a Presidente y despojado de la victoria, por W. Bush.

Las opiniones sobre el otorgamiento de este Premio han estado muy divididas. Muchos parten de conceptos éticos o reflejan contradicciones evidentes en la sorpresiva decisión.

Habrían preferido ese Premio como fruto de una tarea realizada. No siempre el Premio Nobel de la Paz se entregó a personas merecedoras de esa distinción. A veces lo han recibido personas resentidas, autosuficientes, o peor aún. Lech Walesa, al conocer la noticia exclamó con desprecio: “¿Quién, Obama? Es demasiado rápido. No ha tenido tiempo para hacer nada ahora”.

En nuestra prensa y en CubaDebate, compañeros honestos y revolucionarios fueron críticos. Uno de ellos señaló: “En la misma semana en que se ha concedido a Obama el Premio Nobel de la Paz, el Senado de Estados Unidos aprobó el presupuesto militar más grande de la historia: 626 mil millones de dólares”. En el Noticiero de Televisión, otro periodista comentó: “¿Qué ha hecho Obama para alcanzar tal distinción?” Otros preguntaron: “¿Y la guerra de Afganistán y el incremento de los bombardeos?” Son puntos de vista basados en realidades.

Desde Roma, el cineasta Michael Moore pronunció una frase lapidaria: “Felicitaciones, presidente Obama por el Premio Nobel de la Paz; ahora por favor, gáneselo”.

Estoy seguro de que Obama estará de acuerdo con la frase de Moore. Posee suficiente inteligencia para comprender las circunstancias que rodean el caso. Sabe que ese Premio no lo ha ganado todavía. Ese día por la mañana declaró: “No tengo la impresión de que merezca estar en la compañía de tantas personalidades transformadoras que han sido homenajeadas con este Premio.”

Se afirma que son cinco los miembros del famoso comité que asigna el Premio Nobel de la Paz, miembros todos del Parlamento sueco. Un vocero afirmó que fue por unanimidad. Cabe una pregunta, ¿consultaron o no al galardonado? ¿Puede tomarse una decisión de esa índole sin advertir antes a la persona premiada? Este no puede ser juzgado moralmente de igual forma si conocía o no previamente la asignación del Premio. Lo mismo cabe afirmar de los que decidieron asignárselo.

Tal vez sea necesario crear el Premio Nobel de la Transparencia.

Bolivia cuenta con importantes yacimientos de gas y petróleo y posee además las mayores reservas conocidas de litio, mineral de gran necesidad en nuestra época para el almacenamiento y uso de la energía.

Evo Morales, campesino indígena muy pobre, transitó por los parajes de Los Andes, junto a su padre, antes de cumplir seis años, pastoreando llamas de un grupo indígena. Las conducían caminando durante 15 días hasta el mercado donde las vendían para adquirir los alimentos de la comunidad. Respondiendo a una pregunta mía sobre aquella singular experiencia, Evo me contó que entonces “se hospedaba en el hotel mil estrellas”, una bella forma de referirse al cielo despejado de la cordillera donde en ocasiones se ubican los telescopios.

En aquellos duros años de su infancia, la alternativa de los campesinos en la comunidad donde nació, era el corte de caña de azúcar en la provincia argentina de Jujuy, en la que a veces se refugiaba una parte de la comunidad aymara durante la zafra.

No muy lejos de La Higuera, donde el Che herido y desarmado fue asesinado el 9 de octubre de 1967, Evo, que había nacido el 26 de ese mismo mes en 1959, no había cumplido todavía 8 años. Aprendió a leer y a escribir en español, caminando hasta una escuelita pública a cinco kilómetros de la choza donde en una rústica habitación vivían sus hermanos y sus padres.

Durante su azarosa infancia, dondequiera que había un maestro, allí estaba Evo. De su raza adquirió tres principios éticos: no mentir, no robar, no ser débil.

A los 13 años su padre lo autorizó a mudarse para San Pedro de Oruro a estudiar el bachillerato. Uno de sus biógrafos cuenta que era mejor en Geografía, Historia y Filosofía que en Física y Matemáticas. Lo más importante es que Evo, para costear sus estudios, se levantaba a las dos de la madrugada a trabajar como panadero, constructor u otra actividad física. Asistía a clases por la tarde. Sus compañeros lo admiraban y ayudaban. Desde la primaria aprendió a tocar instrumentos de viento y fue trompetista de una prestigiosa banda de Oruro.

Siendo adolescente todavía, había organizado el equipo de fútbol de su comunidad, del que fue su capitán.

El acceso a la universidad no estaba a su alcance de indio aymara y pobre.

Después de su último año de bachillerato, cumplió el servicio militar y regresó a su comunidad, ubicada en la altura de la cordillera. La pobreza y los desastres naturales obligaron a su familia a emigrar hacia la zona subtropical de El Chapare, donde aquella logró obtener un pequeño lote de tierra. El padre muere en 1983 cuando él tenía 23 años. Trabajó duramente la tierra, pero era un luchador nato, organizó a todos los trabajadores, creó sindicatos y llenó con ellos vacíos que el Estado no atendía.

Las condiciones para una revolución social en Bolivia se habían ido creando en los últimos 50 años. El 9 de abril de 1952, antes del inicio de nuestra lucha armada, estalló la revolución en ese país con el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Víctor Paz Estenssoro. Los mineros revolucionarios derrotaron a las fuerzas represivas y el MNR tomó el poder.

Los objetivos revolucionarios en Bolivia estaban lejos de cumplirse. En 1956, según personas bien informadas, el proceso comenzó a decaer. El 1º de Enero de 1959 triunfa la Revolución en Cuba. Tres años después, en enero de 1962, nuestra Patria fue expulsada de la OEA. Bolivia se abstuvo. Más tarde todos los gobiernos, con excepción de México, rompieron relaciones con Cuba.

Las divisiones del movimiento revolucionario internacional se hicieron sentir en Bolivia. Hacían falta todavía más de 40 años de bloqueo a Cuba, el neoliberalismo y sus desastrosas consecuencias, la Revolución Bolivariana en Venezuela y el ALBA; hacían falta, sobre todo, Evo y el MAS en Bolivia.

Sería largo sintetizar en unas hojas su rica historia.

Solo diré que Evo fue capaz de vencer las terribles y calumniosas campañas del imperialismo, sus golpes de Estado e injerencia en los asuntos internos, defender la soberanía de Bolivia y el derecho de su pueblo milenario al respeto de sus costumbres. “Coca no es cocaína”, le espetó al más grande productor de marihuana y el mayor consumidor de drogas en el mundo, cuyo mercado ha sostenido al crimen organizado que cuesta miles de vida al año en México. Dos de los países donde están las tropas yanquis y sus bases militares son los más grandes productores de drogas del planeta.

En la trampa mortal del comercio de drogas no caen Bolivia, Venezuela y Ecuador, países revolucionarios que, igual que Cuba, son miembros del ALBA, saben lo que pueden y deben hacer para llevar la salud, la educación y el bienestar a sus pueblos. No necesitan tropas extranjeras para combatir el narcotráfico.

Bolivia lleva adelante un programa de sueño bajo la dirección de un Presidente aymara que cuenta con el apoyo de su pueblo.

En menos de tres años erradicó el analfabetismo: 824 mil 101 bolivianos aprendieron a leer y escribir; 24 mil 699 lo hicieron además en aymara y 13 mil 599 en quechua; es el tercer país libre de analfabetismo, después de Cuba y Venezuela.

Presta atención médica gratuita a millones de personas que nunca la habían recibido; es uno de los siete países del mundo que en los últimos cinco años ha reducido más la mortalidad infantil, con posibilidad de cumplir las Metas del Milenio antes de 2015, y en una proporción similar las muertes maternas; ha operado de la vista 454 mil 161 personas, de ellas 75 mil 974, brasileños, argentinos, peruanos y paraguayos.

Un ambicioso programa social ha sido establecido en Bolivia: todos los niños de las escuelas públicas del primero a octavo grado, reciben una donación anual para sufragar el material escolar que beneficia a casi dos millones de alumnos.

Más de 700 mil personas mayores de 60 años reciben un bono equivalente a unos 342 dólares anuales.

Todas las mujeres embarazadas y niños menores de dos años reciben una ayuda de aproximadamente 257 dólares.

Bolivia, uno de los tres países más pobres del hemisferio, ha puesto bajo control del Estado los principales recursos energéticos y minerales del país, respetando y compensando cada uno los intereses afectados. Marcha con cuidado porque no desea retroceder un paso. Sus reservas en divisas han ido creciendo. Evo dispone de no menos de tres veces más que las que disponía al inicio de su gobierno. Es de los países que mejor uso hace de la colaboración externa y defiende con firmeza el medio ambiente.

En brevísimo tiempo ha logrado establecer el Padrón Electoral Biométrico y se han registrado aproximadamente 4,7 millones de electores, casi un millón más que el último padrón electoral, que en enero del 2009 alcanzaba 3,8 millones.

El 6 de diciembre habrá elecciones. Con seguridad el apoyo del pueblo a su Presidente se incrementará. Nada ha podido detener su creciente prestigio y popularidad.

¿Por qué no se le otorga el Premio Nobel de la Paz?

Comprendo su gran desventaja: no se trata de un Presidente de Estados Unidos.

Fidel Castro Ruz

Octubre 15 de 2009

4 y 25 p.m.

Saturday, October 10, 2009

Las campanas están doblando por el dólar

El imperio dominó al mundo más por la economía y la mentira que por la fuerza. Había obtenido el privilegio de imprimir las divisas convertibles al finalizar la Segunda Guerra Mundial, monopolizaba el arma nuclear, disponía de casi todo el oro del mundo y era el único productor en gran escala de equipos productivos, bienes de consumo, alimentos y servicios a nivel mundial. Tenía, sin embargo, un límite a la impresión de papel moneda: el respaldo en oro, al precio constante de 35 dólares la onza troy. Así ocurrió durante más de 25 años, hasta que el 15 de agosto de 1971 mediante una orden presidencial de Richard Nixon, Estados Unidos rompió unilateralmente ese compromiso internacional estafando al mundo. No me cansaré de repetirlo. De esa forma lanzó sobre la economía mundial sus gastos del rearme y aventuras bélicas, en especial la guerra de Viet Nam que, según cálculos conservadores, costó no menos de 200 mil millones de dólares y la vida de más de 45 mil jóvenes norteamericanos.

Sobre ese pequeño país del Tercer Mundo fueron lanzadas más bombas que las utilizadas en la última guerra mundial. Millones de personas murieron o fueron mutiladas. Al suspender la conversión, el dólar pasó a ser una divisa que podía imprimirse a voluntad del Gobierno norteamericano sin el respaldo de un valor constante.

Los bonos y billetes de la Tesorería continuaron circulando como divisas convertibles; las reservas de los Estados continuaron nutriéndose de esos billetes que, por un lado, servían para adquirir materias primas, propiedades, bienes y servicios de cualquier parte del mundo y, por otro, privilegiaban las exportaciones de Estados Unidos frente a las demás economías del planeta. Los políticos y académicos mencionan una y otra vez el costo real de aquella guerra genocida, admirablemente descrita en la película de Oliver Stone. Las personas tienden a realizar cálculos como si los millones fuesen iguales. No suelen percatarse de que los millones de dólares de 1971 no son iguales a los millones del 2009.

Un millón de dólares hoy, cuando el oro -un metal cuyo valor ha sido el más estable a lo largo de siglos- tiene un precio que sobrepasa los mil dólares la onza troy, vale alrededor de 30 veces lo que valía cuando Nixon suspendió la conversión. Doscientos mil millones en 1971, equivalen a 6 millones de millones de dólares en el 2009. Si no se tiene en cuenta esto, las nuevas generaciones no tendrán una idea de la barbarie imperialista.

De igual modo, cuando se habla de los 20 mil millones invertidos en Europa al finalizar la Segunda Guerra Mundial -en virtud del Plan Marshall para reconstruir y controlar la economía de las principales potencias europeas, que poseían la fuerza de trabajo y la cultura técnica necesaria para el rápido desarrollo de la producción y los servicios- las personas suelen ignorar que el valor real de lo invertido entonces por el imperio equivale al valor internacional actual de 600 mil millones de dólares. No advierten que 20 mil millones apenas alcanzarían hoy para construir tres grandes refinerías de petróleo, capaces de suministrar 800 mil barriles diarios de gasolina, además de otros derivados del petróleo.

Las sociedades de consumo, el despilfarro absurdo y caprichoso de energía y de recursos naturales que hoy amenazan la supervivencia de la especie, no serían explicables en tan breve período histórico si no se conoce la forma irresponsable en que el capitalismo desarrollado, en su fase superior, ha regido los destinos del mundo.

Tan asombroso despilfarro explica por qué los dos países más industrializados del mundo, Estados Unidos y Japón, están endeudados en aproximadamente 20 millones de millones de dólares.

Desde luego que la economía de Estados Unidos se aproxima a un Producto Interno Bruto anual de 15 millones de millones de dólares. Las crisis del capitalismo son cíclicas, como lo demuestra irrebatiblemente la historia del sistema, pero esta vez se trata de algo más: una crisis estructural, como explicaba el Ministro de Planificación y Desarrollo de Venezuela, el profesor Jorge Giordani a Walter Martínez en su programa por Telesur en la noche de ayer.

Los despachos cablegráficos divulgados hoy, viernes 9 de octubre, añaden datos que son irrebatibles. Un despacho de AFP procedente de Washington precisa que el déficit presupuestal de Estados Unidos, en el año fiscal 2009, se eleva a 1,4 millones de millones de dólares, el 9,9% del PIB, “algo nunca visto desde 1945, al finalizar la Guerra Mundial”, añade.

El déficit en el año 2007 había sido ya un tercio de esa cifra. Se esperan elevadas sumas de carácter deficitario los años 2010, 2011 y 2012. Ese enorme déficit está dictado, fundamentalmente, por el Congreso y el Gobierno de Estados Unidos para salvar los grandes bancos de ese país, impedir que el desempleo se eleve por encima del 10% y sacar a Estados Unidos de la recesión. Es lógico que si inundan la nación de dólares, las grandes cadenas comerciales venderán más mercancías, las industrias incrementarán la producción, menos ciudadanos perderán sus viviendas, la marea del desempleo dejará de crecer, y las acciones de Wall Street elevarán su valor. Fue la forma clásica de resolver la crisis. Sin embargo, el mundo no volverá ya a ser el mismo. Paul Krugman, prestigioso Premio Nobel de Economía, acaba de afirmar que el comercio internacional ha sufrido su mayor caída, peor todavía que la de la Gran Depresión y expresó dudas sobre la pronta recuperación.

No se puede inundar también el mundo de dólares y pensar que esos papeles sin respaldo en oro mantendrán su valor. Otras economías, hoy más sólidas, han surgido. El dólar dejó de ser ya la reserva en divisas de todos los Estados, más bien sus poseedores desean apartarse de él, aunque evitando en lo posible que se devalúe antes de que puedan desprenderse de ellos.

El euro de la Unión Europea, el yuan chino, el franco suizo, el yen japonés -a pesar de las deudas de ese país-, hasta la libra esterlina, junto a otras divisas, pasaron a ocupar el lugar del dólar en el comercio internacional. El oro metálico vuelve a convertirse en importante moneda de reserva internacional.

No se trata de una opinión personal caprichosa, ni deseo calumniar esa moneda.

Otro Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, expresó, según despacho cablegráfico: ”‘lo más probable es que el billete verde siga de capa caída. Los políticos no deciden los tipos de cambio y los discursos tampoco lo hacen’. Esto lo declaró el 6 de octubre en la Asamblea Anual Conjunta del FMI y el Banco Mundial que se celebró en Estambul”. En esa ciudad se pudo apreciar una violenta represión. El evento fue saludado con vidrieras comerciales rotas e incendios producidos por cocteles molotov.

Otras noticias hablaban de que los países europeos temían el efecto negativo de la debilidad del dólar frente al euro y sus consecuencias sobre las exportaciones europeas. El Secretario del Tesoro de Estados Unidos declaró que a su país “le interesaba un dólar fuerte”. Stiglitz se burló de la declaración oficial y expresó según EFE, que “en el caso de Estados Unidos el dinero se ha derrochado y la causa ha sido el rescate multimillonario de los bancos y sufragar guerras como Afganistán”. Según la agencia, el Premio Nobel “insistió en que en vez de invertir 700 mil millones en ayuda a los banqueros, EE.UU pudo haber destinado parte de ese dinero a ayudar a los países en desarrollo, lo que a su vez habría estimulado la demanda global”.

Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, dio la voz de alarma días antes, y advirtió que el dólar no podía mantener indefinidamente su status como divisa de reserva.

Un eminente profesor de Economía de la Universidad de Harvard, Kenneth Rogoff, afirmó que la próxima gran crisis financiera será la de “los déficit públicos”.

El Banco Mundial declaró que “el Fondo Monetario Internacional (FMI) mostró que los bancos centrales del mundo acumularon menos dólares durante el segundo semestre del 2009 que en ningún otro momento durante los últimos 10 años e incrementaron su tenencia de euros”.

El propio 6 de octubre, la AFP publicó que el oro alcanzó la cifra récord de 1 045 dólares la onza, impulsado por el debilitamiento del dólar y el temor a la inflación.

El diario Independent, de Londres, publicó que un grupo de países petroleros estudiaban reemplazar el dólar en las transacciones comerciales por una cesta de divisas que incluirán el yen, el yuan, el euro, el oro y una futura moneda común.

La noticia filtrada o deducida con impresionante lógica fue desmentida por algunos de los países presuntamente interesados en esa medida de protección. No desean que colapse, pero tampoco seguir acumulando una moneda que ha perdido 30 veces su valor en menos de tres décadas.

No puedo dejar de consignar un despacho de la agencia EFE, la cual no puede ser acusada de antiimperialista y que en las actuales circunstancias transmite opiniones de especial interés:

“Expertos de economía y finanzas coincidieron hoy en Nueva York en afirmar que la peor crisis desde la Gran Depresión ha llevado a ese país a jugar un papel menos significativo en la economía mundial.”

“‘La recesión ha hecho que el mundo haya cambiado la forma en que se mira a EE.UU. Ahora nuestro país es menos significativo que antes y eso es algo que debemos reconocer’, afirmó David Rubenstein, presidente y fundador de Carlyle Group, la mayor firma de capital de riesgo del mundo, en su intervención en el World Business Forum.”

“‘El mundo financiero va a estar menos centrado en EE.UU. (…) Nueva York no va a ser nunca más la capital financiera mundial y ese papel se repartirá con Londres, Shanghai, Dubai, Sao Paulo y otras ciudades’, aseveró.”

“…desgranó los problemas a los que se enfrentará EE.UU. cuando salga de ‘una gran recesión’ de la que aún quedan ‘un par de meses por delante’.”

“…’el enorme endeudamiento’ público, la inflación, el desempleo, la pérdida de valor del dólar como divisa de reserva, los precios de la energía…”

“El Gobierno debe disminuir el gasto público para enfrentar el problema de la deuda y hacer algo que gusta poco: subir los impuestos.”

“El economista de la Universidad de Columbia y asesor especial de la ONU, Jeffrey Sachs, coincidió con Rubenstein en que el predominio económico y financiero de EE.UU ’se está apagando’.”

“Hemos dejado un sistema centrado en EE.UU. por uno ‘multilateral’…”

“…’veinte años de irresponsabilidad por parte primero de la administración de Bill Clinton y luego de la de George W. Bush’, cedieron a las presiones de Wall Street…”

“…’los bancos negociaban con ‘activos tóxicos’ para conseguir dinero fácil’, explicó Sachs.”

“‘Lo importante ahora es reconocer el desafío sin precedentes que supone lograr un desarrollo económico sostenible y consecuente con las reglas básicas físicas y biológicas de este planeta’…”

Por otro lado, las noticias que llegaban directamente de nuestra delegación en Bangkok, capital de Tailandia, no eran en absoluto alentadoras:

“Lo esencial que se discute -informó textualmente nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores- es la ratificación o no del concepto responsabilidades comunes pero diferenciadas entre los países industrializados y las llamadas economías emergentes, básicamente China, Brasil, India y Sudáfrica, y los países subdesarrollados.

“China, Brasil, India, Sudáfrica, Egipto, Bangladesh, Pakistán y el ALBA son los más activos. En general el Grupo de los 77, en su mayoría, se mantienen en posiciones firmes y correctas.

“Las cifras de reducción de emisiones de carbono que se están negociando no se corresponden con las que se calculan por los científicos para mantener el aumento de la temperatura a un nivel inferior a 2 grados Celsius, 25-40%. En este momento, la negociación se mueve en torno a una reducción del 11-18%.

“Estados Unidos no está haciendo ningún esfuerzo real. Sólo están aceptando un 4% de reducción con respecto al año 1990.”

En horas de la mañana de hoy viernes 9, el mundo se despertó con la noticia de que “el Obama bueno” del enigma, explicado por el Presidente Bolivariano Hugo Chávez en las Naciones Unidas, recibió el Premio Nobel de la Paz. No siempre comparto las posiciones de esa institución, pero me veo obligado a reconocer que en estos instantes fue, a mi juicio, una medida positiva. Compensa el revés que sufrió Obama en Copenhague al ser designada Río de Janeiro y no Chicago como la sede de las Olimpiadas del 2016, lo cual provocó airados ataques de sus adversarios de extrema derecha.

Muchos opinarán que no se ha ganado todavía el derecho a recibir tal distinción. Deseamos ver en la decisión, más que un premio al Presidente de Estados Unidos, una crítica a la política genocida que han seguido no pocos presidentes de ese país, los cuales condujeron el mundo a la encrucijada donde hoy se encuentra; una exhortación a la paz y la búsqueda de soluciones que conduzcan a la supervivencia de la especie.

Fidel Castro Ruz
Octubre 9 de 2009
6 y 11 p.m.

Tuesday, October 6, 2009

La Historia no puede ser ignorada

El pasado primero de octubre se conmemoró el 60º Aniversario de la República Popular China.

Ese día histórico de 1949, Mao Zedong, como líder del Partido Comunista de China, presidió en la Plaza de Tiananmen el primer desfile del Ejército Popular y del pueblo de China. Los soldados victoriosos portaban las armas arrebatadas en combate a invasores, oligarcas y traidores a su patria.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, una de las potencias que menos pérdidas materiales sufrió en la contienda, monopolizaba el arma nuclear, más del 80% del oro del mundo y disfrutaba de un considerable desarrollo industrial y agrícola.

La Revolución victoriosa en un país inmenso como China, en el año 1949 alimentó la esperanza de gran número de países colonizados, muchos de los cuales no tardarían en sacudir el yugo impuesto.

Lenin había previsto la fase imperialista del capitalismo desarrollado y el papel que correspondería en la historia del mundo a la lucha de los países colonizados. El triunfo de la Revolución China confirmaba aquella previsión.

La República Popular de Corea fue creada en el año 1948. En la primera conmemoración de la victoria china estaban presentes los representantes de la URSS, que aportó más de 20 millones de vidas a la batalla contra el fascismo; los de la República Popular de Corea, que había sido ocupada por Japón, y los combatientes vietnamitas que, después de luchar contra los japoneses, se enfrentaban heroicamente al intento francés de colonizar nuevamente Viet Nam con apoyo de Estados Unidos.

Nadie había imaginado entonces que menos de cuatro años después de aquella memorable fecha, sin ningún otro vínculo que el de las ideas, en la lejana Cuba se produciría el ataque al Cuartel Moncada el 26 de Julio de 1953, y apenas nueve años después de la liberación de China triunfaría la Revolución Cubana a 90 millas de la metrópoli imperialista.

Es a la luz de estos acontecimientos que observé con particular interés la conmemoración del 60º Aniversario de la Revolución China. Se conoce de nuestra amistad con ese país de milenaria cultura, la más antigua de las civilizaciones conocidas por el hombre.

En el siglo XIX, decenas de miles de ciudadanos chinos fueron enviados a nuestro país como semi esclavos, engañados por los mercaderes ingleses. Muchos de ellos se incorporaron al Ejército Libertador y lucharon por nuestra independencia. Nuestros vínculos con China parten, sin embargo, de las ideas marxistas que inspiraron a la Revolución Cubana y fueron capaces de atravesar las pruebas difíciles de la división entre los dos grandes Estados socialistas, que tanto daño ocasionó al movimiento revolucionario mundial.

En los días difíciles de la desaparición de la URSS, tanto China, como Viet Nam, Laos y Corea mantuvieron sus relaciones fraternales y solidarias con Cuba. Eran los únicos cuatro países que junto a Cuba mantuvieron en alto las banderas del socialismo en los días oscuros en que Estados Unidos, la OTAN, el Fondo Monetario y el Banco Mundial imponían el neoliberalismo y el saqueo del mundo.

La historia no puede ser ignorada. A pesar de la enorme contribución del pueblo de China y la estrategia política y militar de Mao en la lucha contra el fascismo japonés, Estados Unidos ignoró y aisló al gobierno del país más habitado del planeta y lo privó del derecho a participar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas; interpuso su escuadra para impedir la liberación de Taiwán, una isla que pertenece a China; apoyó y suministró los restos de un ejército cuyo jefe había traicionado todos los acuerdos suscritos en la lucha contra los invasores japoneses en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Taiwán recibió y recibe todavía el más moderno armamento de la industria bélica norteamericana.

Estados Unidos no solo privó a China de sus legítimos derechos: intervino en el conflicto interno de Corea, envió sus fuerzas que al frente de una coalición militar avanzaron desafiantes hacia las proximidades de los puntos vitales de ese gran país, y amenazó con emplear las armas nucleares contra China, cuyo pueblo tanto contribuyó a la derrota del Japón.

El Partido y el pueblo heroico de China no vacilaron ante las groseras amenazas. Cientos de miles de combatientes voluntarios chinos en enérgico contraataque, hicieron retroceder a las fuerzas yankis hasta los límites actuales de las dos Coreas. Cientos de miles de valerosos luchadores internacionalistas chinos y un número igual de patriotas coreanos murieron o fueron heridos en aquella sangrienta guerra. Más tarde el imperio yanki mató a millones de vietnamitas.

El 1º de octubre de 1949, al proclamarse la República Popular, China no poseía armas nucleares ni la avanzada tecnología militar que hoy dispone, con las cuales no amenaza a ningún otro país.

¿Qué diría ahora Occidente? La gran prensa de Estados Unidos fue, en general, hostil. Sus principales órganos escritos titulaban sus editoriales con frases como: “…poco interés por la ideología”, “…un espectáculo de poder”, “China comunista celebra los 60 años con Show Militar.”

Sin embargo, no fue posible ignorar la lucha. A través de todos los medios se reiteraba la idea de que era una demostración de poderío. Las noticias sobre todo se centraban en las imágenes del desfile militar.

No ocultaban su admiración por la amplia divulgación del desfile que la televisión china ofreció a la opinión pública internacional.

No pasó inadvertido, sino más bien fue motivo de asombro el hecho de que China presentara 52 nuevos tipos de armamentos, entre ellos la última generación de carros de combate, vehículos anfibios, radares, aviones de exploración y equipos sofisticados de comunicación.

Los medios de prensa resaltaban la presencia de los cohetes intercontinentales DF-31, capaces de golpear con cabezas nucleares blancos situados a 10 mil kilómetros de distancia, así como los cohetes de alcance medio y las defensas anticoheteriles.

Los 151 aviones caza, los bombarderos pesados, medios modernos de observación aérea y helicópteros sorprendieron a los ávidos buscadores de noticias y técnicos militares. “El ejército chino posee ahora la mayoría de las armas sofisticadas que forman parte de los arsenales de los países occidentales”, fue una declaración del Ministro de Defensa chino que la prensa occidental destacó.

Los 500 vehículos blindados y las 60 carrozas civiles que desfilaron frente al mausoleo causaron un profundo impacto.

La avanzada tecnología era una prueba irrefutable de la capacidad militar desarrollada, que hace unos decenios partió de cero. Lo insuperable era el factor humano. Ningún país occidental desarrollado podría alcanzar el nivel de precisión y organización mostrado por China ese día. Con cierto desdén se habló de oficiales y soldados marchando a 115 pasos de ganso por minuto.

Las distintas fuerzas que por allí desfilaron, hombres o mujeres, lo hicieron con porte y elegancia insuperables. Cualquiera podría negarse a creer que miles de seres humanos fueran capaces de alcanzar una organización tan perfecta. Tanto los que marchaban a pie como los que desfilaban en sus vehículos pasaron delante de la tribuna y saludaban con precisión, orden y marcialidad difíciles de alcanzar.

Si tales cualidades parecían fruto de la disciplina militar y del rigor de las prácticas, más de 150 mil ciudadanos de la enorme colmena humana de civiles, hombres y mujeres jóvenes en su inmensa mayoría, sorprendieron por su capacidad de alcanzar masivamente el nivel de organización y perfección logrado por sus compatriotas armados.

El inicio de la conmemoración, y el saludo a las tropas por el Jefe de Estado y Secretario General del Partido Comunista, fue una ceremonia impresionante. Se pudo apreciar una enorme identificación entre la dirección y el pueblo.

El discurso de Hu Jintao fue breve y preciso. En sólo menos de 10 minutos expresó muchas ideas. Ese día superó a Barack Obama en la capacidad de síntesis. Representa cuando habla a casi cinco veces más población que el Presidente de Estados Unidos. No tiene que cerrar centros de torturas, no está en guerra con ningún otro Estado, no envía sus soldados a más de 10 mil kilómetros de distancia para intervenir y matar con sofisticados medios de guerra, no posee cientos de bases militares en otros países ni poderosas flotas que surcan todos los océanos; no debe millones de millones de dólares, y en medio de una colosal crisis financiera internacional ofrece al mundo la cooperación de un país cuya economía no está en recesión y crece a elevados ritmos.

Ideas esenciales transmitidas por el Presidente de China:

“El día de hoy de hace sesenta años, tras más de cien años de batallas sangrientas libradas desde el inicio de la historia contemporánea, el pueblo chino logró, por fin, la gran victoria de la revolución china y el presidente Mao Zedong proclamó aquí mismo, ante el mundo, la fundación de la República Popular China, lo que permitió al pueblo chino ponerse en pie desde entonces y que la nación china, que tiene una historia de civilización de más de 5.000 años, entrara en una nueva era de desarrollo y progreso.”

“El desarrollo y progreso logrado en los sesenta años de la Nueva China ha mostrado plenamente que sólo el socialismo puede salvar a China y que solamente la reforma y apertura puede permitir el desarrollo de China, del socialismo y del marxismo. El pueblo chino tiene la confianza y la capacidad para construir bien su país y realizar sus debidas contribuciones al mundo.”

“Nos adheriremos firmemente a los principios de reunificación pacífica…”

“…continuaremos trabajando, junto con los diversos pueblos del mundo, para impulsar la noble causa de la paz y el desarrollo de la humanidad y la construcción de un mundo armónico basado en la paz duradera y la prosperidad común.”

“La historia nos ha indicado que el camino de avance nunca es llano, pero que un pueblo unido que toma el destino en sus propias manos vencerá, sin ninguna duda, todas las dificultades, creando continuamente grandes epopeyas históricas.”

Son respuestas lapidarias a la política belicista y amenazante del imperio.

Fidel Castro Ruz
Octubre 6 de 2009
5 y 35 p.m.

Monday, October 5, 2009

Un triunfo del Tercer Mundo

Poderosas potencias económicas compitieron por ser sede de las Olimpiadas en el 2016, entre ellas las dos más industrializadas del planeta: Estados Unidos y Japón. Triunfó sin embargo Río de Janeiro, una ciudad de Brasil.

Que no se diga ahora que fue generosidad de las naciones ricas con Brasil, un país del Tercer Mundo.

El triunfo de esa ciudad brasileña es una prueba de la creciente influencia de los países que luchan por su desarrollo. Con seguridad, en los pueblos de América Latina, África y Asia, la elección de Río de Janeiro será recibida con agrado en medio de la crisis económica y la incertidumbre actual con el cambio climático.

Aunque deportes populares como la pelota sean eliminados de las competencias para dar cabida a entretenimientos de burgueses y ricos, los pueblos del Tercer Mundo comparten la alegría de los brasileños y apoyarán a Río de Janeiro como organizador de los Juegos Olímpicos del 2016.

Es un deber presentarse en Copenhague con la misma unidad, y luchar para evitar que el cambio climático y las guerras de conquista prevalezcan sobre la voluntad de paz, el desarrollo y la supervivencia de todos los pueblos del mundo.

Fidel Castro Ruz
Octubre 2 de 2009
2 y 55 p.m.