Friday, June 27, 2008

Salvador Allende, un ejemplo que perdura

Nació hace cien años en Valparaíso, al sur de Chile, el 26 de junio de 1908. Su padre, de clase media, abogado y notario, militaba en el Partido Radical chileno. Cuando yo nací, Allende tenía 18 años. Realiza sus estudios medios en un liceo de la ciudad natal.

En sus años de estudiante preuniversitario, un viejo anarquista italiano, Juan Demarchi, lo pone en contacto con los libros de Marx.

Se gradúa como alumno excelente. Le gusta el deporte y lo practica. Ingresa voluntario al servicio militar en el Regimiento Coraceros de Viña del Mar. Solicita traslado al Regimiento Lanceros de Tacna, un enclave chileno en el norte seco y semidesértico, posteriormente devuelto a Perú. Egresa como oficial de reserva del Ejército. Lo hace ya como hombre de ideas socialistas y marxistas. No se trataba de un joven blando y sin carácter. Era como si adivinara que un día combatiría hasta la muerte defendiendo las convicciones que ya comenzaban a gestarse en su mente.

Decide estudiar la noble carrera de Medicina en la Universidad de Chile. Organiza un grupo de compañeros que se reúnen periódicamente para leer y discutir sobre el marxismo. Funda el Grupo Avance en 1929. Es elegido vicepresidente de la Federación de Estudiantes de Chile en 1930 y participa activamente en la lucha contra la dictadura de Carlos Ibáñez.

Se había desatado ya la gran depresión económica en Estados Unidos con la crisis de la Bolsa de Valores que estalló en 1929. Cuba se adentraba en la lucha contra la tiranía machadista. Mella había sido asesinado. Los obreros y los estudiantes cubanos se enfrentaban a la represión. Los comunistas, con Martínez Villena al frente, desataban la huelga general. "Hace falta una carga para matar bribones, para acabar la obra de las revoluciones..." —había proclamado en vibrante poema. Guiteras, de profunda raíz antiimperialista, intenta derrocar la tiranía con las armas. Cae Machado, que no puede resistir el empuje de la nación, y surge una revolución que Estados Unidos en pocos meses, con guantes de seda y mano de hierro, aplasta, y su dominio absoluto perdura hasta 1959.

Durante ese período Salvador Allende, en un país donde la dominación imperialista se ejercía brutalmente sobre sus trabajadores, su cultura y sus riquezas naturales, lleva a cabo una lucha consecuente que nunca lo apartó de su intachable conducta revolucionaria.

En 1933 se gradúa de médico. Participa en la fundación del Partido Socialista de Chile. Es ya dirigente en 1935 de la Asociación Médica Chilena. Sufre prisión durante casi medio año. Impulsa el esfuerzo para crear el Frente Popular, y lo eligen subsecretario general del Partido Socialista en 1936.

En septiembre de 1939 asume la Cartera de Salubridad en el gobierno del Frente Popular. Publica un libro suyo sobre medicina social. Organiza la primera Exposición de la Vivienda. Participa en el año 1941 en la reunión anual de la Asociación Médica Americana en Estados Unidos. Asciende en 1942 a Secretario General del Partido Socialista de Chile. Vota en el Senado, en el año 1947, contra la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, conocida como "Ley Maldita" por su carácter represivo. Asciende en 1949 a Presidente del Colegio Médico.

En 1952 el Frente del Pueblo lo postula para Presidente. Tenía entonces 44 años. Pierde. Presenta en el Senado un proyecto de ley para la nacionalización del cobre. Viaja a Francia, Italia, Unión Soviética y la República Popular China en 1954.

Cuatro años después, en 1958, es proclamado candidato a la Presidencia de la República por el Frente de Acción Popular, constituido por la Unión Socialista Popular, el Partido Socialista de Chile y el Partido Comunista. Pierde la elección frente al conservador Jorge Alessandri.

Asiste en 1959 a la toma de posesión como Presidente de Venezuela de Rómulo Betancourt, considerado hasta entonces una figura revolucionaria de izquierda.

Viaja ese mismo año a La Habana y se entrevista con el Che y conmigo. Respalda en 1960 a los mineros del carbón, que paralizan su trabajo durante más de tres meses.

Denuncia junto al Che en 1961 el carácter demagógico de la Alianza para el Progreso en la reunión de la OEA que tuvo lugar en Punta del Este, Uruguay.

Designado de nuevo candidato a la Presidencia, es derrotado en 1964 por Eduardo Frei Montalva, democratacristiano que contó con todos los recursos de las clases dominantes y que, según datos revelados en documentos desclasificados del Senado de Estados Unidos, recibió dinero de la CIA para apoyar su campaña. En su gobierno, el imperialismo trató de diseñar lo que se dio en llamar la "Revolución en Libertad", como respuesta ideológica a la Revolución Cubana. Lo que engendró fueron los fundamentos de la tiranía fascista. En esa elección, Allende obtiene, sin embargo, más de un millón de votos.

Encabeza en 1966 la delegación que asiste a la Conferencia Tricontinental de La Habana. Visita la Unión Soviética en el Aniversario 50 de la Revolución de Octubre. El año siguiente, 1968, visita la República Democrática de Corea, la República Democrática de Viet Nam, donde tiene la satisfacción de conocer y conversar con el extraordinario dirigente de ese país, Ho Chi Minh. Incluye en ese mismo recorrido a Camboya y Laos, en plena efervescencia revolucionaria.

Tras la muerte del Che, acompaña personalmente hasta Tahití a tres cubanos de la guerrilla en Bolivia, que sobrevivieron a la caída del Guerrillero Heroico y se encontraban ya en territorio chileno.

La Unidad Popular, coalición política integrada por comunistas, socialistas, radicales, MAPU, PADENA y Acción Popular Independiente, lo proclama su candidato el 22 de enero de 1970, y triunfa el 4 de septiembre en los comicios de ese año.

Es un ejemplo verdaderamente clásico de la lucha por vías pacíficas para establecer el socialismo.

El gobierno de Estados Unidos, presidido por Richard Nixon, después del triunfo electoral entra de inmediato en acción. El Comandante en Jefe del Ejército chileno, general René Schneider, es víctima de un atentado el 22 de octubre y fallece tres días después porque no se plegaba a la demanda imperialista de un golpe de Estado. Fracasa el intento de impedir la llegada de la Unidad Popular al gobierno.

Allende asume legalmente con toda dignidad el cargo de Presidente de Chile el 3 de noviembre de 1970. Comienza desde el gobierno su heroica batalla por los cambios, enfrentando al fascismo. Tenía ya 62 años de edad. Me cupo el honor de haber compartido con él 14 años de lucha antiimperialista desde el triunfo de la Revolución Cubana.

En las elecciones municipales de marzo del año 1971, la Unidad Popular obtiene mayoría absoluta de los votos con el 50,86 por ciento. El 11 de julio el presidente Allende promulga la Ley de Nacionalización del Cobre, una idea que había propuesto al Senado 19 años antes. Fue aprobada en el Congreso por unanimidad. Nadie se atrevía a objetarla.

En 1972 denuncia en la Asamblea General de las Naciones Unidas la agresión internacional de que es víctima su país. Es ovacionado de pie durante largos minutos. Visita ese mismo año la Unión Soviética, México, Colombia y Cuba.

En 1973, al realizarse las elecciones parlamentarias de marzo, la Unidad Popular obtiene un 45 por ciento de los votos y aumenta su representación parlamentaria.

No pueden prosperar las medidas promovidas por los yanquis en las dos Cámaras para destituir al Presidente.

El imperialismo y la derecha agudizan una lucha sin cuartel contra el gobierno de la Unidad Popular y desatan el terrorismo en el país.

Le escribí seis cartas confidenciales a mano, con letra pequeñita y una pluma de punta fina entre los años 1971 y 1973, en las que le abordaba temas de interés con la mayor discreción.

El 21 de mayo de 1971 le decía:

"...Estamos maravillados de tu extraordinario esfuerzo y tus energías sin límites para sostener y consolidar el triunfo.

"Desde aquí se puede apreciar que el poder popular gana terreno a pesar de su difícil y compleja misión.

"Las elecciones del 4 de Abril constituyeron una espléndida y alentadora victoria.

"Han sido fundamentales tu valor y decisión, tu energía mental y física para llevar adelante el proceso revolucionario.

"Seguramente les esperan a ustedes grandes y variadas dificultades a enfrentar en condiciones que no son precisamente ideales, pero una política justa, apoyada en las masas y aplicada con decisión no puede ser vencida..."

El 11 de septiembre de 1971, le escribí:

"El portador viaja para tratar contigo los detalles de la visita.

"Inicialmente, considerando un posible vuelo directo en avión de Cubana, analizamos la conveniencia de aterrizar en Arica e iniciar el recorrido por el norte. Surgen luego dos cosas nuevas: interés expresado a ti por Velazco Alvarado de un posible contacto en mi viaje hacia esa; posibilidad de contar con un avión soviético IL-62 de mayor radio. Esto último permite, si se quiere, arribar en vuelo directo a Santiago.

"Va un esquema de recorrido y actividades para que tú añadas, suprimas e introduzcas las modificaciones que estimes pertinente.

"He procurado pensar exclusivamente en lo que pueda ser de interés político sin preocuparme mucho el ritmo o la intensidad del trabajo, pero todo en absoluto queda sometido a tus criterios y consideraciones.

"Hemos disfrutado mucho los éxitos extraordinarios de tu viaje a Ecuador, Colombia y Perú. ¿Cuándo tendremos en Cuba la oportunidad de emular con ecuatorianos, colombianos y peruanos en el enorme cariño y el calor con que te recibieron?"

En aquel viaje, cuyo esquema transmití al presidente Allende, salvé milagrosamente la vida. Recorrí decenas de kilómetros ante una multitud enorme, situada a lo largo del camino. La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos organizó tres acciones para asegurar mi asesinato durante ese viaje. En una entrevista de prensa anunciada con anterioridad, había una cámara suministrada por una emisora televisiva de Venezuela equipada con armas automáticas, manejada por mercenarios cubanos que con documentos de ese país habían ingresado a Chile. El valor les falló a los que solo tenían que apretar el gatillo durante el largo tiempo que duró la entrevista y las cámaras me enfocaron. No querían correr el riesgo de morir. Me habían perseguido, además, por todo Chile, donde no me volvieron a tener tan cerca y vulnerable. Sólo pude conocer los detalles de la cobarde acción años más tarde. Los servicios especiales de Estados Unidos habían llegado más lejos de lo que podíamos imaginarnos.

El 4 de febrero de 1972 escribí a Salvador:

"La delegación militar fue recibida con el mayor esmero por todos aquí. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias dedicaron prácticamente todo su tiempo durante esos días a atenderla. Los encuentros fueron amistosos y humanos. El programa intenso y variado. Mi impresión es que el viaje ha sido positivo y útil, que existe la posibilidad y es conveniente seguir desarrollando estos intercambios.

"Con Ariel hablé sobre la idea de tu viaje. Comprendo perfectamente que el trabajo intenso y el tono de la contienda política las últimas semanas no te hayan permitido considerarlo para la fecha aproximada que mencionamos en esa. Es indudable que no habíamos tomado en cuenta estas eventualidades. Por mi parte, aquel día, vísperas de mi regreso, cuando cenábamos ya de madrugada en tu casa, ante la falta de tiempo y la premura de las horas, me tranquilizaba pensar que relativamente pronto nos volveríamos a encontrar en Cuba donde íbamos a disponer la posibilidad de conversar extensamente. Tengo, no obstante, la esperanza de que puedas tomar en consideración la visita antes de mayo. Menciono este mes, porque a más tardar, desde mediados del mismo, tengo que realizar el viaje, ya impostergable, a Argelia, Guinea, Bulgaria, otros países y la URSS. Esta amplia visita me llevará considerable tiempo.

"Te agradezco mucho las impresiones que me comunicas sobre la situación. Aquí, cada día más familiarizados, interesados y afectados emotivamente todos con el proceso chileno, seguimos con gran atención las noticias que llegan de allá. Ahora podemos comprender mejor el calor y la pasión que debió suscitar la revolución cubana en los primeros tiempos. Podría decirse que estamos viviendo nuestra propia experiencia a la inversa.

"En tu carta puedo apreciar la magnífica disposición de ánimo, serenidad y valor con que estás dispuesto a enfrentar las dificultades. Y eso es fundamental en cualquier proceso revolucionario, especialmente cuando se desarrolla en las condiciones sumamente complejas y difíciles de Chile. Yo regresé con una extraordinaria impresión de la calidad moral, cultural y humana del Pueblo Chileno y de su notable vocación patriótica y revolucionaria. A ti te ha correspondido el singular privilegio de ser su conductor en este momento decisivo de la historia de Chile y de América, como culminación de toda una vida de lucha, como dijiste en el estadio, consagrada a la causa de la revolución y el socialismo. Ningún obstáculo puede ser invencible. Alguien dijo que en una revolución se marcha adelante con ‘audacia, audacia y más audacia’. Yo estoy convencido de la profunda verdad que encierra este axioma."

Le escribí de nuevo al presidente Allende el 6 de septiembre de 1972:

"Con Beatriz te mandé mensaje sobre distintos tópicos. Después que ella partió y con motivo de las noticias que estuvieron llegando la pasada semana, decidimos enviar al compañero Osmany para ratificarte nuestra disposición de colaborar en cualquier sentido, y a la vez tú puedas comunicarnos a través de él tu apreciación de la situación y tus ideas con relación al viaje proyectado a esta y otros países. El pretexto del viaje de Osmany será inspeccionar la Embajada cubana, aunque no se le dará publicidad alguna. Queremos que su estancia en esa sea muy breve y discreta.

"Los puntos planteados por ti a través de Beatriz ya se están cumplimentando...

"Aunque comprendemos las actuales dificultades del proceso chileno, tenemos la confianza de que ustedes hallarán el modo de vencerlas.

"Puedes contar enteramente con nuestra cooperación. Recibe un saludo fraternal y revolucionario de todos nosotros."

El 30 de junio de 1973 enviamos una invitación oficial al presidente Salvador Allende y a los partidos de la Unidad Popular a la conmemoración del 20 Aniversario del ataque al Cuartel Moncada.

En carta aparte, le digo:

"Salvador:

"Lo anterior es la invitación oficial, formal, para la conmemoración del 20 Aniversario. Lo formidable sería que tú pudieras dar un salto a Cuba para esa fecha. Puedes imaginarte lo que significaría eso de alegría, satisfacción y honor para los cubanos. Sé que eso sin embargo depende más que nada de tus trabajos y de la situación en esa. Lo dejamos por tanto a tu consideración.

"Todavía estamos bajo el impacto de la gran victoria revolucionaria del día 29 y tu brillante papel personal en los acontecimientos. Es natural que muchas dificultades y obstáculos subsistirán pero estoy seguro de que esta primera prueba exitosa les dará gran aliento y consolidará la confianza del pueblo. Internacionalmente se ha dado gran relieve a los sucesos y se aprecia como un gran triunfo.

"Actuando como lo hiciste el 29, la revolución chilena saldrá victoriosa de cualquier prueba por dura que sea.

Te reitero que los cubanos estamos a tu lado y que puedes contar con tus fieles amigos de siempre."

El 29 de julio de 1973 le envío la última carta:

"Querido Salvador:

"Con el pretexto de discutir contigo cuestiones referentes a la reunión de países no alineados, Carlos y Piñeiro realizan un viaje a esa. El objetivo real es informarse contigo sobre la situación y ofrecerte como siempre nuestra disposición a cooperar frente a las dificultades y peligros que obstaculizan y amenazan el proceso. La estancia de ellos será muy breve por cuanto tienen aquí muchas obligaciones pendientes y, no sin sacrificio de sus trabajos, decidimos que hicieran el viaje.

"Veo que están ahora en la delicada cuestión del diálogo con la D.C. en medio de acontecimientos graves como el brutal asesinato de tu edecán naval y la nueva huelga de los dueños de camiones. Imagino por ello la gran tensión existente y tus deseos de ganar tiempo, mejorar la correlación de fuerzas para caso de que estalle la lucha y, de ser posible, hallar un cauce que permita seguir adelante el proceso revolucionario sin contienda civil, a la vez que salvar tu responsabilidad histórica por lo que pueda ocurrir. Estos son propósitos loables. Pero en caso de que la otra parte, cuyas intenciones reales no estamos en condiciones de valorar desde aquí, se empeñase en una política pérfida e irresponsable exigiendo un precio imposible de pagar por la Unidad Popular y la Revolución, lo cual es, incluso, bastante probable, no olvides por un segundo la formidable fuerza de la clase obrera chilena y el respaldo enérgico que te ha brindado en todos los momentos difíciles; ella puede, a tu llamado ante la Revolución en peligro, paralizar a los golpistas, mantener la adhesión de los vacilantes, imponer sus condiciones y decidir de una vez, si es preciso, el destino de Chile. El enemigo debe saber que está apercibida y lista para entrar en acción. Su fuerza y su combatividad pueden inclinar la balanza en la capital a tu favor aun cuando otras circunstancias sean desfavorables.

"Tu decisión de defender el proceso con firmeza y con honor hasta el precio de tu propia vida, que todos te saben capaz de cumplir, arrastrarán a tu lado a todas las fuerzas capaces de combatir y a todos los hombres y mujeres dignos de Chile. Tu valor, tu serenidad y tu audacia en esta hora histórica de tu patria y, sobre todo, tu jefatura firme, resuelta y heroicamente ejercida, constituyen la clave de la situación.

"Hazles saber a Carlos y a Manuel en qué podemos cooperar tus leales amigos cubanos.

"Te reitero el cariño y la ilimitada confianza de nuestro pueblo."

Esto lo escribí mes y medio antes del golpe. Los emisarios eran Carlos Rafael Rodríguez y Manuel Piñeiro.

Pinochet había conversado con Carlos Rafael. Le había simulado una lealtad y firmeza similares a las del general Carlos Prats, Comandante en Jefe del Ejército durante parte del gobierno de la Unidad Popular, un militar digno al que la oligarquía y el imperialismo pusieron en total crisis, que lo obligó a renunciar al mando, y fue más tarde asesinado en Argentina por los esbirros de la DINA, después del golpe fascista de 1973.

Yo desconfiaba de Pinochet desde que leí los libros de geopolítica que me obsequió durante mi visita a Chile y observé su estilo, sus declaraciones y los métodos que como Jefe del Ejército aplicaba cuando las provocaciones de la derecha obligaban al presidente Allende a decretar el estado de sitio en Santiago de Chile. Recordaba lo que advirtió Marx en el 18 Brumario.

Muchos jefes militares del ejército en las regiones y sus estados mayores querían conversar conmigo dondequiera que llegaba, y mostraron notable interés por los temas de nuestra guerra de liberación y las experiencias de la Crisis de Octubre de 1962. Las reuniones duraban horas en las madrugadas, que era el único tiempo libre para mí. Yo accedía por ayudar a Allende, inculcándoles la idea de que el socialismo no era enemigo de los institutos armados. Pinochet, como jefe militar, no fue una excepción. Allende consideraba útiles estos encuentros.

El 11 de septiembre de 1973 muere heroicamente defendiendo el Palacio de La Moneda. Combatió como un león hasta el último aliento.

Los revolucionarios que resistieron allí la embestida fascista contaron cosas fabulosas sobre los momentos finales. Las versiones no siempre coincidían, porque luchaban desde diferentes puntos de Palacio. Además, algunos de sus más cercanos colaboradores murieron, o fueron asesinados después del duro y desigual combate.

La diferencia de los testimonios consistía en que unos afirmaban que los últimos disparos los hizo contra sí mismo para no caer prisionero, y otros que su muerte sobrevino por fuego enemigo. El Palacio ardía atacado por tanques y aviones para consumar un golpe que consideraban trámite fácil y sin resistencia. No hay contradicción alguna entre ambas formas de cumplir el deber. En nuestras guerras de independencia hubo más de un ejemplo de combatientes ilustres que, cuando ya no había defensa posible, se privaron de la vida antes de caer prisioneros.

Hay mucho que decir todavía sobre lo que estuvimos dispuestos a hacer por Allende, algunos lo han escrito. No es el objetivo de estas líneas.

Hoy se cumple un siglo de su nacimiento. Su ejemplo perdurará.

Fidel Castro Ruz

Junio 26 de 2008

6 y 34 p.m.

Monday, June 23, 2008

Del libro Fidel, Bolivia Y ALGO MáS... Prólogo para los amigos bolivianos

El libro FIDEL, BOLIVIA Y ALGO MÁS lo recibí como obsequio de Evo, Presidente de Bolivia, en su última visita a Cuba, el 22 de mayo de 2008.

Supe por él y por Rafael Dausá, Embajador de Cuba en Bolivia, quien lo acompañó en esa visita, que los autores deseaban lanzar una nueva edición, coincidiendo con el 80º aniversario del nacimiento del Che dentro de dos semanas, el próximo 14 de junio. Tan pronto vi las fotos, los recortes de prensa, el índice de capítulos y unos cuantos párrafos textuales, les dije a Evo y a Dausá que me permitieran incluir en el texto una introducción para darles las gracias a los editores. "Eso es lo que ellos quieren, porque usted es el autor del libro" —me respondieron.

Lo leí de un tirón al día siguiente. Comprendí que se trataba de mis propias palabras, tomadas textualmente. Estaba ansioso por saber lo que había dicho en 1993, ahora que las cosas de las cuales hablé entonces están ya ocurriendo. Ni yo mismo sé cómo respondí en esa ocasión cada una de las numerosas preguntas serias, algunas muy hábiles, que me hicieron verter muchos conceptos que llevaba dentro, aun a riesgo de no ser comprendido. Aquel viaje fue sumamente difícil. El Che había muerto en Bolivia 26 años antes.

Vi por televisión recientemente su imponente imagen esculpida en bronce, rumbo a Rosario, la ciudad donde vino al mundo. Me puse a recordar y meditar un buen rato sobre las cosas que conversé con él desde que lo conocí hasta que partió hacia Ñancahuazú, en Bolivia. Nunca semejantes imágenes pasaban por nuestras mentes y ninguno de los dos tenía razones para pensar que viviría muchos años.

Hoy cumplo el deber de recordar lo que dije en ese país cuando lo visité. Les explicaba entonces que nuestra Patria contaba ya con 40 mil médicos, y les expuse las ideas que inspiraban nuestra conducta. No invertiré tiempo en repetirlas, muchas están contenidas en el libro y no podría hacerlo mejor ni con más espontaneidad.

Once años después el número de médicos casi se había duplicado y la Escuela Latinoamericana de Medicina, creada en junio de 1999, contaba con más de 10 mil estudiantes de la región. Ya estábamos cooperando en países del Tercer Mundo con miles de especialistas en la salud, como habíamos prometido en Naciones Unidas en el año 1979, después de la Cumbre de los Países No Alineados que tuvo lugar en Cuba.

En agosto de 2005 se produce el desastre del huracán Katrina, que azotó el sureste de Estados Unidos y lanzó el mar sobre los barrios más pobres de la ciudad de Nueva Orleans. La Habana estaba más cerca de esa urbe que Nueva York, Washington, Chicago, Boston y otras muchas ciudades de Estados Unidos. Siguiendo el principio de que la cooperación ante los desastres no se vincula con las diferencias ideológicas, ofrecimos nuestra ayuda para salvar vidas humanas. De inmediato se lo informamos al gobierno de Estados Unidos.

Me limito a reproducir lo que Cuba se vio en la necesidad de explicar días después, en encuentro con el Contingente Henry Reeve, el 4 de septiembre de ese año:

"Masas desesperadas de población humilde, niños, madres, mujeres, personas de la tercera edad, tenían necesidades urgentes de atención médica. En tal situación, no importa cuán rico sea el país, el número de sus científicos y sus grandes avances técnicos; lo que en ese instante se requiere son profesionales jóvenes y bien entrenados que, en circunstancias anómalas, puedan ser enviados por aire o cualquier otra vía a edificaciones o puntos concretos donde seres humanos estén en peligro de muerte.

"En el caso de Cuba, a poca distancia de Louisiana, Mississippi y Alabama, se daban esas circunstancias propicias para ofrecer apoyo al pueblo norteamericano. A Estados Unidos en ese momento el mundo le podía donar miles de millones de dólares sin que con ello se salvara una sola vida de las que en Nueva Orleans y otros puntos críticos corrían en esos instantes mortales peligros.

"Cuba no podría hacer lo más mínimo por salvar a los tripulantes de una nave espacial o de un submarino nuclear en peligro, pero a las víctimas del Katrina, en riesgo inminente de muerte, podía ofrecerles significativa y vital ayuda. Y eso fue lo que hizo desde el primer instante, el martes 30 de agosto de 2005, a las 12 y 45 p.m., cuando apenas habían cesado los vientos y las lluvias. No se arrepiente de ello, aunque ni siquiera se haya mencionado su nombre en la larga lista de países que ofrecieron solidaridad al pueblo norteamericano. Lo habíamos hecho en forma discreta y sin publicidad alguna.

"¼ sabía muy bien que contábamos con hombres y mujeres como ustedes; me atreví a reiterar la oferta tres días después al prometer que en menos de 12 horas podrían estar en Houston los primeros 100 médicos con los recursos vitales cargados en sus mochilas. En 10 horas más, otros 500; y en menos de 36 horas, 500 más, para una suma total de 1 100, que pudieran salvar aunque fuera una vida de las muchas que en esos instantes dramáticos estaban en riesgo de perderse.

"Tal vez algunos que desconocen el honor y el espíritu solidario de nuestro pueblo, pensaron que se trataba de un bluff o una ridícula exageración. Jamás nuestro país juega con asuntos tan serios ni ha practicado nunca el deshonor de la demagogia o la mentira¼ En esta sala hace sólo tres días se guardó un minuto de silencio por las víctimas del huracán que azotó a ese pueblo hermano¼ y no con 1 100, sino con 1 586 médicos incluidos 300 de reserva, ante las noticias cada vez más alarmantes que llegaban¼ Ya anunciamos la disposición de enviar miles más si fuera necesario¼ Bastaron 24 horas para que desde todos los rincones del país se movieran hacia nuestra capital la totalidad de los convocados para llevar a cabo la misión prometida. Hemos cumplido con absoluta puntualidad y precisión.

"Ustedes honran la noble profesión médica. Ustedes con su respuesta rápida y sin vacilación alguna, dispuestos a cumplir el deber en nuevas y difíciles condiciones, están escribiendo una página en la historia de la solidaridad entre los pueblos y están señalando un camino de paz a la sufrida y amenazada especie humana, a la cual pertenecemos todos¼

"La edad promedio de todo el personal es de 32 años —la inmensa mayoría no había nacido al triunfo de la Revolución, y unos cuantos no habían nacido ni siquiera 15 años después del triunfo, es todo fruto de estos tiempos duros— y la experiencia promedio en el ejercicio profesional, no menos de 10 años¼

"El jefe de la bancada republicana del Senado, Bill Frist, quien se encuentra en Nueva Orleans, reconoció que ‘los médicos y las enfermeras están haciendo un gran trabajo, pero sigue habiendo un grave problema de distribución de la asistencia, y que decenas de personas mueren cada día’.

"Según el Boston Globe, Louisiana y Mississippi están enfrentando el peor desastre de salud pública de la nación en muchas décadas.

"Ese mismo diario recoge declaraciones del doctor Marshall Boulden, director de Diabetes y Metabolismo del Centro Médico Universitario de Jackson, Mississippi, quien señaló: ‘Tenemos la oportunidad de ver cosas que no hemos visto en muchos años: cólera, fiebre tifoidea, tétanos, malaria. No habíamos visto condiciones tales en 50 años. Las personas están hacinadas y deambulan entre los excrementos’¼

"Las mochilas de nuestros médicos contienen precisamente aquellos recursos requeridos para enfrentar sobre el terreno los problemas relacionados con la deshidratación, la hipertensión, la Diabetes Mellitus, las infecciones en cualquier lugar del organismo: pulmones, huesos, piel, oído, vías urinarias, sistema reproductivo, aparato digestivo¼ medicamentos que alivian el dolor y reducen la fiebre¼ para el tratamiento del asma bronquial y otros problemas similares, con apenas cuatro decenas de productos de probada eficiencia en tales situaciones de urgencia.

"Cuba posee autoridad moral para opinar sobre el tema y hacer esta oferta. Cuenta con el más alto índice de médicos per cápita entre todos los países y ningún otro ha desarrollado mayor cooperación en el campo de la salud con otros pueblos...

"La Brigada Henry Reeve ha sido creada, y sea cual fuere la tarea que ustedes asuman en cualquier rincón del mundo, o en nuestra propia Patria, llevarán siempre la gloria de la respuesta valiente y digna que han dado al llamado de solidaridad con el pueblo hermano de Estados Unidos, y en especial sus hijos más humildes.

"¡Adelante, generosos defensores de la salud y de la vida, vencedores del dolor y de la muerte!" —concluí.

Eso dije hace casi cuatro años. Las páginas escritas por la Henry Reeve dondequiera que cumplió o cumple misión, han hecho honor a estas palabras.

Como en la historia a veces cada pieza parece ser hecha a mano para demostrar alguna convicción humana, hace pocos días recibí copia de un artículo que publicó en Europa el Ministro de la Pesca de Namibia, quien visitó nuestro país recientemente. Incluirla en este prólogo es una forma de expresarle mi aprecio por sus palabras; utilizaré sólo algunos de sus párrafos esenciales para ahorrar espacio y tiempo.

"Yo soy producto de la Revolución Cubana. Los namibios están eternamente agradecidos a Cuba por ser una nación solidaria con principios firmes y una verdadera amistad hacia Namibia. Los cubanos derramaron su propia sangre por la libertad e independencia de Namibia.

"En 1977 yo me fui de Namibia para Angola. Me reuní por primera vez con los internacionalistas cubanos en Cassinga. En ese momento yo conocía poco acerca de Cuba y de su pueblo.

"Como pioneros fuimos educados por los líderes de la SWAPO en el exilio, sobre por qué los internacionalistas cubanos estaban en Angola. Como niños, esto nos hizo pensar profundamente.

"Los cubanos habían asistido voluntariamente a una nación que lo necesitaba. Ellos estaban sacrificando sus vidas para salvar nuestras vidas y mantener la paz en Angola. A nosotros, que veníamos de una Namibia colonizada, esto nos inspiró grandemente.

"Mientras que nosotros estábamos en Chibia, el régimen del Apartheid de África del Sur invadió Angola y atacó sin piedad a Cassinga, matando a muchos namibios indefensos. Nosotros apreciamos el cuidado y la bravura con que las tropas internacionalistas cubanas vinieron a nuestro rescate.

"Yo me fui a Cuba en 1978, junto con otros pioneros de la SWAPO. Estábamos excitados y curiosos. Nunca antes habíamos visto a niños cubanos y estábamos muy entusiasmados en reunirnos con ellos.

"Nosotros volamos de Luanda, la capital de Angola, hasta La Habana. Algunos salimos para la Isla de la Juventud¼ a una escuela específicamente concebida para que los niños namibios ejercieran sus estudios. En la Isla se mezclaron con alumnos de Nicaragua, África del Sur, Mozambique, Angola, Congo, Cabo Verde y el Frente Polisario. Ningún otro país, grande o pequeño, ha hecho lo que Cuba para educar a las personas jóvenes de diferentes naciones, teniendo en cuenta sus necesidades reales.

"El camarada Helmuth Angula era el Jefe y representante de la SWAPO en Cuba. Él tenía la responsabilidad de asesorarnos qué debíamos estudiar y dónde hacerlo. Yo quería hacerme piloto y cosmonauta, pero él decidió que yo debería estudiar química de los alimentos.

"Cuando completé mis estudios en química de los alimentos, en 1981, fui honrado como el alumno más destacado de la escuela. Regresé a Angola en 1981. En 1984, la SWAPO me envió al Reino Unido para realizar estudios en ciencias. A mi llegada al Reino Unido, me di cuenta que muchos de los estudiantes de mi universidad estaban de-sinformados con relación a Cuba. Yo formé un grupo con otros estudiantes de países de Latinoamérica para rectificar esta situación. Desarrollé estudios de bioquímica, con énfasis en las pesquerías marinas, y obtuve un título de Licenciado en Ciencias y el Doctorado (PhD) en este mismo campo.

"Debo mi actual posición en la sociedad al pueblo de Namibia, que sacrificó sus vidas y peleó bravamente para liberar al país. Pero yo le debo todo también a la Revolución Cubana. Desde 1997 hasta la fecha soy el Ministro de Pesquería y Recursos Marinos de Namibia. Ello no hubiese sido posible sin la ayuda de Cuba."

La revista New African, editada en Europa sobre temas africanos, en su número 472, de abril de 2008, afirma que en los decenios de 1970 y 1980, Cuba envió 350 mil patriotas, incluidos civiles y doctores, a apoyar las luchas de liberación africanas, especialmente en Angola, Namibia, Mozambique, Guinea-Bissau, Cabo Verde, Sao Tomé y Príncipe. A la larga, el esfuerzo cubano aceleró la de-saparición del apartheid en Suráfrica. Nelson Mandela estaba en prisión cuando Cuba, del otro lado del Atlántico, envió esa fuerza.

¿Cuál debe ser uno de los objetivos de estas líneas que escribo para mis viejos amigos bolivianos? Desenmascarar los métodos pérfidos y cínicos del imperio.

El enemigo es sumamente vil. Cabalga sobre los instintos, las ambiciones y las vanidades de aquellos en los que nunca germinó una elemental ética.

En nuestro país cometió todo tipo de crímenes: organizó bandas, introdujo masivamente armas y explosivos, invadió el territorio nacional con mercenarios que llegaron a nuestras costas escoltados por un portaaviones, buques de guerra y transportadores con infantería norteamericana lista para entrar en acción tan pronto los apátridas ocuparan una cabeza de playa; atacaron nuestras bases aéreas con bombarderos que traían insignias cubanas simulando una rebelión de la Fuerza Aérea. Cientos de jóvenes revolucionarios perdieron la vida o fueron heridos combatiendo heroicamente a los mercenarios que llegaron por mar y aire. Capturados en masa, ninguno de los invasores fue asesinado, ninguno fue torturado.

Vino después un largo período de lucha contra los métodos sucios del imperio, que incluyeron el bloqueo económico, la perenne amenaza de agresión directa, el intento de asesinato de los líderes, la guerra bacteriológica y el riesgo altísimo de una guerra termonuclear de las dos superpotencias, que estuvo a punto de estallar. Cuba, sin embargo, resistió y sigue resistiendo después de medio siglo de lucha.

No pretendemos ser modelo en la construcción del socialismo, aunque sí en la defensa del derecho a construirlo.

Ejemplos concretos de cinismo:

Un terrorista cae preso, se le ocupan los explosivos y se reúnen las pruebas pertinentes para el juicio; es sancionado a un número de años en prisión. Se declara incapacitado para realizar movimientos. La Agencia Central de Inteligencia ha montado la operación. Le escriben los versos, le publican un libro de poemas y lo presentan al mundo como poeta inválido y sin asistencia médica; es tan simulador que desorienta a los propios funcionarios de la prisión. Confunden y engañan a la opinión pública internacional a través de sus recursos mediáticos, y no hay enviado especial de los líderes de la "democracia occidental" que no solicite la libertad del poeta inválido. Los médicos habían asegurado que no tenía problema alguno de salud.

Enfrentado a la verdad filmada de los febriles ejercicios que hacía cada día en lugares no observados por los custodios, antes de que se cumplimentara la solicitud de un importante país europeo, se levanta como un resorte y 24 horas después toma el avión, caminando en compañía del último emisario europeo hacia el paraíso de la democracia y la abundancia. Le esperaría un cargo como funcionario del imperio en una institución internacional que vela por los derechos humanos. Era el precio que Cuba tenía que pagar a los gobiernos burgueses para que, en medio del brutal bloqueo yanqui, mantuvieran relaciones económicas con nuestra patria.

Los cubanos tienen el privilegio de nacer en un país que gracias a la Revolución fue el primero en cumplir las metas del milenio en educación: todo el mundo sabe leer y escribir. No existen niños con discapacidades, incluidos sordomudos, débiles visuales y ciegos, que no reciban atención; los servicios de educación y salud se combinan para protegerlos y alentarlos, a pesar de las dificultades con que llegaron al mundo.

Si el presunto autor contrarrevolucionario tiene cualidades narrativas y de expresión, no debe preocuparse por imprimir libros o buscar mercados; a los organismos de Inteligencia del imperialismo les basta con que invente cualquier cosa dramática y culpe a la Revolución. Tendrá dinero y además fama, su obra será galardonada y divulgada ad libitum. Es un verdadero insulto a la intelectualidad.

Cuba forma atletas, adquiere más medallas de oro per cápita que cualquier otra nación, universaliza el deporte en aras de la salud de sus ciudadanos; los países ricos les caen detrás a esos atletas ofreciéndoles todo el dinero posible y obtienen así jugadores para integrar sus equipos con atletas nacionalizados de piel india, mestiza o negra en nada parecida a sus pretendidas razas superiores.

Cuando cae la URSS, la directora de un centro de rehabilitación, pensando que no podíamos resistir, aspira a convertirse en propietaria de la institución, como hicieron algunos colegas de aquel país; se le descubre y se le destituye. Inventa la teoría de que ello se debe a su oposición al empleo de células madres de origen humano en las investigaciones. Nunca habló una palabra de eso. Un médico hijo suyo, nada brillante en su expediente profesional, trabajaba con ella en el centro. Viola normas éticas que prohíben el desarrollo de relaciones sexuales con pacientes o acompañantes. Inconsistente moralmente, se marcha al país de origen de la dama, donde se convierte en imprescindible fisioterapeuta de importantes funcionarios. ¡Excelente material para el chantaje imperialista contra Cuba!

Se le niega a ella la solicitud de viajar al exterior. No debe cederse ante el chantaje: fue la decisión.

El Che legó al pensamiento revolucionario un principio estratégico cuando, frunciendo el ceño y señalando el dedo meñique de su mano derecha, en un discurso ante Naciones Unidas afirmó: "¡Al imperialismo no se le puede dar ni un tantico así!

Estaba a punto de partir con un puñado de internacionalistas cubanos hacia el antiguo Congo Belga, donde Lumumba fue asesinado por el imperialismo a los ojos de las tropas de la ONU y ocupó el cargo un títere corrupto. Sus ideas sobre la realidad del mundo se pondrían a prueba.

Un día, en acto multitudinario que tuvo lugar en la Plaza de la Revolución el 18 de octubre de 1967 para rendir homenaje al Che, herido en combate y ultimado por un disparo homicida varios días antes, expresé ante el pueblo conmovido por las noticias algunas ideas esenciales que deseo incluir textualmente en estas líneas:

"¼ el mes de julio o agosto de 1955 conocimos al Che. Y en una noche —como él cuenta en sus narraciones— se convirtió en futuro expedicionario del Granma. Pero en aquel entonces yo no tenía ni barco, ni armas, ni tropas. Fue así como, junto con Raúl, el Che integró el grupo de los dos primeros de la lista del Granma.

"¼ fue uno de los más familiares, de los más admirados, de los más queridos y, sin duda alguna, el más extraordinario de nuestros compañeros de revolución.

"Che era una de esas personas a quien todos le tomaban afecto inmediatamente, por su sencillez, por su carácter, por su naturalidad, por su compañerismo, por su personalidad, por su originalidad¼ "

"Se le veía impregnado de un profundo espíritu de odio y desprecio al imperialismo¼ había tenido la oportunidad de presenciar en Guatemala la criminal intervención imperialista a través de los soldados mercenarios que dieron al traste con la revolución de aquel país."

"¼ Puede haber influido profundamente en su conducta la idea de que los hombres tienen un valor relativo en la historia, la idea de que las causas no son derrotadas cuando los hombres caen y la incontenible marcha de la historia no se detiene ni se detendrá ante la caída de los jefes."

"¼ Diría que es de esos tipos de hombres difíciles de igualar y prácticamente imposibles de superar."

"¼ cuando nosotros pensamos en el Che, no estamos pensando en sus virtudes militares. ¡No! La guerra es un instrumento de los revolucionarios, ¡lo importante es la revolución, la causa revolucionaria, las ideas revolucionarias, los objetivos revolucionarios, los sentimientos revolucionarios, las virtudes revolucionarias!"

"Che era un hombre de pensamiento profundo, de inteligencia visionaria, de profunda cultura. Reunía en su persona al hombre de ideas y al hombre de acción."

"Che reunía las virtudes que pueden definirse como la más cabal expresión de un revolucionario: hombre de honradez suprema, sinceridad absoluta, a quien en su conducta no se le puede encontrar una sola mancha."

"Trabajador infatigable, en los años que estuvo al servicio de nuestra patria no conoció un solo día de descanso."

"¼ era un estudioso de todos los problemas, un lector infatigable. Su sed de abarcar conocimientos humanos era prácticamente insaciable, y las horas que le arrebataba al sueño las dedicaba al estudio. Los días reglamentarios de descanso los dedicaba al trabajo voluntario. Fue el inspirador y máximo impulsor de ese trabajo¼ "

"¼ el lado débil del enemigo imperialista: creer que con el hombre físico ha liquidado su pensamiento, ha liquidado sus ideas, ha liquidado sus virtudes, ha liquidado su ejemplo."

"Nosotros estamos absolutamente convencidos de que la causa revolucionaria en este continente se repondrá del golpe, que no será derrotada por ese golpe."

"¼ ¡de corazón digo que ese modelo sin una sola mancha en su conducta, sin una sola mancha en su actitud, sin una sola mancha en su actuación, es el Che! Si queremos expresar cómo deseamos que sean nuestros hijos, debemos decir con vehemencia revolucionaria: ¡Queremos que sean como el Che!"

"¡Ningún hombre como él en estos tiempos ha llevado a su nivel más alto el espíritu internacionalista!"

"En su mente y en su corazón habían desaparecido las banderas, los prejuicios, los chovinismos, los egoísmos, ¡y su sangre generosa estaba dispuesto a verterla por la suerte de cualquier pueblo¼ "

"¼ sangre suya por la redención de los explotados y los oprimidos, de los humildes y los pobres, se derramó en Bolivia. ¡Esa sangre se derramó por todos los pueblos de América!"

"¼ es por eso que debemos mirar con optimismo el porvenir."

Después de aquella memorable noche en que pronuncié estas palabras, la Organización de Pioneros acogió la esencia de la idea y lanzó una consigna: "¡Pioneros por el comunismo, seremos como el Che!"

El Ejército Rebelde había nacido de las cenizas del destacamento que trajo el Granma y ganó la guerra con las armas ocupadas al enemigo en combate. Che fue testigo excepcional y participante del contragolpe con que la Columna No. 1 "José Martí", en la Sierra Maestra, reforzada con pequeñas unidades de otras columnas, cuyas fuerzas en conjunto no rebasaban los 300 hombres, destrozó la última ofensiva del gobierno militar pro yanqui en Cuba, que lanzó 10 mil hombres de sus fuerzas élites contra aquel baluarte.

Fue a raíz de los primeros combates de aquella desigual batalla cuando, al ver caer las bombas enemigas sobre los hogares campesinos, auguré que la lucha contra el imperio iba a ser mi destino verdadero.

Recordé al mártir de Dos Ríos, nuestro Héroe Nacional José Martí, y recordé al Che cuando en días recientes leí un cable del enviado especial de NOTIMEX, fechado el 26 de mayo, haciéndose eco de la declaración de una joven cubana que había solicitado permiso para recibir uno de los tantos premios que propicia el imperialismo para mover las aguas de su molino:

"¼ Si la idea de las autoridades cubanas de haberme negado el permiso para viajar a recibir el galardón fue una especie de castigo, no ha sido nada dramático.

"Ese día lo celebré aquí en mi casa, con mi familia y mis amigos, quienes me entregaron simbólicamente un pergamino que yo misma hice¼

"Compro una tarjeta de Internet, que oscila entre cinco y siete dólares, para enviar mis textos¼

"No soy opositora, no tengo un programa político, ni siquiera tengo un color político, y esa es una característica de mi generación y del mundo actual: ya la gente no se define ni de izquierdas ni de derechas, son conceptos cada vez más obsoletos.

"No pertenezco ni he pertenecido nunca a un grupo político, nunca fui de la Juventud Comunista, nunca intenté militar en el Partido Comunista, fui pionera porque todos hasta los 16 años teníamos que serlo¼

"Mi blog tiene un récord de comentarios espeluznantes que a mí me asustan¼

"No tengo protección social ni pensión cuando llegue a vieja, pero me permite mantener mi autonomía económica. Doy clases de Español a extranjeros y guío turistas por mi ciudad, hablo muy bien el alemán. Así me gano la vida."

Lo grave no son las afirmaciones de este tipo, que divulgan de inmediato los medios masivos del imperialismo, sino la generalización como consigna; peor aún: que haya jóvenes cubanos que piensen así, enviados especiales para realizar labor de zapa y prensa neocolonial de la antigua metrópoli española que los premie.

Los que más sacrificios han hecho dentro y fuera de Cuba son militantes del Partido. Lo que para otros constituye una opción para ellos es un deber. Así lo demuestra el pueblo cuando selecciona los candidatos a delegados del Poder Popular. Para hacer la Revolución creó Martí un partido antes de que lo hiciera el propio Lenin. Por eso no fuimos anexados a Estados Unidos. Por eso existe Cuba con sus raíces y su cultura.

Otra prueba de la confusión y el engaño sembrados por el imperialismo fue la declaración formulada por un conocido artista brasileño el mismo día en que se publicó el mencionado cable:

"Si hablamos de cómo son observados los derechos y las cuestiones de libertad y respeto a los hombres, estoy ciento por ciento más del lado de Estados Unidos que de Cuba."

Una agencia de noticias europea informó que "el músico explicó la inclusión de un tema inédito, Bahía de Guantánamo, en su repertorio en vivo, que presenta en Río de Janeiro luego del escándalo por violaciones de los derechos humanos contra capturados bajo cargo de terrorismo.

"Si yo fuera un tipo de persona de izquierda pro Cuba, anti Estados Unidos, no sentiría ninguna decepción por lo ocurrido en las cárceles de Guantánamo", declaró el artista.

En dos palabras: el músico brasileño le pidió perdón al imperio por criticar las atrocidades cometidas en aquella base naval en territorio ocupado de Cuba.

El mes de junio apenas comienza. Reinan la incertidumbre y la inseguridad.

Ruego a los lectores bolivianos la paciencia y el sentido del humor de que hicieron gala en aquellos días, cuando hace 15 años les hablé. Continúen impulsando los programas de educación y salud. Cuenten siempre con nuestra cooperación.

Sin la nueva edición del libro, este largo prólogo carecería de objetivo.

Gracias.

Fidel Castro Ruz

Junio 4 de 2008