Wednesday, May 30, 2007

La reunión del G-8

Para los no informados ―yo soy el primero―, G‑8 significa el grupo de países más desarrollados, incluida Rusia. La esperada reunión, que comienza dentro de 6 días, ha despertado grandes expectativas debido a la profunda crisis política y económica que amenaza al mundo.

Dejemos que los cables hablen.

La agencia alemana de noticias DPA informa que el ministro alemán de Transporte y Urbanismo, Wolfgang Tiefensee, declaró “que los países de la Unión Europea se pusieron de acuerdo en una estrategia común.”

“Los ministros europeos de Urbanismo, reunidos en la ciudad oriental de Leipzig en un consejo informal bajo el lema ‘Desarrollo urbano y cohesión territorial’, utilizarán una estrategia común para la protección del medio ambiente y la detención del cambio climático.”

“Por ejemplo ―advirtió Tiefensee―, en el sur europeo podría suponer un aumento de la temperatura veraniega de hasta seis grados, mientras que en las costas se podrían temer fuertes tormentas invernales.

“La sequía que amenaza a España y la escasez de agua en Polonia son dos ejemplos más de los desafíos ante los que se encuentra la Unión Europea, añadió el alemán al término del consejo.”

La AFP por su parte comunica que “el ministro alemán de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, juzgó de ‘muy difícil’ que en la próxima cumbre del G‑8 se logre un éxito sobre el problema del calentamiento climático debido a la oposición de Estados Unidos.”

“Alemania será el país anfitrión de la cumbre que mantendrán del 6 al 8 de junio en Heiligendamm los ocho países más industrializados del planeta.

“Aunque en Estados Unidos son muchos quienes desean otro tipo de política sobre el calentamiento climático, ‘desgraciadamente, el gobierno de Washington impide’ materializar esta postura, según el ministro socialdemócrata alemán.

“La canciller alemana, Angela Merkel, lanzará una ‘señal fuerte’ sobre la necesidad de actuar urgentemente en este asunto; la administración estadounidense multiplica sus signos de oposición.”

La agencia inglesa Reuters comunica: “Estados Unidos ha rechazado la propuesta alemana para conseguir que el Grupo de los Ocho acuerde restricciones más duras para las emisiones de carbono que producen el calentamiento global, según un borrador del comunicado que se presentará en la reunión.

“Estados Unidos todavía tiene serias y fundamentales preocupaciones sobre este borrador de declaración, al que Reuters tuvo acceso.”

“El tratamiento del cambio climático va completamente contra nuestra posición y cruza múltiples ‘líneas rojas’ en términos con los que simplemente no podemos estar de acuerdo, plantearon los negociadores estadounidenses.

“Este documento es llamado FINAL, pero nunca estuvimos de acuerdo con nada del lenguaje climático presente en el texto”, añadieron.

“Alemania quiere un acuerdo para contener el aumento de las temperaturas, para recortar las emisiones globales en un 50 por ciento por debajo de los niveles de 1990 para el año 2050 y para incrementar la eficiencia energética en un 20 por ciento para el 2020.

“Washington rechaza todos esos objetivos.”

Mientras Blair declara que él persuadirá a su amigo George, lo único cierto es que añadió otro submarino más a los tres que se construyen actualmente en Gran Bretaña, con lo cual el gasto en armas sofisticadas se incrementa en otros 2 500 millones de dólares. Tal vez una persona con uno de los nuevos programas de computación de BilI Gates podría llevar la cuenta de los recursos que en gastos bélicos privan a la humanidad de educación, salud y cultura.

George debe decir lo que realmente piensa en la reunión del G‑8, incluido el tema de los peligros que amenazan la paz y la alimentación de los seres humanos. Alguien debe preguntárselo. Que no trate de escapar asesorado por su amigo Blair.

Fidel Castro Ruz

29 de mayo del 2007

6:45 p.m.

Monday, May 28, 2007

Las ideas no se matan

Hace unos días, al analizar los gastos que implicaba la construcción de tres submarinos de la serie Astute, dije que con ese dinero “se podrían formar 75 mil médicos y atender a 150 millones de personas, suponiendo que el costo de formar un médico fuera la tercera parte de lo que cuesta en Estados Unidos.” Ahora, siguiendo el mismo cálculo, me pregunto cuántos médicos se podrían graduar con los cien mil millones de dólares que, en un solo año, caen en manos de Bush para seguir sembrando luto en hogares iraquíes y norteamericanos. Respuesta: 999 990 médicos, los cuales podrían atender a 2 mil millones de personas que hoy no reciben servicio médico alguno.

Más de 600 mil personas han perdido la vida en Iraq y más de 2 millones se han visto obligadas a emigrar desde la invasión norteamericana.

En los propios Estados Unidos, alrededor de 50 millones de personas carecen de seguro médico. La ley ciega del mercado rige la prestación de ese vital servicio, y los precios se vuelven inaccesibles para muchas personas aun dentro de los países desarrollados. A la economía de los Estados Unidos los servicios médicos le aportan Producto Interno Bruto, pero no generan conciencia a los que los prestan ni tranquilidad en los que los reciben.

Los países que tienen menor desarrollo y más enfermedades disponen de menos médicos: uno por cada 5 mil, 10 mil, 15 mil, 20 mil o más habitantes. Cuando surgen nuevas enfermedades como el SIDA, de transmisión sexual, que en apenas 20 años ha privado de la vida a millones de personas, la padecen decenas de millones, entre ellas muchas madres y niños, para la cual existen ya paliativos, el precio de los medicamentos por persona puede ser 5 mil, 10 mil o hasta 15 mil dólares cada año. Son cifras de fantasía para la gran mayoría de los países del Tercer Mundo. Los pocos hospitales públicos se saturan de enfermos, que mueren amontonados como animales bajo el azote de una epidemia repentina.

Tal vez estas realidades, si se meditan, ayuden a una mayor comprensión de la tragedia. No se trata de una publicidad comercial que tanto dinero y tecnología requiere. Súmese el hambre que padecen cientos de millones de seres humanos, añádasele la idea de convertir los alimentos en combustibles, búsquesele un símbolo y la respuesta será George W. Bush.

Preguntado en fecha reciente por una personalidad importante sobre su política hacia Cuba, su respuesta fue: “Yo soy un Presidente de línea dura y solo espero la muerte de Castro.” No constituyen un privilegio los deseos de tan poderoso caballero. No soy el primero ni sería el último que Bush ordenó privar de la vida, o de los que se propone seguir matando de forma individual o masiva.

“Las ideas no se matan”, exclamó con fuerza Sarría, un teniente negro, jefe de la patrulla del ejército de Batista, que nos hizo prisioneros después del intento de ocupar el Cuartel Moncada mientras dormíamos tres de nosotros en una pequeña choza de las montañas, agotados por el esfuerzo para romper el cerco. Los soldados, llenos de odio y adrenalina, apuntaban hacia mí aún sin haberme identificado. “Las ideas no se matan”, continuó repitiendo, ya casi en voz baja, automáticamente, el teniente negro.

Aquellas magníficas palabras se las dedico a usted, señor W. Bush.

Fidel Castro Ruz

28 de mayo del 2007

6:58 p.m.

Saturday, May 26, 2007

Bush lo espera todo de un zambombazo

Era la palabra que me venía a la mente. Busqué en un diccionario y estaba allí, de origen onomatopéyico y connotación trágica: zambombazo. Tal vez nunca la haya usado en mi vida.

Bush es una persona apocalíptica. Observo sus ojos, su rostro y su obsesiva preocupación por simular que todo lo que ve en las "pantallas invisibles" son razonamientos espontáneos. Escuché que su voz se quebraba cuando respondió a las críticas de su propio padre a la política que sigue en Iraq. Expresa solo emociones y finge siempre racionalidad. Conoce sin embargo el valor de cada frase y cada palabra en el público al que se dirige.

Lo dramático es que lo que espera que ocurra cueste muchas vidas al pueblo norteamericano.

No se puede estar jamás de acuerdo, en cualquier tipo de guerra, con hechos que sacrifiquen a civiles inocentes. Nadie podría justificar los ataques de la aviación alemana contra ciudades británicas en la Segunda Guerra Mundial, ni los mil bombarderos que en lo más álgido de la contienda destruían sistemáticamente ciudades alemanas, ni las dos bombas atómicas que en un acto de puro terrorismo contra ancianos, mujeres y niños, Estados Unidos hizo estallar sobre Hiroshima y Nagasaki.

Bush expresó su odio contra el mundo pobre cuando habló el primero de junio de 2002, en West Point, de atacar preventiva y sorpresivamente a "60 o más oscuros rincones del mundo".

¿A quién van a hacer creer ahora que los miles de armas nucleares que poseen, la cohetería y los sistemas de dirección precisos y exactos que han desarrollado, son para combatir el terrorismo? ¿Acaso servirán para eso los submarinos sofisticados que construyen sus aliados británicos, capaces de circunvalar la tierra sin salir a la superficie y reprogramar sus cohetes nucleares en pleno vuelo? Lo que jamás pude imaginarme es que un día se utilizaran semejantes justificaciones. Con esas armas el imperialismo pretende institucionalizar una tiranía mundial. Apunta con ellas a otras grandes naciones que surgen no como adversarios militares capaces de superar su tecnología en armas de destrucción masiva, sino como potencias económicas que rivalizarán con Estados Unidos, cuyo sistema económico y social consumista, caótico y despilfarrador, es absolutamente vulnerable.

Lo peor del zambombazo en el que ahora pone sus esperanzas Bush es el antecedente de su actuación cuando los acontecimientos del 11 de septiembre, en que, conocedor de la inminencia de un golpe sangriento al pueblo norteamericano, y pudiendo preverlo e incluso evitarlo, salió de vacaciones con su aparato administrativo completo. Desde el día en que fue designado Presidente —gracias al fraude que, como en una república bananera, llevaron a cabo sus amigos de la mafia de Miami—, y antes de su toma de posesión, W. Bush era informado detalladamente con los mismos datos y por la misma vía que los recibía el Presidente de Estados Unidos, quien así lo indicó. En ese momento aún faltaban más de 9 meses para los trágicos acontecimientos simbolizados en la caída de las Torres Gemelas.

Si de nuevo sucediera algo igual con material explosivo de cualquier tipo, o de carácter nuclear, ya que hay uranio enriquecido regado a granel por el mundo desde la época de la guerra fría, ¿cuál sería el destino probable de la humanidad? Trato de recordar, analizo muchos instantes de su marcha a través de los milenios, y me pregunto: ¿son acaso subjetivos mis puntos de vista?

Ayer mismo Bush se jactaba de haberles ganado la batalla a sus adversarios en el Congreso. Tiene cien mil millones de dólares, todo el dinero que necesita para duplicar, como desea, el envío de soldados norteamericanos a Iraq y proseguir la matanza. Los problemas en la región se agravan.

Cualquier opinión sobre las últimas proezas del Presidente de Estados Unidos se vuelve fiambre en cuestión de horas. ¿A este pequeño miura moral tampoco el pueblo norteamericano lo puede agarrar por los cuernos?

Fidel Castro Ruz

25 de mayo del 2007

7:15 p.m.

Wednesday, May 23, 2007

Para los sordos que no quieren oir

Síntesis de lo que declaró la FAO el 16 de mayo del 2007 en Roma, sede central de la institución.

La producción mundial de cereales va camino de alcanzar en el 2007 un nivel récord. A pesar de eso, los suministros apenas alcanzarán a cubrir la creciente demanda impulsada por el desarrollo de la industria de los biocombustibles.

Los precios internacionales de la mayoría de los cereales han subido de forma significativa en 2006-07 y la previsión actual es que se mantengan altos en 2007-08, según el correspondiente informe “Perspectivas de cosechas y situación alimentaria”. Se prevé que la factura por la importación de cereales en los países de bajos ingresos y déficit de alimentos se eleve a cerca del 25 por ciento en la actual temporada.

Está previsto que el rápido crecimiento de la demanda de etanol elaborado a partir de maíz eleve un 9 por ciento la utilización industrial de granos en 2007‑08.

Las perspectivas para la cosecha mundial de trigo han bajado ligeramente desde la previsión elaborada en el informe de abril.

En el norte de África está previsto en el 2007 un acusado descenso de la producción de cereales, a causa de la sequía que ha afectado a Marruecos y que puede reducir a la mitad la producción de trigo del país magrebí.

En África meridional se espera una cosecha reducida por segundo año consecutivo. En Zimbabwe se prevé un fuerte aumento del precio del maíz, un alimento básico para millones de personas, a causa de la sequía.

Malawi contará con excedentes para la exportación tras una buena cosecha.

Un elevado número de campesinos vulnerables en Bolivia requieren ayuda de emergencia tras los daños en los cultivos y el ganado provocados por la sequía y las inundaciones en el 2007, que afectaron la campaña agrícola.

El rebrote de la violencia en Somalia meridional ha provocado el desplazamiento de cientos de miles de personas, y puede reducir la superficie de tierras cultivadas.

Una previsión inicial y provisional de la FAO para la producción mundial de arroz en el 2007 apunta a una cosecha ligeramente superior con unos 422 millones de toneladas, que igualará el récord alcanzado en el 2005.

Excluyendo a China e India ―los principales productores― la suma de las cosechas de cereales de los restantes países descenderá.

Se reconoce por la FAO las consecuencias de producir combustible utilizando los alimentos como materia prima. Algo es algo.

Pero también es muy notable la noticia de que el Congreso de Estados Unidos determinó la sustitución en sus oficinas de 23 mil bombillos incandescentes por bombillos fluorescentes. Se afirma que familias norteamericanas por iniciativa propia decidieron cambiar 37 millones de bombillos incandescentes por fluorescentes. En unos pocos meses los 37 millones de bombillos cambiados ahorrarán el gasto equivalente en gasolina de 260 mil automóviles. Calculen el ahorro en combustible cuando sean sustituidos miles de millones de bombillos incandescentes.

Hago un paréntesis para abordar un tema que tiene que ver con mi persona, y les pido excusas.

Los cables hablan de una operación. A mis compatriotas no les agradaba que yo explicara en más de una ocasión que la recuperación no estaba exenta de riesgos. En general, hablaban de una fecha en la que aparecería públicamente y vestido con mi uniforme verde olivo de siempre. Pues bien, no fue una sola operación sino varias. Inicialmente no hubo éxito, y esto incidió en la prolongada recuperación.

Dependí durante muchos meses de venas tomadas y catéteres por los cuales recibía una parte importante de los alimentos, y no deseaba desagradables desengaños para nuestro pueblo. Hoy recibo por vía oral todo lo que requiere mi recuperación. Ningún peligro es mayor que los relacionados con la edad y una salud de la cual abusé en los tiempos azarosos que me correspondió vivir. Hago por ahora lo que debo hacer, especialmente reflexionar y escribir sobre cuestiones a mi juicio de cierta importancia y trascendencia. Tengo mucho material pendiente. Para filmes y fotos que requieren recortarme constantemente el cabello, la barba, el bigote, y acicalarme todos los días, no tengo ahora tiempo. Tales presentaciones, además, multiplican las solicitudes de entrevistas. Les digo a todos simplemente que he ido mejorando y mantengo un peso estable, alrededor de los 80 kilogramos.

Trato de que las reflexiones sean más breves para no robar espacio a la prensa escrita ni a los noticieros de la televisión. Todo el resto del tiempo lo empleo en leer, recibir información, conversar telefónicamente con numerosos compañeros y realizar los ejercicios de rehabilitación pertinentes. No puedo decir y criticar todo lo que conozco, porque de ese modo serían imposibles las relaciones humanas e internacionales, de las cuales nuestro país no puede prescindir. Pero seré fiel a la divisa de no escribir nunca una mentira.

Fidel Castro Ruz

23 de mayo del 2007

5:06 p.m.

Nadie quiere agarrar el toro por los cuernos

El 28 de marzo, hace menos de dos meses, cuando Bush, después de una reunión con los principales fabricantes norteamericanos de automóviles, proclamó su diabólica idea de producir combustible a partir de los alimentos, escribí la primera reflexión.

El jefe del imperio se jactó de que Estados Unidos, usando el maíz como materia prima, era ya el primer productor mundial de etanol. Cientos de fábricas se construían o ampliaban en su territorio con tal propósito.

Por esos días los países industrializados y ricos estaban acariciando ya la misma idea, mediante el empleo de todo tipo de cereales y semillas oleaginosas, incluidas las de girasol y soya, fuentes de excelentes proteínas y aceites.

Por ello escogí el título de aquella reflexión: “Condenados a muerte prematura por hambre y sed más de 3 mil millones de personas en el mundo.”

Los peligros para el medio ambiente y la especie humana eran un tema en el que venía meditando durante años. Lo que no imaginé nunca era la inminencia del riesgo. No se conocían todavía los nuevos datos de la ciencia sobre la celeridad de los cambios climáticos y sus consecuencias inmediatas.

El 3 de abril, después de la visita de Bush a Brasil, escribí mis reflexiones sobre “La internacionalización del genocidio.”

Advertí, al mismo tiempo, que las mortíferas y sofisticadas armas que se estaban produciendo en Estados Unidos y otros países podían poner fin a la vida de la especie humana en cuestión de días.

Si se fuera a buscar un respiro para la humanidad y darles una oportunidad a la ciencia y a la dudosa cordura de los que toman decisiones, no era necesario privar de alimentos a las dos terceras partes de los habitantes del planeta.

Hemos suministrado datos sobre el ahorro que significa la simple sustitución de bombillos incandescentes por bombillos fluorescentes a partir de cálculos aproximados. Son cifras seguidas por 11 y 12 ceros. La primera se corresponde con cientos de miles de millones de dólares en ahorro de combustible cada año, y la segunda con millones de millones de dólares en la inversión necesaria para producir esa electricidad simplemente cambiando bombillos, lo que significa menos del 10 por ciento del conjunto de gastos y considerable ahorro de tiempo.

Con toda claridad hemos expresado que las emanaciones de CO2, aparte de otros gases contaminantes, conducían aceleradamente a un cambio climático rápido e inexorable.

No eran temas fáciles de abordar, por su contenido dramático y casi fatal.

La cuarta reflexión se tituló: “Lo que se impone de inmediato es una revolución energética.” Una prueba del derroche de energía en Estados Unidos y de la desigualdad de su distribución en el mundo es que en el año 2005 en China había menos de 15 automóviles por cada mil habitantes, en Europa 514 y en Estados Unidos 940.

Este último país, uno de los territorios más ricos en hidrocarburos, hoy sufre un gran déficit de petróleo y gas. Estos combustibles, decidió Bush, hay que extraerlos de los alimentos que se necesitan para los estómagos cada vez más hambrientos de los pobres de la Tierra.

El Primero de Mayo del 2006 finalicé mi discurso ante el pueblo con las siguientes palabras:

“Si los esfuerzos que hoy Cuba realiza los llevaran a cabo todos los demás países del mundo, ocurriría lo siguiente:

“1º Las reservas probadas y probables de hidrocarburos durarían el doble.

“2º Los elementos contaminantes que hoy lanzan estos a la atmósfera se reducirían a la mitad.

“3º La economía mundial recibiría un respiro, ya que un enorme volumen de medios de transporte y equipos eléctricos deben ser reciclados.

“4º Una moratoria de 15 años sin iniciar la construcción de nuevas plantas electronucleares podría ser proclamada.”

El cambio de bombillos fue lo primero que hicimos en Cuba, y hemos cooperado con varios países del Caribe para llevarlo a cabo. En Venezuela, el Gobierno ha cambiado 53 millones de bombillos incandescentes por fluorescentes en más del 95% de los hogares que reciben electricidad. Las demás medidas de ahorro de energía se llevan a cabo resueltamente.

Todo lo que expreso ha sido probado.

¿Por qué se escuchan nada más que rumores sin que las direcciones de los países industrializados se comprometan abiertamente con una revolución energética, que implica cambios de conceptos e ilusiones sobre crecimiento y consumismo que han contagiado a no pocos países pobres?

¿Existe acaso alguna otra forma de enfrentar los gravísimos peligros que amenazan a todos?

Nadie quiere agarrar el toro por los cuernos.

Fidel Castro Ruz

22 de mayo del 2007

5:10 p.m.

Tuesday, May 22, 2007

El submarino inglés

Los cables traen la noticia. Es de la clase Astute, el primero de su tipo en construirse en Gran Bretaña desde hace más de dos décadas.

"Un reactor nuclear le permitirá navegar sin necesidad de recargar combustible en sus 25 años de vida útil. Produce agua potable y oxígeno propios, por lo que puede circunnavegar el globo sin necesidad de salir a la superficie, dijo Nigel Ward, encargado de los astilleros, a la BBC."

"Parece una bestia de aspecto malvado", afirma uno.

"Sobre nosotros se yergue amenazante un galpón de 12 pisos de alto; dentro se encuentran tres submarinos en diferentes etapas de construcción", asegura otro.

Alguien expresa que "puede observar desde el Canal de la Mancha el movimiento de cruceros en la bahía de Nueva York, acercarse a las costas sin ser detectado y escuchar conversaciones por celulares". "Puede, además, transportar a fuerzas especiales en mini-sumergibles que, a su vez, podrán disparar los letales misiles Tomahawk a distancias de 1 400 millas", afirma un cuarto.

El Mercurio, de Chile, despliega con énfasis la noticia.

La Marina Real británica declara que será uno de los más avanzados del mundo. El primero de ellos será lanzado al mar el 8 de junio y entrará en servicio en enero de 2009.

Puede transportar hasta 38 misiles crucero Tomahawk y torpedos Spearfish, capaces de destruir un buque de guerra de gran tamaño. Contará con una tripulación estable de 98 marinos, quienes hasta podrán ver películas en pantallas gigantes de plasma.

El nuevo Astute llevará la última generación de torpedos Block 4 Tomahawk, que pueden ser reprogramados en pleno vuelo de ataque. Será el primero que no cuente con sistema de periscopios convencionales y, en cambio, utilizará fibra óptica, rayos ultrarrojos y escaneo térmico de imágenes.

"La compañía armamentística BAE Systems construirá otros dos submarinos de la misma clase", informó AP. El costo total de los tres sumergibles, según cálculos que seguramente quedarán por debajo, se eleva a 7 500 millones de dólares.

¡Bella proeza británica! El pueblo de ese país, inteligente y tenaz, no sentirá seguramente orgullo alguno. Lo que más asombra es que con tal suma se podrían formar 75 mil médicos y atender 150 millones de personas, suponiendo que el costo de formar un médico fuera la tercera parte de lo que cuesta formar un médico en Estados Unidos. Si se desea, podrían construirse 3 mil policlínicos sofisticadamente equipados, diez veces los que posee nuestro país.

Cuba actualmente está formando como médicos a decenas de miles de jóvenes de otros países.

En cualquier apartada aldea de África, un médico cubano puede recibir a un joven de la propia aldea o del municipio, con enseñanza equivalente a doce grados escolares, e impartirle los conocimientos de su profesión utilizando videos y computadoras que reciban energía de un pequeño panel solar, sin que el joven tenga que salir de su región natal, ni contaminarse con los hábitos de consumismo de las grandes ciudades.

Lo importante son los pacientes, que padecen malaria u otras muchas enfermedades típicas e inconfundibles, que el alumno verá junto al médico.

El método ha sido probado con resultados sorprendentes. Los conocimientos y la práctica acumulada durante años, no tienen comparación posible.

El ejercicio no lucrativo de la medicina es capaz de ganar a todo corazón noble.

Cuba, preocupada desde el triunfo de la Revolución por la formación de médicos, maestros y otras profesiones, con menos de 12 millones de habitantes, cuenta hoy con más especialistas en Medicina General Integral que los médicos que dispone toda el África subsahariana, con más de 700 millones de habitantes.

Hay que inclinarse conmovidos ante las noticias que llegan del submarino inglés. Nos ilustran, entre otras cosas, sobre las sofisticadas armas con que se pretende mantener el orden insostenible desarrollado por el sistema imperial de Estados Unidos.

No hay que olvidarse que Inglaterra fue durante siglos, hasta hace muy poco, la Reina de los Mares. Hoy lo que queda de aquella privilegiada posición es apenas una fracción del poder hegemónico de su aliado y líder, Estados Unidos.

Churchill dijo: ¡Hundid el Bismarck! Hoy Blair dice: ¡Hundid lo que queda del prestigio de Gran Bretaña!

Para eso, o para el holocausto de la especie, es para lo que serviría su "maravilloso submarino".

Fidel Castro Ruz

21 de mayo del 2007

5:00 p.m.

Saturday, May 19, 2007

La opinión unánime

En el VI Encuentro Hemisférico de La Habana, cuando se discutió el tema de la producción de biocombustibles a partir de alimentos, que son cada vez más caros, la inmensa mayoría se opuso con indignación. Pero era indiscutible que algunas personalidades de prestigio, autoridad y buena fe habían sido ganadas por la idea de que la biomasa del planeta alcanzaba para ambas cosas en un tiempo relativamente breve, sin pensar en la urgencia de producir los alimentos que, ya escasos de por sí, servirían de materia prima para el etanol y el agrodiésel.

Cuando, en cambio, se abrió a debate el tema de los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, participaron varias decenas de personas, y todas condenaron unánimemente tanto las formas bilaterales como multilaterales de tales acuerdos con la potencia imperial.

Tomando en cuenta la necesidad de espacio, vuelvo a utilizar el método de la síntesis para exponer tres intervenciones elocuentes de personalidades latinoamericanas que expresaron conceptos de enorme interés y lo hicieron con gran claridad y peculiaridad. Se respetan, como en todas las síntesis de las Reflexiones anteriores, las formas exactas de exposición de los autores.

ALBERTO ARROYO (México, Red mexicana de Acción contra el Libre Comercio).

Yo quisiera compartir con ustedes los nuevos planes del imperio y tratar de alertar al resto del continente de algo nuevo que está surgiendo o que está avanzando como una nueva estrategia a una nueva etapa de la ofensiva de Estados Unidos. El NAFTA o el TLC de América del Norte fue simplemente el primer paso de algo que quiere para todo el continente.

El nuevo intento parece no tomar en cuenta la derrota que ha significado el no poder lograr el ALCA, el que, incluso, en su Plan "B" reconoce que no puede sacar lo que él llama el ALCA integral simultáneamente con todos los países del continente; va a intentar ir, por pedazos, negociando bilateralmente Acuerdos de Libre Comercio.

Con Centroamérica logró firmarlo, pero Costa Rica no lo ha ratificado. En el caso de la zona andina, no logra ni siquiera sentar a la mesa al conjunto de los países, sino solo a dos, y con esos dos no ha podido terminar las negociaciones.

¿Qué es lo nuevo del ASPAN (Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte)? Tres cosas que me parecen fundamentales:

Primera: Fortalecer los esquemas militares y de seguridad para enfrentar la resistencia de los pueblos es precisamente su reacción ante el triunfo del movimiento que le detiene sus planes.

No es solamente ubicar bases militares en las zonas de peligro o en las zonas con altos recursos naturales estratégicos, sino tratar de crear una coordinación estrecha, con planes concertados con los países, para mejorar los esquemas de seguridad que son una forma de enfrentar, como si fueran criminales, a los movimientos sociales.

Este es el primer aspecto novedoso.

Segundo elemento, que me parece también una novedad: los grandes actores de todo este esquema neoliberal siempre lo fueron directamente las transnacionales. Los gobiernos, particularmente el gobierno de Estados Unidos, eran los voceros, los que llevaban formalmente las negociaciones, pero realmente los intereses que estaban defendiendo eran directamente los de las corporaciones. Eran los grandes actores ocultos detrás de los TLC y detrás del proyecto del ALCA.

La novedad en el nuevo esquema del ASPAN es que estos actores salen de la oscuridad, pasan al primer plano y se invierte esta relación: los grupos empresariales directamente hablando entre sí, con presencia de los gobiernos, que luego van a tratar de traducir en políticas, en cambios de reglamentos, en cambios de leyes, etcétera, sus acuerdos. Ya no les bastó con privatizar las empresas públicas; están privatizando la política como tal. Los empresarios nunca habían sido directamente los que definían la política económica.

El ASPAN comienza en una reunión, llamada, digamos, "Un encuentro para la prosperidad de América del Norte", que eran encuentros trinacionales de empresarios.

De los acuerdos operativos que están tomando en el ASPAN, uno es crear comités trinacionales, de lo que ellos llaman "los capitanes de la industria", por sectores, para que definan un plan estratégico de desarrollo del sector en la región de América del Norte. Es decir, la Ford se multiplica o se divide entre tres: la Ford directamente corporativa en Estados Unidos, subgerente de la Ford en México, subgerente de la Ford en Canadá, y deciden cuál es la estrategia para el sector automotriz en América del Norte. Es la corporación Ford hablando con un espejo, con sus empleados, con los directores de las automotrices en Canadá y en México, para acordar el plan estratégico que les presentan a los gobiernos para que lo traduzcan y lo implementen en políticas económicas concretas.

Hay un esquema de incorporar el aspecto de seguridad; segundo punto, privatizar directamente las negociaciones; y el tercer aspecto novedoso de este esquema es quizás, para recordar una frase de nuestros abuelos clásicos, aquella frase de Engels en que planteaba que cuando con los mecanismos de la democracia formal el pueblo puede estar a punto de tomar el poder, como el cero en el termómetro o el 100, cambian las reglas del juego: el agua, o se congela o entra en ebullición, y a pesar de estar hablando de las democracias burguesas, los primeros que van a romper con las reglas son ellos.

Los Tratados de Libre Comercio tienen que pasar por los congresos, y el hecho es que cada vez tienen más dificultades para ser ratificados por los congresos, incluido el Congreso del imperio, el Congreso de Estados Unidos.

Están hablando de que esto no es un tratado internacional, por tanto, no tiene que pasar por los congresos. Como sí tocan temas que trastocan el marco legal en nuestros países, van a ir presentando pedacitos; deciden una modificación a una legislación en un momento, en otro momento a otra; se implementan decretos del ejecutivo, cambios de normas operativas, normas de funcionamiento, estándares, nunca el paquete entero.

Los Tratados de Libre Comercio, a pesar de que se negociaron a espaldas de nosotros y a espaldas en general de todos los pueblos, tarde o temprano se traducen en un texto escrito que va a los congresos y sabemos qué pactaron. Pretenden que nunca sepamos qué pactaron, no vamos a ir viendo más que pedacitos de la estrategia, porque nunca se va a traducir en un texto integrado.

Voy a terminar con una anécdota, para que nos demos cuenta, en el aspecto de seguridad, a qué grado de sofisticación han llegado los acuerdos y los mecanismos operativos de integración de los aparatos de seguridad.

Hace un tiempo sale un avión de Toronto hacia México con turistas que van a Puerto Vallarta de vacaciones. Cuando estaba el avión en la pista, revisando un poco más minuciosamente la lista de pasajeros, descubren que está alguien de la lista de terroristas de Bush.

Apenas entra el avión al espacio aéreo norteamericano —que de Toronto al espacio aéreo norteamericano no tiene más que pasar los Grandes Lagos, no es más, y en un jet esto es unos cuantos minutos—, y ya estaban dos F-16 al lado del avión. Lo sacan del espacio aéreo norteamericano, escoltan el avión hasta territorio mexicano, lo hacen aterrizar en la parte militar del aeropuerto y apresan al señor este, y a su familia la regresan.

Ustedes imaginen la sensación de los pobres 200 turistas que estaban allí, ver al lado del avión a dos F-16 armados que lo sacan de ruta.

Luego resulta que no era el terrorista que ellos esperaban, y le dicen: "Usted perdone, puede seguir de vacaciones, y llame a su familia para que venga a acompañarlo."

JORGE CORONADO (Costa Rica, Alianza Social Continental)

La lucha contra el libre comercio en la región tiene diversos aspectos. Uno de los proyectos más avasalladores que se han planteado de infraestructura, de apropiación de nuestra biodiversidad, es el Plan Puebla-Panamá, una estrategia que no es solo de apropiación de nuestros recursos, sino parte de una estrategia militar del imperio que va desde el sur de M éxico hasta Colombia, pasando por Centroamérica.

En la lucha contra las represas hidroeléctricas, que desplaza y violenta los territorios indígenas y campesinos, hemos tenido casos en los que, a punta de represión militar, han desplazado diversas comunidades indígenas y campesinas de la región.

Tenemos el componente de la lucha contra la minería. Transnacionales canadienses, europeas, estadounidenses han seguido esta estrategia de apropiación.

Hemos venido enfrentando la privatización de los servicios públicos: energía eléctrica, agua, telecomunicaciones; la lucha en el sector campesino por la defensa de las semillas, contra el patentamiento de seres vivos y contra la pérdida de la soberanía frente a los transgénicos.

Hemos venido luchando contra la flexibilidad laboral, uno de los ejes orientados al sector y, obviamente, contra todo el desmantelamiento de nuestra pequeña producción campesina.

También, la lucha contra el tema de la propiedad intelectual, que priva a nuestra seguridad del uso de medicinas genéricas, que son el principal eje de distribución que tienen nuestros institutos de seguridad social en la región.

Un factor central en esta lucha contra el libre comercio ha sido contra los Tratados de Libre Comercio y, particularmente, contra los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, aprobados en Guatemala, en Honduras, El Salvador y Nicaragua a sangre y fuego. Y eso no es una frase retórica.

En Guatemala, compañeros luchadores han caído asesinados enfrentándose a la aprobación del mismo. Esa lucha nos ha permitido garantizar un eje articulador y movilizador de la más vasta unidad del movimiento popular en la región.

En el caso del Parlamento hondureño, los diputados se fueron del Parlamento, rompiendo el marco mínimo de la legalidad institucional.

Hemos dicho, dentro del seno del movimiento popular, que no significa una derrota. Hemos perdido una batalla, pero esto ha permitido un salto cualitativo en organización, en unidad y en experiencia de lucha contra el libre comercio.

El Movimiento Social Popular y el pueblo de Costa Rica, que han impedido hasta el día de hoy la aprobación del TLC en Costa Rica, forjando una unidad con diversos sectores académicos, políticos y hasta empresariales, para crear un gran frente nacional de lucha diverso y heterogéneo, hasta hoy han logrado parar al gobierno costarricense, a la derecha neoliberal, que no ha podido aprobar el TLC. Hoy se está planteando la posibilidad de que el tema del TLC en Costa Rica se defina en un referendo.

Estamos a las puertas de una jornada fundamental en Costa Rica en términos de poder impedir el avance de la agenda neoliberal; una derrota de este tratado significaría, simbólicamente, seguir sumando victorias, como ha sido estancar y detener el ALCA.

Hoy requerimos de la solidaridad del movimiento popular, hoy les solicitamos a las organizaciones sociales y populares que lleguen a Costa Rica como observadores internacionales. La derecha se prepara para estimular, si es posible, un fraude que le garantice ganar una pelea que la tiene perdida, y el tener observadores internacionales desde el movimiento popular, va a ser un aporte importante de solidaridad activa y militante con nuestra lucha.

Hoy, después de un año, en ningún país de Centroamérica el TLC ha traído ni más empleo, ni más inversión, ni mejores condiciones de la balanza comercial.

Hoy lanzamos la consigna, en toda la región, de reforma agraria, de soberanía y seguridad alimentaria, como un eje central para nuestros países eminentemente agrícolas.

Hoy quieren, ya no solo Estados Unidos, sino los europeos, apropiarse de una de las regiones más ricas en biodiversidad y más ricas en recursos naturales.

Hoy más que nunca el eje articulador de nuestros diversos movimientos en la región centroamericana es enfrentar al libre comercio en sus múltiples manifestaciones, y este encuentro ojalá ayude a darnos elementos de articulación, ejes de lucha, ejes de acción conjunta, que nos permitan en todo el hemisferio avanzar como una sola fuerza popular.

No cejaremos en nuestros esfuerzos de organización y de lucha hasta alcanzar un nuevo mundo.

JAIME ESTAY (Chile, coordinador de la Red de Estudios de Economía Mundial, REDEM, y actualmente profesor de la Universidad de Puebla en México)

Esta crisis tiene que ver, en definitiva, con un incumplimiento manifiesto de las promesas que acompañaron al conjunto de reformas que se empezaron a aplicar en América Latina desde los años ochenta.

Bajo la bandera del libre comercio se nos dijo que íbamos a lograr que nuestras economías crecieran, que íbamos a lograr disminuir los niveles de desigualdad dentro de nuestros países, las distancias entre nuestros países y el mundo avanzado, y, en definitiva, que íbamos a lograr los saltos hacia el desarrollo. En algunos países se llegó a hablar de los saltos hacia el Primer Mundo.

En lo que respecta a la nueva integración o a este regionalismo abierto que echó a andar hace ya más de 15 años, lo que se planteó era poner la integración latinoamericana, o aquello que hemos calificado como integración latinoamericana, al servicio de la apertura.

Se desarrolló todo un discurso en el sentido de que había que hacer una integración para abrir, una integración que ya no fuera la vieja integración proteccionista, sino una integración a través de la cual lográramos las mejores condiciones para insertarnos en esta economía global, en estos mercados que, supuestamente, al funcionar de manera libre, iban a arrojar los mejores resultados posibles para nuestros países.

Esa relación entre integración y apertura, esa idea de que el objetivo supremo de la integración tenía que ser la apertura de nuestros países, efectivamente se cumplió, efectivamente nuestros países se abrieron, y efectiva y desgraciadamente lo central de la integración latinoamericana consistió en ponerla al servicio de esa apertura.

Algunos funcionarios hablaron de lo que llamaban la "etapa pragmática de la integración". Avancemos como podamos, era un poco la consigna. Si lo que queremos es comerciar más, centrémonos en comerciar más; si lo que queremos es firmar una multitud de pequeños acuerdos entre países, acuerdos bilaterales o entre tres o cuatro países, avancemos por ese lado, y en algún momento a todo eso le podremos llamar integración latinoamericana.

El balance es claramente negativo. Creo que hay un reconocimiento, cada vez mayor en distintos niveles, de que lo que hemos llamado integración latinoamericana no es integración, es comercio; y no es latinoamericano, sino que más bien es una maraña de acuerdos firmados entre distintos países de la región, que de ninguna manera han dado lugar a un proceso que tenga un carácter efectivamente latinoamericano. La apertura, a cuyo servicio se supone que debíamos poner la integración, no ha arrojado ninguno de los resultados que se nos anunciaban en términos de crecimiento económico, de disminución de desigualdades y de logros del tan ansiado desarrollo que se decía que tenía que hacerse presente.

Lo que habría que destacar es que estamos asistiendo a un deterioro extremo de un estilo de integración que tenía muy claramente definido para qué, cómo y para quién se integraba.

En suma, de lo que estoy hablando es de una integración pensada desde los fundamentos del neoliberalismo, que ha fracasado, tanto en términos de sus propios objetivos como en términos de los objetivos que todos tenemos derecho a exigir y a esperar de un verdadero proceso de integración.

La nueva integración latinoamericana se apoyó fuertemente en las políticas y las propuestas que venían desde Washington. En buena medida, esas propuestas estadounidenses se han transformado en algo que termina comiéndose a su propia criatura. El solo hecho de firmar los Tratados de Libre Comercio pone en crisis tanto a la comunidad andina como también al Mercado Común Centroamericano.

Parte importante de la crisis de la actual integración latinoamericana tiene que ver con el avance del proyecto hemisférico estadounidense, no por la vía del ALCA, que logró ser frenado, sino por la vía de firmar distintos Tratados de Libre Comercio.

Se destaca más claramente en el actual panorama de la integración la aparición de alternativas. En muchos sentidos, el ALBA se sustenta en principios que son radicalmente distintos a los de esa integración que está en crisis.

Hay muchas funciones por definir y fronteras que delimitar: el significado que tienen conceptos tales como "libre comercio", "desarrollo nacional", "libertad de mercado", "seguridad y soberanía alimentaria", etcétera.

Lo que puede afirmarse es que estamos asistiendo, en el escenario hemisférico y latinoamericano, a una creciente insurgencia respecto al predominio del neoliberalismo.

Hasta aquí las opiniones expresadas por estas tres personalidades, que sintetizan las de los que participaron en el debate sobre los Tratados de Libre Comercio. Son puntos de vista muy sólidos a partir de una amarga realidad, que han enriquecido mis ideas.

Recomiendo a los lectores prestar atención a las complejidades de la actividad humana. Es la única forma de ver más lejos.

El espacio se agotó. No debo añadir hoy una palabra más.

Fidel Castro Ruz

16 de mayo del 2007

6 y 12 p.m.

Thursday, May 17, 2007

El maíz y la técnica de la infamia

Silvia Ribeiro*

Una forma de ocultar la realidad es repetir una mentira hasta el cansancio, esperando que finalmente algunos se la crean. El tema del maíz en México tiene muchos ejemplos de esta técnica de la infamia.

Hace unos meses, el aumento del precio de la tortilla generó enorme malestar en el país. Por la importancia del grano en México, su centro de origen, fue noticia en los mayores diarios del globo.

En la mayoría de los medios se manejó que el aumento obedeció al incremento del precio del maíz en el mercado mundial, generado por la demanda del grano como agrocombustible. Sin embargo, el aumento en el precio de la tortilla excedió con mucho el porcentaje del incremento en el precio del grano, y la coyuntura fue aprovechada como jugoso negocio por los grandes comercializadores e industrializadores de maíz. Algunos, como Cargill, incluso habían acaparado maíz mexicano y lo vendieron a más del doble del precio al que lo habían comprado. El gobierno intervino, y en una reunión inverosímil, donde participaron, entre otros, las grandes trasnacionales de la distribución e industrialización, se decidió fijar un aumento de 40 por ciento en el precio de la tortilla. Esto se presentó mediáticamente como un freno al precio de la tortilla -a favor del público-, cuando en realidad fue una legalización del aumento desproporcionado que habían impuesto los grandes empresarios. El acuerdo, que iba a durar hasta el 30 de abril, fue renovado a agosto.

En esta ocasión, los grandes empresarios de distribución, procesamiento y uso industrial del maíz como forraje exigieron, además de mantener alto el precio de la tortilla, pagar precios menores a los productores -porque ahora sí era hora de reconocer que el aumento anterior no era real. Es decir, exigieron ganar en todas las puntas. Nuevamente se firmó el "acuerdo", como si fuera un acto dadivoso del gobierno para defender los intereses de la población, cuando lo que se hizo fue legalizar el despojo y favorecer a unas cuantas trasnacionales.

En paralelo a estas componendas, se activan otros frentes de guerra sobre el maíz por parte de las empresas y gobierno contra los campesinos y la mayoría de la población.

Por un lado, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), que es parte del Consejo Coordinador Empresarial -al cual pertenecen los mismos que se beneficiaron con la crisis de la tortilla- publican "estudios" indicando que la salida de la crisis para México es la producción de maíz para agrocombustibles, y que para ello es necesario que sea maíz transgénico.

Entrecomillo "estudios" porque según su propia definición: "El CEESP (...) financia todas sus actividades de investigación gracias a los donativos de sus patrocinadores". Es decir, son financiados por el lobo sobre lo que le conviene a Caperucita. De otro modo, no se entiende cómo este pretencioso "estudio" ignora el hecho de que la productividad del maíz como agrocombustible es muy baja, y que si se agregan los costos de los insumos basados en petróleo (agrotóxicos, gasolina para maquinaria, etcétera) que requiere su producción, el aporte energético es negativo. Es decir, no es una solución para el cambio climático, que es la razón por la que teóricamente se promueve, sino lo contrario.

No obstante, para Estados Unidos sí es negocio, porque lo anterior no es un dato que le merezca interés. Basta que se publiquen estudios parciales que parezcan positivos -si no se miran de cerca- y le sirvan de coartada para subsidiar aún más a sus propios productores de maíz, ahora con el pretexto de combatir el calentamiento global.

Como esto también es un negocio brillante para las empresas más fuertes del planeta -automotriz y petrolera- junto a las de comercio internacional de cereales, productores de transgénicos y agrotóxicos, todos se han unido para ir logrando leyes y marcos financieros que le faciliten el nuevo negocio.

En este caso, la meta es lograr que muchos países compitan -con préstamos del Banco Mundial y otros bancos multilaterales que pasan a aumentar las deudas externas de esas naciones- para venderles la materia prima que demandan para agrocombustibles.

Esta proliferación llevará, cualquiera que sea el cultivo, a la baja del precio. México no sería una excepción en esta dura competencia, ni con caña de azúcar ni otros cultivos y mucho menos con maíz. Peor aún, nuestro país tiene mucho más para perder con la contaminación de su maíz nativo con los transgénicos no comestibles que se pretende usar para agrocombustibles.

Complementariamente a la urdimbre de este fino estudio, las trasnacionales dueñas del comercio de semillas insisten en que México tiene que plantar maíz transgénico. Ya lo han intentando tres veces, pero fueron rechazadas por no cumplir los trámites legales. Su pretensión ha sido rechazada por la vasta mayoría de la sociedad mexicana, incluyendo campesinos, indígenas, científicos, consumidores, artistas, porque atenta contra la integridad del maíz, uno de los patrimonios nacionales más importantes, creado y cuidado por millones de campesinos e indígenas durante milenios.

Todo indica que para el gobierno pesan más tres trasnacionales que miles de años de historia y la voluntad del pueblo mexicano, por lo que firmará un reglamento de la ley Monsanto (de Bioseguridad), que les permita contaminarnos -ahora legalmente- con maíz transgénico. Lo que no lograrán, por más que repitan sus mentiras, es ocultar la infamia.

* Investigadora de Grupo ETC